Franco y Lautaro, oriundos de Paraná, jugarán hoy en veredas opuestas cuando el Verde reciba al Rojinegro desde las 21.30. El ala-pivot de Ferro y el base de Central Entrerriano compartirán cancha una vez más.

La noche de este jueves tendrá un condimento especial en San Salvador cuando, a las 21.30, Ferro reciba a los de Gualeguaychú por La Liga Federal. No será un partido más: los hermanos Lautaro y Franco Pividori volverán a enfrentarse. Lautaro, de 23 años, es el base de un Central Entrerriano que se posiciona como firme candidato de la Conferencia Litoral con récord de 4-1. Del otro lado estará Franco, de 26, ala-pivot de un Ferro que se hizo fuerte en casa y llega con tres victorias, dos de ellas al hilo, incluida la última en el clásico ante Sportivo.

“Nos enfrentamos varias veces, especialmente de más chicos cuando yo jugaba en Paracao. Creo que el historial está a su favor, aunque muy parejo”, reconoció Lautaro, de pasado en selecciones nacionales juveniles y en La Liga Nacional con Comunicaciones. Siguiendo, destacó el valor emocional del cruce: “Nuestro sueño siempre fue jugar al básquet profesionalmente, y cruzarnos en una cancha es una locura. Sería más fácil compartir equipo, como en Ciclista o Echagüe de Paraná, pero esto también es muy lindo, aunque duro”.

Franco, reiteradas veces campeón de la Asociación Paranaense de Básquet y recientemente recibido de Abogado, remarcó el significado del partido: “Lo hablábamos con mis padres, somos solo dos hermanos, y cruzarnos haciendo lo que amamos es hermoso. Nos apoyamos y acompañamos siempre, somos muy unidos y vamos a disfrutarlo, aunque a la hora de jugar cada uno irá por lo suyo”.

El contexto del duelo

Central llega con una baja sensible: su referente y goleador Mario Ghersetti sufrió un desgarro en el gemelo y estará fuera por tiempo prolongado. “Es un bajón desde lo anímico y lo deportivo, es nuestro líder. Queremos dar la cara por él, y será un desafío afrontar lo que viene con un equipo más joven pero también más dinámico”, señaló Lautaro.

Ferro, por su parte, vive un buen momento y buscará consolidar su localía. “Nos acomodamos bastante desde el inicio del torneo, estamos más competitivos. Las victorias, sobre todo la del clásico, nos dan confianza. Hoy queremos dejar los puntos en casa y seguir escalando en la tabla”, afirmó Franco.

Con el corazón dividido

Ambos coinciden en algo: la familia estará con el corazón partido en dos. “Creo que hinchan más por mi hermano, es el más malcriado”, bromeó Lautaro. “Obviamente nos conocemos muchísimo. Sé lo que hará, lo que no, y lo que piensa en cada momento, pero él también sabe todo sobre mí, es un arma de doble filo.”, culminó.

Finalizando, Franco indicó: “Tal vez no nos toque defendernos porque jugamos en posiciones distintas, pero emocionalmente siempre sabemos cómo está el otro. Y cuando sé que Lauti está enfocado, como generalmente sucede, intento usar ese conocimiento a mi favor.” Claro, en la cancha no habrá demasiado lugar para sentimentalismos. Dos hermanos, dos caminos, dos equipos, un mismo amor por el básquet. Y esta noche, solo uno se quedará con la victoria.