El progreso del pivote ha sido marcado desde su acotado pero valorado aporte en el Mundial 2019. Brilló en la última Liga Nacional y ahora hace un trabajo especial en Chaco para llegar afilado a Las Vegas.

Podríamos definir a Tayavek Gallizzi como un altruista de Selección. El flamante refuerzo de Instituto entrega siempre lo que Argentina necesita de él, haciendo lucir a sus compañeros en busca de la gloria colectiva. Solidaridad es un concepto que debió asimilar desde muy chico cuando, en el 2003, la peor inundación en la historia de Santa Fe dejó su hogar bajo agua. Aquel asustado pequeño de 10 años que se reencontró con su madre y hermana luego de dos angustiantes días se convirtió, casi dos décadas después, en uno de los rescatistas del equipo nacional

En el Mundial de 2019, sus promedios fueron de 1.7 punto y 1 rebote en 6 minutos por partido. Pero más allá de los números, debió enfrentarse por caso a jugadores de la talla de Jokic, Gobert o Marc Gasol, y nunca desentonó. “Esa es una esencia muy argentina, la de no entregarse. Teníamos en frente a tipos buenísimos individualmente, pero como equipo, los anulamos. Sabíamos que si cada uno de nosotros llevaba adelante su misión, el conjunto se iba a ver beneficiado. Creo que entre todos los pivotes hicimos que los rivales la pasen mal”, declaraba Taya en el Twitch de CAB en referencia a su acotada pero valiosa participación en China.

Pero, claro, Taya no se quedó con eso y su progreso fue constante desde aquel lejano 2019. El pivote fue de los mejores en la última Liga Nacional y gran responsable de que Regatas haya llegado hasta cuartos de final, siendo el jugador de mayor valoración del con 14.5. En el poste mantuvo su juego físico, duro, aguerrido y de buenos fundamentos. Pero, aggiornándose a las características del básquet moderno, mostró soltura a la hora de pasar el balón, y sumó efectividad en su tiro de media distancia. En 40 partidos, promedió 11.7 puntos (máximo de su carrera, con 60% en dobles y 33% en triples) y 4.5 rebotes en 22.5 minutos. “Uno de mis objetivos era ser un pivote importante dentro de la Liga y siento que llegué a serlo”, confesaba el santafesino de 2m06 que fuera elegido dentro del Quinteto Ideal del torneo.

Uno de los propulsores de su llegada a la Gloria es Lucas Victoriano, que lo conoce como pocos y que justamente arregló su salida del remero para pasar al club cordobés. Consultado por esta nueva oportunidad del santafesino en el seleccionado, el ex Generación Dorada transmite que “es importante ver cómo se está preparando desde el final de La Liga, ya que los días previos a los entrenamientos con la preselección son claves y él está trabajando ahora mismo con mi asistente. Debe llegar bien físicamente y, a medida que su cuerpo se sienta cómodo, irá mejorando en todas las facetas”.

“Sigue teniendo la posibilidad de jugar en el poste bajo, y actualmente se lo ve más seguro en su tiro. Defensivamente, como siempre, es una gran rueda de auxilio para el equipo. Puede contener a jugadores más bajos, e incluso más altos y fuertes de muy buena manera”, analiza el coach. Y en cuanto al rodaje de Taya con la Argentina, agrega: “Hasta ahora, me parece que en la Selección se ha conformado con poner buenos bloqueos, pero es capaz de hacer muchas otras cosas, ojalá se anime a intentar más. Su juego depende mucho de su cabeza y autoestima. Si está con confianza, va a ayudar mucho al equipo”.

Acompañando esta idea, Gallizzi manifestaba que “cuando entraba a la cancha pensaba en hacer lo mejor para el equipo, respetar los sistemas, poner buenas cortinas, y lograr que mis compañeros queden solos. Me centraba en ese trabajo y en defender”. El pivote sabe que tiene dotes sólidos para brindar, pero también comprende su rol a la perfección. Es uno de esos jugadores necesarios, que tal vez no brillen a la vista, pero su aporte, el trabajo sucio, no se puede medir sólo con estadísticas.

Después de un breve descanso, Gallizzi se instaló en Villa Ángela para llegar a punto a Las Vegas. Allí, realiza trabajos de doble turno junto a Titi Barsanti, el asistente de Victoriano que se mudó temporalmente a la ciudad chaqueña para asistirlo. “Yo estoy radicado acá, porque acá está mi señora. Los clubes Unión Progresista y Alvear nos dieron las llaves del estadio para poder entrenar. También voy a un gimnasio muy completo, y hasta el gobierno provincial nos habilitó el polideportivo, así que estoy muy contento y sacándole el jugo”, revela Tayavek.

El propio Barsanti le informó a Prensa CAB que “por la mañana, hacemos gimnasio y transferencia a la cancha con trabajos intermitentes, combinando pasadas en velocidad con acciones de juego en transición. Por la tarde, practicamos situaciones de partido como el pick and roll y caída al aro, uno de sus puntos fuertes. En la pintura, nos concentramos en el 1vs1, buscando afianzar su derecha y aumentar la eficacia de su mano zurda. Estamos basándonos mucho en la consistencia de su tiro a media distancia, automatizando ese lanzamiento que antes no solía tomar. Y entrenamos también su mecánica de piernas, desde poste medio, poste bajo y de frente al aro. Por último, queremos darle volumen a su tiro de tres puntos, estimulando siempre su confianza para lanzar”.

“Tengo mis limitaciones, trato de tener muchas fortalezas, pero todavía a mis 28 años soy un jugador en crecimiento”, enfatiza Gallizzi. Desde China en adelante, nos encontramos con alguien evolucionado en muchos aspectos, y él mismo lo explica de esta manera: “Hacerme cargo de pelotas importantes y cerrar partidos me ayudó a estar más tranquilo. Creo que evolucioné mucho técnicamente, estoy mejor en los pases, reconozco más los espacios, protejo mejor la pelota, cometo menos pérdidas y me paro mejor en la cancha”.

Palpitando lo que viene, el obrero silencioso indica: “Mi mayor objetivo en la preparación es dar el 100% para potenciar a mis compañeros. Ya sea parte del equipo o no, estaré con la conciencia tranquila de ser parte del resultado final. Hay que demostrar esa esencia que está dentro del argentino que te hace sacar fuerza y energía de donde no hay. Ese corazón tiene que estar siempre para integrar una Selección de Juegos Olímpicos. Ojalá esté a la altura”. Pronto sabremos cuál será la decisión de Sergio Hernández, donde mucho influirá la preparación con el equipo y los amistosos pre-competencia. De lo que sí podemos tenemos total certeza, es de que Taya dejará hasta la última gota de sudor en busca de su objetivo olímpico.