En la previa al encuentro del sábado ante El Talar, el capitán de Vélez Sarsfield describe el por qué del buen presente de su equipo, que tiene chances de clasificar en la Zona Sur de la División Metropolitana.
A sus 34 años de edad, Lucas Bertolotti ostenta un recorrido con varias aristas. Se formó como deportista en el Club José Hernández, donde estuvo hasta los 19 años, luego empezó su recorrido profesional en Vélez Sarsfield, donde además estudió el Profesorado de Educación Física. Hoy es uno de los referentes del conjunto de Liniers, que acumula cuatro victorias consecutivas (en total registra 5 ganados y tres derrotas), razón por la cual tiene posibilidades de clasificar para los playoffs.
-¿Qué motivos llevaron a esta racha positiva de Vélez?
-Son sucesiones de cosas: empezamos a agarrar mucho más rodaje, nos empezamos a conocer más, a entender por dónde era el juego y nos pusimos más agresivos en defensa, lo que nos faltó un poquito en la primera ronda. A partir del partido contra Boca (derrota como local por 90 a 79) fue que nos dimos cuenta que podíamos ser un poquito más agresivos en la defensa y de ahí las cosas en ataque se nos hicieron un poquito más fáciles.
Otro de los factores a los cuales Bertolotti atribuyó este buen presente del Fortín es el buen clima grupal, ya que expresó que “hay química y muy buena onda. Jodemos mucho, nos divertimos y creo que desde ahí es el pilar de todo, porque nos divertimos adentro y afuera, y así las cosas son más fáciles”.
El elenco de Liniers volverá a jugar este sábado a las 17 ante El Talar, luego de tener fin de semana libre al quedar postergado el encuentro ante Independiente (se jugará el 23 de mayo). Acerca del partido ante el conjunto de Agronomía, el capitán dijo: “Estamos con ganas de revertir lo qué nos pasó allá en cancha de Pinocho. Creo que ya somos un equipo distinto de la primera fase, porque como te decía antes, desde el partido contra Boca creo que cambiamos la mentalidad defensiva y a partir de ahí hubo cosas que se nos hicieron más fáciles, somos más agresivos en ese lado y eso nos ayuda mucho porque adelante tenemos gol. Nos desquitamos contra All Boys, con quien perdimos en su cancha, ahora nos toca contra El Talar”.
La vida laboral del pivot velezano afronta diversos caminos. Además de ser jugador de baloncesto, Lucas es profesor de educación física en una escuela y también es kinesiólogo. Acerca de su múltiple vocación, el interno remarcó lo siguiente: “Fui educado de que primero estaba el estudio y si eso te daba tiempo para practicar el deporte de manera más profesional posible también se estaba ahí. Pero ser responsable en el estudio es lo que más te va a dar. Uno no sabe lo qué le puede pasar como deportista, es la realidad. Después te podés reponer o no y un ejemplo es (Luca) Vildoza, que se sobrepuso (a reiteradas lesiones que padeció) y tiene como una de sus características la capacidad de sobreponerse a cosas, pero la vida útil de un deportista está medianamente acotada y uno debe aspirar a ser algo más también. El básquet es uno de mis primeros amores pero a lo que yo me dedico, que es la kinesiología por ejemplo yo lo veo mucho más acorde a mí, lo que disfruto de hacer más allá de la docencia. Creo que lo fundamental está en hacer lo que a uno le gusta y hacerlo al ciento por ciento, siempre dándolo todo. Siempre digo que tengo la suerte de que me paguen por hacer lo que me gusta, tanto en el básquetbol como en la kinesiología y el profesorado, y disfrutarlo. Vengo acá a Vélez a entrenar y lo disfruto, vengo a divertirme como también cuando soy docente y cuando estoy en el consultorio. Si uno no se divierte y no es feliz en lo que hace, es mucho más difícil. En cambio si me divierto, el tiempo pasa rápido y eso es lindo”.
-¿Con vos de kinesiólogo y con Alejo Toledo, quien es médico, el equipo está bien cubierto?
(Risas) Estamos cubiertos. Lo bueno de esto es que nuestros compañeros se apoyan en nosotros para saber qué hacer en ciertas cosas. Si bien uno no quiere dejar de entrenar, hay que saber hasta cuando sí puede y hasta cuando no. Aprovechamos esta posibilidad. Es un trabajo interdisciplinario y más allá del deporte hay que tenerlo en cuenta. Con esto no se quiere sacar ventaja de nadie, sino que todos estemos lo mejor posible para jugar y el que tiene que jugar es el que está mejor ese día. Cada cual cumple su rol en el equipo.
No es casualidad que a lo largo de su carrera, con sus 1,91 metros de altura, Bertolotti supo marcar oponentes más altos. Es que el parquet no fue el único terreno deportivo que pisó a lo largo de su carrera, sino también el tatami. Siendo mucho más chico practicó judo cuando estuvo en el club José Hernández, especialidad que es una tradición familiar, ya que su padre Alejandro fue profesor y su hermano Mariano ha competido en grandes eventos, entre ellos los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. “Fue una pieza fundamental, porque es un deporte que te da mucha consciencia corporal, estabilidad, equilibrio y firmeza para usar el cuerpo y de qué manera. Por eso me caractericé en defender a quién sea, sin importar cuánto mide o cuánto pesa. Esa fortaleza o capacidad me la dio el judo, un deporte que sigo mirando y me da mucha adrenalina al hacerlo. Gracias a mi hermano he visto a la Peque (Paula) Pareto, también a Cristian Smith y Ariel Sganga, entre otros.
Por otra parte, desde su lado docente, Bertolotti se refirió a otros temas de actualidad, como la difícil situación de pandemia que atraviesa Argentina y el resto del mundo. Y como educador, el ex basquetbolista de Atlético Pilar se permitió reflexionar y dejar un mensaje sobre un tema muy discutido en las últimas semanas a nivel nacional, como fueron las clases presenciales en los colegios: “Es necesaria la presencialidad, por el vínculo que es lo más importante para un chico en desarrollo, porque a un adolescente lo forma mucho y este año, luego del anterior en el que no hubo clases presenciales, se ven muchos síndromes y complicaciones en chicos con problemas de adaptación o más desde el ámbito psicológico que les afecta mucho. En el colegio donde me toca trabajar es un lugar donde se cumplen mucho los protocolos, no hay que desatender la salud y cuidarse mucho, ser muy responsable por uno y por el otro. Si nos cuidamos es todo un poco más fácil”.
-¿Cuánto se siente la falta de público en los partidos?
-Lo extrañamos porque es un apoyo y porque además es muy raro jugar con la cancha en silencio. El apoyo del de afuera y sentir el apoyo de la familia se extraña mucho, lo veo muy lejos de poder concretarse a corto plazo.
Otra de las noticias de la semana tiene que ver con la presencia argentina en la NBA. Además del buen momento de Facundo Campazzo en Denver Nuggets, debutó Gabriel Deck en Oklahoma City Thunder y también se confirmó la contratación de Luca Vildoza en New York Knicks. Como colega, Lucas celebró este buen presente del básquetbol argentino: “Me encanta, porque uno antes lo veía como algo que se decía ‘guau, llegó un argentino a la NBA’ y ahora decimos ‘¿por qué éste no está todavía?’; es decir, lo que es la calidad y la responsabilidad. Yo que tuve suerte de ver desde sus inicios a la Generación Dorada es como que ellos generaron un legado, que es lo más importante que produjeron y ahí ves la responsabilidad de todos los que vienen desde atrás, como (Nicolás) Laprovittola cuando estuvo En San Antonio, ahora Campazzo, Deck, Luca Vildoza."
-Te agrego a Leandro Bolmaro que próximamente va estar…
-Bolmaro, un pibe que decís “qué mejor que se hicieron las cosas y cómo cambió la mentalidad del deportista”. Antes era un sueño y ahora es lograble para ellos. Es hermoso poder verlos y decir por ejemplo “hoy juega Campazzo”. Es lindo ver a Campazzo cuando se enoja cuándo erra un pase o cuando no roba una pelota, cómo ordena un equipo que es tremendo candidato al título como lo es Denver, más allá de la baja de (Jamal) Murray. También bien en lo de Tortuga Deck. En un equipo que está en desarrollo cómo jugó en el primer partido, porque no tenía ni entrenamientos y la actitud y la grandeza con la que juegan es como si fuera en el patio de la casa. Son ciento por ciento profesionales.
Fuente: Prensa Vélez Sarsfield
Fotografìa: Javier de Biase