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No es fácil jugar en la Liga y ser base

Viernes, 10 de Noviembre de 2017 / Publicado en La entrevista de la semana
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Diego Gerbaudo pasó por La entrevista de la semana y analizó su gran inicio de temporada con Salta Basket. Su decisión de sumarse a un proyecto nuevo, los trabajos para alcanzar su buen nivel personal, la salida agridulce de Atenas, el nivel de la competencia, su paso por Europa siendo joven y más.

-¿Qué análisis hacés del inicio de los cuartos de final?
-Sabemos que no hicimos un buen juego ante San Martín. En defensa no estuvimos mal, pero sí tuvimos porcentajes muy malos. Fue uno de esos partidos en donde no entra una, y así se complica. Hay que cambiar la cabeza y tratar de sacar los dos juegos en Corrientes.

-Imagino que, más allá de cómo termine esta serie ante San Martín, las expectativas están cumplidas con este comienzo de temporada, ¿no?
-Sí, ni hablar. Nos tocó lo que, para mi, fue el grupo más fuerte del Súper 20, y terminamos saliendo segundos. Después nos tocó un rival durísimo como Estudiantes de Concordia y lo sacamos adelante. Lo que ha hecho el equipo hasta acá es muy meritorio, y es fruto del trabajo que venimos haciendo en estos meses.

-¿Qué tiene Salta Basket para estar sorprendiendo y transformándose de a poco en la revelación del torneo?
-Somos un equipo que no nos entregamos nunca, que defendemos muy bien. De hecho, estamos entre las dos mejores defensas de la Liga, y eso nos fortaleció mucho. En ataque, cada uno aporta lo suyo, más allá de que por momentos nos cuesta. Pero eso es normal para un equipo nuevo. Tenemos mucha química, nos entendemos bien y tenemos un grupo muy bueno, eso suma mucho también.

-¿Qué te llevó a elegir este proyecto? Porque siempre hay incertidumbre cuando se sale de un lugar conocido y se llega a un lugar completamente nuevo.
-Yo había hablado en Atenas, y por un tema u otro el entrenador me dijo que no iba a contar conmigo porque estaba buscando otras características para la base. Salí al mercado, hubo algunos equipos y justo era el casamiento de mi hermana acá en Salta, y mi representante me dijo que me podía juntar con la gente del club. Me contaron el proyecto, conocía a los jugadores que iban a traer y mi hermana vive en Salta hace cuatro años, es un lugar que me gusta mucho. Hablé con mi señora y le dimos para adelante.

-Desde lo personal, se te nota en un nivel altísimo. ¿Cómo te estás viendo?
-La verdad es que bien. Me estoy sintiendo muy bien físicamente, hicimos una gran pretemporada con el profe, y nos entrenamos muy bien con Ricardo (De Cecco). Yo quería hacer una buena pretemporada, en el receso me entrené mucho para llegar con unos kilos menos para poder ponerme de la mejor manera posible. Me siento muy bien acá.

-¿Por qué pensás que estás en este nivel de confianza y de juego tan alto? ¿Cambiaste algo puntualmente, te enfocaste más en lo físico como dijiste?
-Sí, me propuse estar bien físicamente, con unos kilos menos. Creo que eso es lo fundamental, y hay que mantenerse, que quizás es lo más difícil. Pero la estoy llevando bien, tengo una dieta que respeto. Creo que estando bien físicamente, uno puedo tener más réditos.

-¿Cuánto influye en tu buen nivel el hecho de ser uno de los líderes del equipo, de llevar adelante ese rol?
-Mucho, porque te exige más. Cuando estás en un proyecto como uno de las piezas principales, uno quiere estar bien para guiar al equipo. Y es fundamental mantenerse 100% físicamente y estar bien en todo momento.

-¿También necesitabas una revancha después del reciente paso por Atenas? Por lo que dijiste, te querías quedar, y quizás tenés ganas de demostrar algo.
Sí. Te digo la verdad, yo tenía casi todo arreglado, había hablado todo con Bruno (Lábaque). Y me quería quedar porque recién nacía mi hija y estábamos todos en Córdoba. Pero bueno, creo que los cambios siempre vienen bien. Y el nacimiento de mi hija me hizo ver otras cosas, pensar distinto en algunas situaciones. Hoy estoy feliz en Salta Basket, mi familia está contenta por estar en la ciudad y la gente de acá nos está tratando de diez.

-¿Fuiste padre por primera vez?
-Sí.

-Seguramente te cambió la cabeza, ¿no?
-Sí, es increíble. Antes quizá me hacía problema por todo, y esto te cambia la visión de muchas cosas.

-¿Cómo fue vivir esa última etapa en Atenas, donde los resultados fueron decididamente negativos?
-Fue duro. Se habían traído jugadores para estar arriba, sobre todo en el segundo año. Y no salieron las cosas. En lo personal, además, en mi segunda temporada estaba en un momento muy bueno y tuve la lesión en un dedo, que fue algo impensado. No es fácil jugar en Atenas, todos los saben. Es el más ganador de la Liga y hay mucha presión, pero no es excusa por las temporadas que tuvimos.

-¿Es muy difícil esa presión, la nota el de adentro?
-Sí, ni hablar. Hay presión y se siente cuando se juega ahí. Por la historia, porque cuando entrás a la cancha ves todos esos banderines colgados… Hay presión de todos lados, ahí se tiene que ganar o ganar. No es fácil jugar, pero el que se adapta y entiende cómo se maneja todo ahí, la termina pasando muy bien. Espero que levanten y empiecen la Liga de la mejor manera, porque tengo mucha gente querida ahí. Ojalá les vaya muy bien.

-Lo comentaste un poco recién. Sufriste lesiones, esa puntual de la mano y otras musculares, que quizá no te dejaban dar la cara en momentos importantes. ¿Cómo llevaste esos momentos duros para la cabeza?
-Son momentos de impotencia. El equipo no estaba bien, yo me estaba sintiendo importante adentro y de la nada, en un entrenamiento, me rompí la mano. Es una gran impotencia. Pero con la ayuda de los familiares y los compañeros, uno siempre se recupera y vuelve.

-Te cierro el capítulo de Atenas. ¿Duele, seguirá doliendo un tiempo o ya no duele el hecho de no haber seguido?
-No, no duele para nada. Ya está, cambié el chip. En su momento sí dolió, como le puede pasar a cualquiera en un trabajo, y te agarra bronca. Sabía que, al no estar Bruno (Lábaque), podía demostrar otras cosas. Pero ya está, estoy en Salta, estoy muy contento acá y en un equipo que le está yendo de la mejor manera.

-La semana pasada, Lucas Faggiano hablaba de lo complejo que es ser un base en la Liga Nacional por la cantidad y calidad que hay en el puesto. ¿Coincidís?
-Sí, totalmente. Creo que hay jugadores muy buenos en la posición. Y además, hoy en día no es fácil jugar con muchos extranjeros en el equipo. Lucas habla inglés y se le hace más fácil seguro (risas), pero a los que no lo hacemos de la mejor manera se nos complica más. La realidad es que el puesto del base es difícil en todas las ligas, tenés que hacer jugar y jugar vos también. Además, nuestra competencia se está poniendo cada vez más intensa, son muchos partidos seguidos que requieren que estés siempre al 100%. No es fácil jugar en la Liga y ser base.

-¿Cuánto les complica o cómo repercute esa mayor cantidad de extranjeros alrededor?
-Personalmente, no me gusta mucho el tema de tantos extranjeros. Creo que dos por equipo estaría bien. Pero bueno, hay que acostumbrarse a lo que hoy permite la Liga. Creo que hay nacionales de mucha calidad que están sin trabajo o jugando en ligas menores por no tener ese lugar o posibilidad. Mientras más extranjeros haya y menos conozcan la Liga, todo es más complicado. Y repercute en el nivel de la competencia. Está bien, quizá se está ahorrando en un nacional de calidad, pero después se cambian cinco o seis extranjeros y a lo mejor terminás gastando lo mismo. Pero cada club hace lo que le parezca bien para su equipo. Mientras siga estando la regla de los ocho extranjeros, se nos complicará más a los nacionales. Ojalá algún día se pueda cambiar.

-Hablando de eso, quedó un ejemplo negativo puntual en Quimsa el año pasado.
-Totalmente. Generaba impotencia ver eso. Y no es por tener algo en contra de los extranjeros, los comprendo porque quizás no se sienten muy cómodos. Pero yo vi una imagen muy clara de ellos en Quimsa el año pasado, donde todos los nacionales estaban en mitad de cancha saludando a la gente después de un partido, y los extranjeros ya estaban en el vestuario, quizás bañados y todo. Ojalá pueda cambiar la regla, todos los nacionales y muchos entrenadores lo desean.

-Te llevo un poco hacia atrás. En su momento te tocó ser una gran promesa del país, y hasta tuviste la chance de probar suerte en el exterior. ¿Cómo recordás aquella época, cómo fue ese momento?
-Fue algo increíble. Era muy chico cuando pasó todo. El Real Madrid me fichó cuando tenía 14 años, y no entendía mucho de qué se trataba todo esto. De a poco fui madurando, me tocó volver para jugar el TNA en Regatas de San Nicolás y empezó todo. No me arrepiento de nada de lo que hice, pero me fui siendo muy chico. Pensaba que allá iba a ser otra cosa, y no lo fue. Es así, quizás le ha pasado a muchos chicos el hecho de ser promesa y no terminar cumpliendo las expectativas. Hoy en día estoy conforme con lo que hice y lo que estoy haciendo.

-¿Es muy difícil ser una promesa en Argentina, cargar con esas comparaciones que empiezan a surgir cuando sale un chico con talento?
-Y sí, son cosas que se sienten. En su momento estaba en casi todas las selecciones, me quería el Real Madrid y salía en varios lados. Hasta tengo un recorte del Diario Marca. Es hermoso que te pase eso, pero pienso que tendría que haber esperado más para irme, y encima me fui solo. Pero te repito, no me arrepiento de nada de lo que hice, son cosas que pasaron y las tomo como una experiencia muy linda.

-¿Qué te faltó para darle continuidad a ese paso por Europa?
-Creo que también me faltó un poco de suerte, porque el Madrid en su momento me prestó a un club de la Liga italiana que terminó desapareciendo de la competencia después de hacer la pretemporada. Ahí me vuelvo a Quimsa, con 18 años y un poco decepcionado con lo que había pasado. Pero bueno, también depende de uno mantenerse, estar todo el tiempo bien y superar esas cosas. Hoy estoy feliz con mi presente, el pasado ya quedó atrás.

-¿Y qué te planteás desde lo personal para ahora y para el futuro? Tenés 28 años recién cumplidos y todavía sos joven.
-Quiero estar bien físicamente todo el año, seguir por este camino actual y llevar al equipo adelante, junto con mis compañeros, para hacer lo mejor para Salta. Por ahora lo estamos haciendo bien. Es un club humilde que tiene ganas de hacer las cosas bien, así que nosotros debemos hacer lo mejor posible.

Leandro Fernández
@FernandezLea
[email protected]
@cabboficial

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