Virginia Peruchini y Florencia Benzer pitaron anoche juntas un partido de Federal, en Ramos Mejía. Fue la segunda vez en la historia. Todos los detalles y sus historias.
Anoche se disputó una nueva fecha del Torneo Federal, pero no fue una jornada más. En uno de los 23 partidos que se desarrollaron en simultáneo, precisamente en el que se enfrentaron Ramos Mejía LTC y Banco Provincia por la División Metropolitana, dos árbitros mujeres fueron las encargadas de impartir justicia. Se trata de Virginia Peruchini y Florencia Benzer, quienes dirigen hace varias temporadas en las distintas categorías del básquet argentino. Fueron las primeras mujeres, en dos años, en compartir el mando del parquet de un partido de básquet profesional masculino. La ocasión anterior fue en el TFB 18/19, con Peruchini en dupla con Romina Morales Ibarra.
Flor estaba muy feliz este sábado luego de la experiencia vivida el viernes a la noche en Ramos.
"Los chicos y los entrenadores se portaron de diez. Todos nos trataron re bien y dirigimos sin problemas. Me sentí muy cómoda, aparte de ser un placer siempre dirigir con árbitros con mayor categoría que una. No estuve nerviosa. Fue tal la concentración que teníamos que no había lugar para eso", le contó a
Prensa CABB. Peruchini, por su parte, valoró mucho las chances que les están dando. "
Creo que es muy importante que las mujeres tengamos las oportunidades de poder dirigir partidos masculinos, como vuelve a pasar ahora en una dupla de mujeres en el Torneo Federal. Importante no sólo para nosotras, que tenemos la responsabilidad de llevar la tarea adelante, sino también de quienes nos dan la confianza y la formación para poder tener las herramientas y ejercer la tarea”, indicó la jueza que nació en San Cristóbal, Santa Fe, hace 35 años.
Virginia pitó en más de 40 torneos internacionales, dentro de los cuales se incluyen dos Mundiales, Liga Sudamericana masculina y femenina, clasificatorios a Juegos Olímpicos, clasificatorios de AmeriCup masculino y Basketball Champions League Americas, entre muchos otros, y es una de las ocho mujeres en todo el mundo que cuenta con la licencia negra de FIBA –la máxima que un árbitro puede tener-. Pero antes del silbato, fue campeona argentina de 100 metros con vallas en su querido Racing Club L.T.C. a los 14 años, y recién a los 16 años se acercó al básquet, donde llegó a jugar para la Selección provincial.
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A los 21 me recibí de profesora de Educación Física, y la urgencia de insertarme en el mundo laboral me llevó al silbato. Desde ese día pasaron 14 años, y nunca imaginé perseguir mis sueños de la mano del arbitraje. Estoy agradecida por las oportunidades de crecimiento deportivo, pero también porque me llevó a ser cada día mejor persona, por la búsqueda de optimización del profesionalismo que merece ser un árbitro integral”, explicó Peruchini.
Florencia Benzer nació en Adrogué y en unos meses cumplirá 27 años. Jugó al básquet en Temperley desde los 10 y hasta los 22. “
Al principio una lo ve como una salida laboral, pero después se transforma en un estilo de vida”, sostuvo la jueza, que fue convocada hace seis años por su club para participar de los cursos de árbitros de FeBAMBA, y ya arbitró partidos de Liga Argentina, Federal, Liga Femenina y Argentinos de Clubes, además de finales de inferiores y primera división de la competencias metropolitanas.
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Es súper emocionante poder estar con una compañera convocadas para este partido. Con todo el movimiento feminista que hay hoy en día me pone muy feliz poder estar ahí. Sin el apoyo de la Escuela de Árbitros no se hubiera logrado”, confesó Benzer: “
Es un paso más en la lucha por la igualdad de derechos. Hay un tiempo de adaptación, como en todos lados, pero creo que de a poquito vamos logrando estar más incluidas”, agregó.
Virginia, al respecto, subrayó que tiene que ver con un cambio de paradigma del cual el arbitraje no es ajeno y que está ocurriendo en todo el mundo. “
Las oportunidades deben estar acompañadas por nuestro compromiso: las mujeres tenemos que estar preparadas, trabajar con responsabilidad y mucho profesionalismo para que se pueda naturalizar y que el rendimiento pueda ser positivo. Pero esto va, ineludiblemente, de la mano de que todos los estamentos e integrantes de las competencias confíen en nosotras”, precisó. De todos modos, Peruchini reconoció los esfuerzos de la Escuela Argentina de Árbitros Femenina, en conjunto con el Colegio Profesional. “
Las instituciones no sólo permiten esto a través de la toma de decisiones, sino también dando las capacitaciones correspondientes para que estas oportunidades se puedan llevar a cabo satisfactoriamente”, aclaró.
Y si llegan este tipo de reconocimientos, es porque hay un camino largo detrás: “
Fue muy duro, aunque no parezca. Es mucho estudio, ver muchos videos y partidos, pedir que te editen, pedir correcciones, entrenar, aprender inglés, estudiar más. Es una profesión que lleva su tiempo, y sobre todo si te querés dedicar de lleno”, admitió Benzer. “
Quiero viajar por el mundo haciendo lo que me gusta, y superarme en el día a día, dando lo mejor de mí y plasmando todo mi conocimiento en la cancha”, precisó la ex jugadora de Temperley.
Por su parte, la de San Cristóbal, con toda su experiencia, remarcó: “
Mi objetivo en el arbitraje es ‘ser la mejor versión que pueda llegar a ser’, aprendiendo de mis errores y que estos sean siempre una oportunidad de crecimiento, dando el máximo en cada oportunidad y sin lugar a dudas, ser mi mejor versión de Virginia como persona”.
Fotos: Archivos personas, La Liga Femenina y Matías García Falcone.