Carlos Alves, Director Ejecutivo de FIBA Américas, pasó por las oficinas de la CABB para analizar la actualidad de la institución, conocer en profundidad la evolución de las distintas áreas y transmitir la línea de trabajo que promueve la entidad madre. Antes de la despedida se permitió unos minutos con nuestro Departamento de Prensa.

-¿Qué expectativas tiene respecto de este nuevo desafío y cuál cree que es el camino correcto para el desarrollo de las Federaciones de América?

-Es un honor estar liderando FIBA, hay un trabajo muy duro. La estructuración, los cambios que vamos a hacer, siempre con la misión de FIBA del desarrollo de los países. Hay cuatro pilares estratégicos que nos vamos a enfocar: primero, el desarrollo de las Federaciones, las oficinas regionales. En segundo lugar, el progreso de los chicos, en tercero, las competencias con innovación de parte de los clubes y, por último, el perfeccionamiento de las estrellas, que pueden ser jugadores, árbitros, administración, etc. Me encanta estar liderando esto.

-¿Cómo evalua hasta acá el nuevo formato de eliminatorias? ¿Está cubriendo las expectativas?

-El objetivo del nuevo sistema de competencias se divide en dos instancias. En la primera: el desarrollo de jugadores que durante el proceso anterior no tenían la chance de representar a la Selección. Ya en la tercera ventana nos dimos cuenta de que había jugadores que hasta hacía dos meses no sabíamos su nombre. En segunda instancia, damos mucha importancia al arraigo.  Argentina va a jugar seis partidos de local, donde estará siempre con su gente y con la exposición que eso conlleva. Sin dudas estamos muy contentos en FIBA. Es un cambio positivo.

-¿Cómo está el conflicto con Euroliga?

-Es una gestión muy sensible pero nosotros estamos enfocados en el desarrollo del baloncesto. Claro, nos gustaría mucho tener a todos los jugadores participando de las ventanas, pero no es un proceso que tenemos de un año. Las ventanas van a quedar ahí por los próximos 100 años. Sabíamos que iba a ser complicado durante esta primera etapa, pero creemos que esto va bien.

-Usted fue jugador durante casi una década. ¿Analiza aún el juego desde esa perspectiva, cuando ve partidos? ¿O ya se enfoca definitivamente desde un lado más dirigencial?

-Sin dudas que de los dos lados. Yo creo que para los próximos tres o cuatro años necesitamos una gestión muy estratégica de FIBA Américas con objetivos claros, implementaciones. Yo creo que una de las razones por las cuales estoy liderando FIBA es que jugué el juego en la cancha, pero años anteriores también estuve en Nike y ahí si tracé un conocimiento dirigencial de lo que tenemos que implementar, con una estructura, una manera formal de desarrollar la oficina.

-¿Cuáles son las claves, según su opinión, para que el básquet femenino continúe con este proceso de crecimiento y proyección?

-El básquet femenino es una prioridad porque tenemos que rescatar todo lo que no se ha hecho los últimos cinco años, pero tenemos potencias mundiales como Brasil, Argentina, Canadá y Puerto Rico. Yo creo que no es tan complicado como algunas personas creen. Si tenemos una Liga local estructurada, promovemos las competencias locales con intercambios y principalmente la base del femenino, tenemos todo para retornar al tope.

-¿Cómo ve la gestión de CABB desde afuera?

-Muy bien la veo. Estuve con el equipo de Federico Susbielles, hay muchas estructuras. Me encanta el trabajo que está haciendo la CABB con la base. Estábamos hablando de una estrategia de cómo hacemos nosotros un trabajo en los próximos siete años juntos para que la CABB, en el Mundial del 2023 o en los Juegos Olímpicos de 2024, esté entre los tres primeros puestos. Le dije a Federico: “Quiero una Medalla de Argentina en alguna de las dos competencias”. Yo creo que está muy bien, veo en CABB profesionalismo y un plan claro. Tenemos oportunidades y hay que mejorar las flaquezas.