Lo cotidiano no debe confundir. Decir que un jugador argentino está en la NBA se hizo costumbre en este siglo, pero no debe quitarle el nivel de excelencia de la noticia. Porque se trata de la elite mundial del deporte de la naranja, el lugar reservado para los mejores. Y la temporada 2017/18, que comenzó este martes, seguirá deleitándonos con presencia nacional, y por partida doble.

Se trata, al mismo tiempo, de una unión de generaciones. Porque uno de nuestros representantes será, una vez más y como desde aquella 2002/03, Manu Ginóbili, dispuesto a continuar con su camino de leyenda a los 40 años. El otro, una de las joyas de la renovada camada celeste y blanca, Nicolás Brussino, quien a los 24 va por su segunda campaña en la mejor liga del planeta.

Para el escolta bahiense será, nada más y nada menos, que su 16ª temporada en la liga, todas con la camiseta de San Antonio Spurs, que volvió a confiar en su calidad para darle cosas positivas al equipo. Manu es, quizás, uno de los mayores ejemplos de vigencia y profesionalismo en la competencia, ya que sólo tres jugadores se mantienen activos con al menos 40 años. Está claro que para Ginóbili ya no se trata de una cuestión numérica. Lo suyo se medirá por su inteligencia, liderazgo y conocimiento del juego, clave para un plantel que no tiene tantas armas de experiencia como en el pasado. De hecho, será la segunda campaña tras el retiro de Tim Duncan, y Tony Parker, la otra pieza del histórico Big 3, volverá en unas semanas mientras se recupera de una lesión.

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Más allá de eso, el zurdo viene de un muy buen desempeño en la 2016/17: 7.5 puntos, 2.3 rebotes, 2.7 asistencias y 1.2 robos en 18.7 minutos de promedio. El objetivo del equipo, por supuesto, será meterse en la conversación grande y disputarle la corona al gran candidato y campeón defensor, Golden State Warriors.

Por si hace falta algo para sumarle al enorme valor de Ginóbili en la historia de la NBA, vale un repaso por sus números en fase regular: 992 partidos disputados, con un total de 13.467 tantos, 3.555 recobres, 3.838 pases gol y 1.349 recuperos en 25.560 minutos de acción. Sobran los récords en su historial, donde se destacan cuatro títulos.

Por el lado de Brussino, se trata de una continuidad para su proceso de crecimiento y desarrollo como jugador dentro de un contexto inmejorable. Esta vez, en otra casa, ya que tras disputar la 16/17 en Dallas Mavericks, fue fichado por Atlanta luego de que el equipo texano lo cortara antes del inicio de esta pretemporada. Los Hawks son un equipo en reconstrucción y sin grandes nombres, y el de Cañada de Gómez tratará de ganar un lugar en la rotación del perímetro.

Brussino: Mantendré la misma línea que en Dallas, la de seguir aprendiendo y formándome como jugador.

Nico mostró destellos de su talento en su primera campaña: 2.8 puntos, 1.8 rebotes y 1 asistencias en 9.6 minutos de media (disputó 54 encuentros). En los partidos de exhibición, promedió 4.4 tantos y 2.2 recobres en 11.7 minutos (cinco juegos).

El debut de Atlanta será este miércoles justamente contra Dallas. El de San Antonio, frente a Minnesota. Una vez más, habrá que seguir a nuestros embajadores en el mejor básquet del mundo.