Su metro noventa y tres no pasa desapercibido… como tampoco lo hace la felicidad que irradia por saberse una de las 12 integrantes de la plantilla que irá de tras del sueño mundialista en la AmeriCup Femenina, que a partir del próximo 6 de agosto se disputará en el Templo del Rock.

El tiempo pasa para todos, por eso no es de extrañarse que ya sean cuatro los años que transcurrieron desde que Mara armó los bolsos y emigró a Canadá, yendo en búsqueda de su sueño universitario, el cual ahora, está a menos de doce meses de concluir.

En su futuro horizonte, aún no decidido, son dos las posibilidades que ganan terreno. Por un lado, la más deseada; emigrar a Europa y transformarse en una jugadora profesional. Por el otro, y casi por decantación de truncarse la primera; quedarse en suelo canadiense, y abocarse de lleno a la profesión de la cual hoy la separan solo un puñado de materias.

Le encantan las empanadas y el vitel toné, aunque se autodefine como una persona que no tiene historia con la comida. Tampoco con la música. Su rango es amplio, desde algún clásico retro a un tema pop de moda.

De igual forma todo eso queda de lado, incluso Bishops. Hoy su cabeza piensa en celeste y blanco. Solo en celeste y blanco.

¿Cómo fue quedar entre las 12?
- ¡Fue una noticia muy buena! La verdad es que me alegró mucho.

Sos de las de menor edad en este plantel, y a su vez, la que menos torneos jugó con la Selección, ¿Esperabas esta convocatoria?
- Después de tener una buena temporada en la universidad, tenía la esperanza de que me llamaran y así fue, eso me re alegró… ni te cuento ahora que quedé (risas).

¿Cómo fue irte a Canadá?
- Fue una decisión difícil, pero que sabía iba a ser para mi bien y me iba a ayudar mucho en lo académico y deportivo.

Encarás tu último año universitario, ¿Cuánto cambió esa Mara que dejó Vélez detrás del sueño académico?
- Cambió mucho. Estando en Canadá crecí un montón, tanto como persona como en lo basquetbolístico.

Muchas chicas no han podido afianzarse y se volvieron sin terminar la carrera… ¿Costó, cuesta o ya tenes tu lugar ahí y te sentís a gusto?
-La verdad es que me siento muy a gusto donde estoy. Todo el entorno que se me ofreció hizo que mi adaptación fuese mucho más fácil.

¿Adquiriste alguna costumbre canadiense? ¿Qué hábito criollo no se te fue pese a los años y la distancia?
- A ver… (piensa), en realidad lo que se me pegaron fueron modismos del idioma, otra cosa creo que no. Y lo que no perdí fue el horario de las comidas. No me acostumbro a que cenen tan temprano.

¿Cómo fue jugar el mundial 3x3? ¿Te dio cosas para aplicar en el 5vs5?
- Fue una experiencia única, y a la vez, diferente. En mi opinión hay ciertos aspectos básicos que si se pueden aplicar, pero en general es muy diferente al básquet convencional; se juega mucho más físico, al borde o ya pasándose de la falta, que eso claro está no sucedería en un partido FIBA común y corriente.

Para el que no te conoce, ¿Cuál sería una breve y buena descripción de Mara?
- Aguerrida, batalladora… que no renuncia nunca.

Este será su primer torneo oficial junto con la selección mayor. Disputó el FIBA Americas U18 del 2012 (1.4 puntos, 1.4 rebotes, 0.8 asistencias) y el Mundial U19 del 2013 (2 puntos, 2 rebotes). En la temporada 2016/17 junto con Bishops, jugó 23 cotejos, con una media de 30.3 minutos, 10.7 puntos (66.6%TL 46.3%T2) 7.9 rebotes (5.3 defensa, 2.5 ataque) 0.7 asistencias, 3.2 pérdidas, 0.4 recuperos, 1 tapa y 2.9 faltas.

Foto: FIBA.

Emanuel Niel
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