Llega a la preselección tras consagrarse en Europa y alcanzar la NBA, aunque no llegó a debutar. La explosión del marplatense luego de China 2019, contada por Maxi Seigorman.

Sangre fría, carácter desafiante y mentalidad ganadora. Desde su debut en Quilmes, hace 10 años, hasta hoy, Luca Vildoza mantiene la misma personalidad que lo llevó a superar lesiones, vencer obstáculos y triunfar en Europa, sin contar su reciente llegada a la NBA, donde no alcanzó a debutar esta temporada con los Knicks.

En el juego, entre tantas virtudes, destaca por su desequilibrio, visión de cancha, manejo de balón y poder de gol, cualidades que realza con movimientos elegantes que lo distinguen del resto. El marplatense de 25 años es una de las armas ofensivas más importantes con las que cuenta Sergio Hernández entre sus 15 preseleccionados para Tokio 2020 y es, sin dudas, uno de los más talentosos dentro del plantel.

A pocos días del viaje a Las Vegas, donde la Selección Argentina afrontará una serie de amistosos previo a los Juegos Olímpicos, Maxi Seigorman, uno de los asistentes de Oveja dentro del cuerpo técnico, habló con Prensa CAB y describió cómo fue el crecimiento de Luca en estos últimos dos años, tras el subcampeonato obtenido en el Mundial de China en 2019.

“Luca ha tenido un crecimiento muy importante desde su salida hacia Europa, no solo en éste último periodo, pero está claro que post mundial se vio mucho de su potencial, con el cual alcanzó el título de la ACB con el Baskonia, siendo el MVP de esa final y ganando ese torneo en la última jugada con un doble suyo”, describe el coach, recordando aquella histórica final ante el Barcelona disputada hace un año, en la que el base anotó 17 puntos, incluyendo la bandeja que definió el juego a 3.2 segundos del final.

“Uno de los puntos más altos que tiene son las acciones ofensivas con el balón en sus manos. Sabe resolver de muchas maneras, no solo desde el drible, sino también generando pases y asistencias a sus compañeros con una calidad de ejecución sorprendente, propio del talento que tiene para ver el juego”, agrega.

Vildoza jugó un total de 62 partidos con el Baskonia la temporada pasada, incluyendo ACB, Euroliga, Copa del Rey y Súpercopa. Entre todos ellos, acumuló una media de 10.6 puntos, 3.5 asistencias, 1.9 rebotes, 1.6 robos y una efectividad de 37% en triples en 24.5 minutos de juego.

“Está claro que el paso adelante que dio esta última temporada lo ratifica con su llegada a New York Knicks, lo que lo va potenciar aún más como jugador, no solo por lo que tiene por delante en la NBA, donde va a querer demostrar todo su talento, sino también por el gran espíritu competitivo que tiene y que lo lleva a disfrutar de este tipo de desafíos. Es un jugador con personalidad, con mucha percepción de lo que sucede en el juego y sumamente intuitivo”, detalla Seigorman.

Hace un par de años, en China, Luca adoptó el papel de revulsivo entrando desde el banco. Su más memorable actuación se dio ante Serbia en aquellos inolvidables cuartos de final, en los que tuvo un aporte clave para el triunfo argentino, con 11 tantos (3/5 en triples) y tres asistencias.

“En el Mundial Luca mostró mucho de su potencial, que seguramente lo llevó luego a conseguir todo lo que le viene sucediendo en esta última etapa. Sin dudas ha logrado una regularidad en su juego, tanto en ACB como en Euroliga, pero, a su vez, lo hizo manejando un equipo que es siempre competitivo, en el cual las exigencias son siempre elevadas. La percepción e intuición que marcaba antes es lo que lo llevó a finalizar primero en promedios de recuperos en ACB y segundo en Euroliga, además del potencial ofensivo que antes mencionaba”, señala el DT.

Aquella gran proyección que demostró en China se fue transformando en realidad. Vildoza se desarrolló como un líder, capaz de incidir en el juego con o sin balón, siempre en pos del equipo. Para esta Selección, que ansía competir frente a frente ante las potencias mundiales, el armador marplatense es una garantía de buen juego, ejecución y disciplina.

“Luca es un jugador que en transición tiene muchísimo potencial y capacidad para resolver con el balón en sus manos. Tiene un tremendo poder de resolución en acciones del pick directo y diversas maneras de ejecutarlas. Su visión y capacidad para pasar el balón son otros de los grandes recursos que maneja. Es un jugador que puede desenvolverse como un guardia natural y conductor del equipo, como también compartir la posición como lo ha hecho en innumerables oportunidades y hacerlo eficazmente. Una de las grandes virtudes de Luca es el poder de repentización que posee, y eso es muy beneficioso para nuestra Selección”, explica Seigorman sobre lo que puede aportar Vildoza dentro del equipo.

El 15° argentino en llegar a la NBA irá en plenitud a los Juegos Olímpicos. Superó sin problemas aquella cirugía que tuvo en su hombro derecho, en febrero de 2020, con una temporada repleta de éxitos que culminó con su llegada a los Knicks.

Hace un mes, desde Nueva York, Luca charló con Prensa CAB y mostró su ilusión por vestir la celeste y blanca por primera vez en un Juego Olímpico: “Tengo muchas ganas de juntarme con los chicos. Ya llevamos dos años, no nos pudimos ver, no pudimos festejar siquiera el haber sido subcampeones del mundo, sabiendo que nos teníamos que quedar en Europa y pocos pudieron volver a Argentina. Siempre representar a la Selección es un privilegio y más allá de esto que me está pasando, es realmente una ansiedad poder estar de nuevo”, expresó.