El Tiburón derrotó 80-77 a Lanús,como visitante, con un furioso último cuarto (36-24).
El Granate no logró recuperarse de la caída del viernes ante River y sumó su segunda derrota al hilo. En tanto que, el equipo de Don Torcuato concretó un triunfo resonante, tras remontar un comienzo adverso de 16-0 y un inicio de último capítulo con 12 puntos de desventaja, sin contar con su base Juan Bello (contractura de gemelo).
El conjunto de Álvaro Castiñeira ahora posee un récord de 8-3 y continúa en la cima de la
División Metropolitana, aunque el Millonario lo puede sobrepasar mañana si derrota a Huracán de San Justo. Por su parte, el Tiburón ahora ostenta un registro de 4-7.
En el plano individual sobresalió la labor de
Damián Pérez con 19 puntos (5/9 en triples), secundado por
Mariano Rabazano con 20 unidades (9/15 de campo). En el rincón del perdedor se destacó
Maxi Stanic con 17 tantos y 11 asistencias.
La historia comenzó con un Lanús avasallante, que controló el ritmo, maniató al oponente, fluyó muy bien en ofensiva y hasta brilló para un arranque 16-0, a falta de 4 minutos. Pau (7), Funes (7) y Chaine (6) guiaron al Granate en ese tramo muy productivo. No obstante, el visitante salió de su letargo con resoluciones rápidas e individuales de Koleff (8) y estampó un parcial 16-4, para que el cuarto se clausure 20-16.
En el
segundo capítulo ya estaba instalada la paridad. El dueño de casa continuó con sus engranaje de ofensivas de consecución de pases para tomar una brecha 27-21, a los 4 minutos. Empero, Caza y Pesca volvió a remontar con la energía de su plantilla joven y pasó por primera vez al frente 28-27, con un pasaje 7-0, con 3:50 minutos en el reloj. Lanús acusó el golpe, dentro de una dinámica de inseguridad (5 pérdidas) y baja efectividad (4/13 de cancha). Aún con ese contexto de dificultad, el local se las ingenió para retirarse al entretiempo en ganancia 36-31.
Tras las charlas en vestuarios, el Grana conservó un rendimiento atildado, con buena circulación del balón (8 asistencias) para acaparar una renta interesante 51-37, a los 5 minutos. En un trámite de goleo escaso, el Tiburón pudo maquillar sus dificultades (6/17 de campo) con Pérez (5) como usina para cerrar abajo 53-44.
Un triple de Pau inauguró el
último episodio, para que Lanús se distanciara 56-44. Lejos de administrar esa ventaja, el anfitrión ingresó en una vorágine negativa. El elenco de Don Torcuato ejecutó un vendaval 17-2, con el que rápidamente revirtió el tanteador a su favor 61-58, con 4:30 minutos en el electrónico. El Granate cayó en las imprecisiones y desatenciones en defensa (le tomaron 12 rebotes ofensivos en el partido) y desdibujó su línea. La visita comandó el tablero, con rentas de 6 puntos, merced a un intratable Rabazano (11), acompañado por los desparpajos de Pérez (8) y Koleff (8). Caza y Pesca experimentó una producción altísima en ataque (13/19 de cancha). El equipo de Castiñeira fue de remolque y en el lapso final amagó con empardar hasta acercarse 78-77, a falta de 18 segundos. Pero en las últimas jugadas careció de fortuna para forzar el suplementario. El huésped redondeó un último cuarto de ensueño (36 puntos) y terminó con una celebración 80-77.
Síntesis:
Lanús 77: Stanic 17, Pau 17, Funes 21, Franchino 6 (x), Chaine 12 (Fi); Sevegnani 2, Chahab 0, Marín Lucero 2, Castiarena 0, Sampaulise 0. DT: Álvaro Castiñeira.
Caza y Pesca 80: Bonfigli 4, Koleff 18, Bolgieri 2, Reggi 3, Casacchia 9 (Fi); Pérez 19, Méndez 5, Rabazano 20. DT: Daniel Bello.
Parciales: 20-16, 36-31, 53-44.
Árbitros: Grondona y Gurman.
Estadio: Antonio Rotili.
Fotos: Tatiana Fantoma.
Fuente: Prensa Lanús.