En una semana clave, que concluirá con la difícil visita a Amancay el domingo, Jáchal Básquetbol Club presentó a Matías Martínez, nuevo refuerzo proveniente de Atenas de Córdoba, donde disputó Liga Nacional.

Luego de vencer a Inca Huasi y ganar una vez más el Torneo Provincial, Jáchal Básquetbol Club pone la mira en lo que viene, nada menos que la última ronda de la etapa inicial del Torneo Federal. En el horizonte aparece Amancay, de La Rioja, escolta de la División Cuyo y, quizás, el oponente más duro que se presenta en la recta final de la zona.

En este contexto, el club le dio la bienvenida a Matías Martínez, refuerzo que llega para sumarse al primer equipo de JBC. El alero, de 26 años y 1,94 de estatura, habló con el departamento de prensa de la institución y contó sus expectativas de cara a este importante desafío.

Matías, ¿cómo fue tu experiencia en un histórico de nuestro básquet como Atenas de Córdoba?
Mi experiencia en Atenas fue bastante interesante, pasamos un año difícil, donde pude compartir con excelentes jugadores y mejores personas. Fue muy complicado cargar con el peso de dejar a Atenas en el lugar que se merece, pero, saber que terminamos bien un año de liga feo, por el momento que pasa el mundo, fue una gran satisfacción.

¿En qué clubes jugaste anteriormente?
Antes de Atenas, tuve la experiencia de jugar en Ameghino (Córdoba), fue un año muy fructífero, más allá de que después apareció el tema de la pandemia. Mi primer año como mayor en Liga Argentina fue en Central de Ceres (Santa Fe). También pasé por Mitre de Tucumán, Independiente de Santiago del Estero (TNA) y, anteriormente, me formé jugando el Torneo Federal en Nicolás Avellaneda de Santiago del Estero, equipo que actualmente juega el TFB.

¿Cómo se dio la posibilidad de venir a Jáchal Básquetbol Club?
Cuando mi representante me comentó sobre una posible llegada al club, me puse en contacto con Marco Bosch, quien me dio muy buenas referencias. Lo que me atrajo fue que era un grupo de buenos jugadores. Y saber que querían apostar por algo importante. "Ni dudes", le dije a Gustavo Gorini, "nos vamos para allá". Cuando llegué acá, me encontré con más que eso, buenas personas, un grupo completamente unido en todos los sentidos. Así fue como llegué y ahora estoy disfrutando de las prácticas con mis compañeros.

En cuanto al juego, ¿qué le podrías aportar al equipo según tu visión?
Antes de llegar, había hablado con “Licha” (Lisandro Salles, entrenador de JBC), sobre cómo jugaba el equipo y demás. Me emocionó saber que era un equipo revulsivo, que jugaba a 90 posesiones. Es mi estilo de juego, así que no dudé y arreglé inmediatamente para venir a Jáchal.

Fuente: Prensa Jachal