Los ocho mejores equipos de la Liga Nacional disputarán series al mejor de tres juegos en busca de las semifinales. Todo lo que tenés que seguir en las cuatro eliminatorias que comienzan este martes.

No hay margen para el error. Arrancan los cuartos de final de la Liga Nacional, con cuatro series al mejor de tres juegos en las que se enfrentarán los cuatro mejores récords de la fase regular ante los ganadores de la Reclasificación. En Prensa CAB ponemos el ojo en lo que no te podes perder de cada enfrentamiento.

-La recuperación de Comunicaciones: En los papeles, una serie entre el mejor de la temporada ante el 11° de la tabla no parece nada pareja. Sin embargo, Comu se encuentra en el mejor momento del año, con 12 triunfos en sus últimos 15 compromisos contando la Reclasificación en la que borraron a Obras con un contundente 2-0. Los de Mercedes (Corrientes) parecen haber encontrado la fórmula para ganar con el liderazgo del extranjero anotador Jordan Adams, la solvencia de Juan Cantero en la base -no estará al menos en el Juego 1 por Covid-, la versatilidad de Miguel Gerlero, el corazón de Mariano Fierro y las respuestas que brinda Lucas Arn desde el banco. ¿Alcanzará para eliminar a Quimsa? Difícil, pero no imposible. El elenco de Ariel Rearte, que comenzó la fase regular 0-9, fue creciendo poco a poco hasta convertiste en un rival de riesgo para cualquiera. Tiene oficio y carácter para elevar el nivel en playoffs. El tema es lo limitado que puede llegar a estar por los casos de Covid-19.

- El desafío del N°1: Quimsa es el equipo más completo de la Liga, por nombres pero también por la diversidad que presenta en su plantel, con jugadores de diferentes características que se complementan a la perfección en sus respectivos roles. Sebastián González es la balanza que se encarga de mantener el equilibrio entre todo el talento que tiene a su disposición. Por ejemplo, entre los estelares titulares afianzados como Brandon Robinson -goleador del equipo-, Mauro Cosolito –gran defensor y tirador a distancia- y Diamon Simpson –pilar debajo de los aros-, y el empuje de los jóvenes como Franco Baralle -joven con sangre fría y gol-, Iván Gramajo -muy buen tirador a pie firme- y el ecuatoriano Bryan Carabalí, el mejor taponador del certamen. El desafío que se le presenta a la Fusión es consolidar lo que demostró durante cinco meses de fase regular en estos playoffs, a los que llegan golpeados tras la eliminación en la Champions y la inactividad en la Liga (17 días sin partidos). Basta un paso en falso para desechar todo lo que se construyó durante la temporada.

-Instituto, por la gloria y la revancha: Llevó a San Lorenzo hasta un séptimo partido en las últimas finales pero no alcanzó. La Gloria tendrá una nueva oportunidad de destronar al tetracampeón, en un contexto totalmente diferente (sólo Espinoza y Scala siguen de aquel plantel) y en cuartos de final. Si bien el presente de los cordobeses dista mucho del que los llevó hasta esas finales, existen razones para creer que pueden dar la sorpresa ante el segundo clasificado en la fase regular. Los conducidos por Gustavo Peirone vivieron momentos turbulentos pero llegan con confianza, tras superar a Olímpico en tres partidos con un excelente rendimiento colectivo en el juego definitorio. La clave pasa por el trío Brussino-Scala-Cuello, sobre todo luego de la inesperada partida de Néstor Colmenares. La conducción de Juani, la mano del Panda y la fortaleza de Loku son la fuerza vital de la Gloria, que cuenta también con un resurgido Pablo Espinoza y un Nacho Alessio dispuesto a dar el paso adelante y matizar la salida del pivote venezolano. Contra el Ciclón será clave que reaparezca el banco, liderado por Mateo Chiarini y Lucas Reyes, jóvenes promesas del equipo.

-El gran momento de San Lorenzo, en busca del pentacampeonato: Es cierto que también viene con inactividad y fue eliminado de la Champions, pero el Ciclón no sólo llega a los playoffs en su punto justo (13 victorias en los últimos 15 compromisos) ya que también cuentan con dos emblemas como el Penka Aguirre y Dar Tucker, quienes conocen la exigencia de los playoffs y lo que se necesita para imponerse en ellos. Sin embargo, hoy en día, el líder del equipo dentro de la cancha es José Vildoza. Su determinación, su visión de cancha y su capacidad anotadora lo transformaron en un jugador sobresaliente, capaz de torcer el rumbo de cualquier partido. El base cordobés de 25 años fue quien apareció en los momentos decisivos y empujó a los de Boedo hacia el segundo lugar, tras caer en una fuerte irregularidad a mediados de la temporada. Con Vildoza en plenitud, San Lorenzo es serio candidato a convertirse en el primer club pentacampeón de la Liga Nacional.

-La jerarquía de los "veteranos" de Boca: Nico De Los Santos (32 años), Leo Schattmann (33), Fede Aguerre (32) y Adrián Boccia (38). Cuatro nombres ilustres dentro de nuestro básquet a los que se les puede agregar a Martín Leiva, ya en sus 40 y con un rol menos influyente. Ellos son quienes mejor aprovecharon el descanso que significó su clasificación directa a cuartos, luego de una temporada muy exigente desde lo físico y previo a una serie muy dura ante Gimnasia. Entre los cuatro ya nombrados tenemos a un gran organizador de juego, un tirador excepcional, un interno polifuncional y un alero de gran altura con jerarquía y poder de gol. Combinado su aporte, el impacto es real: Boca suma 45.2 de sus 80.2 puntos de media, 16.3 de 39.8 rebotes y 12 de 17.4 asistencias. Son el sostén de un plantel corto, en el que también se destacan el colombiano Tony Trocha, el bahameño Tavario Miller y el Mejor Sexto Hombre de la temporada, Manuel Buendía. Y no es sólo una cuestión de promedios: Boccia fue el único de los cuatro que se ausentó en alguno de los 38 partidos de fase regular, llegando a completar 34 de ellos. Apoyados en su experiencia, los dirigidos por Gonzalo García quieren meterse en semifinales.

-La identidad de Gimnasia, un equipo implacable: cuando las lesiones y el coronavirus le dieron tregua, los de Comodoro Rivadavia se consolidaron como un equipo peligroso, basado en su juego simple, pragmático y altruista. Sin una estrella definida en el equipo, sus jugadores de rol se reparten el protagonismo de manera armoniosa según lo amerite el partido, una tendencia que ya era notable en la frustrada campaña 19-20 en la que lideraban la competición hasta su suspensión. Gimnasia logró afianzar esta fórmula en los últimos partidos de la pasada fase regular y la reclasificación ante Hispano, en la que se impusieron sin atenuantes. Dentro de esa armonía, quien surgió como líder en los últimos encuentros fue Sebastián Vega (autor de 30 puntos en el juego uno), quien a sus 32 años parece haber encontrado su mejor versión. Junto a él, el armado y distribución de Sebastián Orresta y Jonatan Treise, el tiro externo de Pitu Rivero y Juan Fernández Chávez, la versatilidad de Franco Giorgetti y la agresividad de Yoanki Mensia potencian al Mens-Sana. Todos son una parte importante del sistema de juego de Martín Villagrán, el DT que se formó siendo asistente de Gonzalo García, cuando éste dirigía al Verde. Los de Socios Fundadores, que vencieron en ambos partidos a Boca en la fase regular, llegan a la serie de gran manera, con siete triunfos al hilo incluyendo una resonante victoria ante Quimsa.

-El clásico correntino, capítulo III: Regatas y San Martín se enfrentan en playoffs por tercera vez en las últimas cuatro postemporadas, con los Remeros como ganadores de los dos duelos anteriores (finales de conferencia Norte 2017 y octavos de final 2019). Los comandados por Lucas Victoriano llegan como favoritos, tras alcanzar el tercer puesto producto de una gran racha que tuvieron entre enero y febrero, meses en los que ganaron 11 de sus 12 partidos. Sin embargo, San Martín se impuso en los dos duelos de fase regular, y lograron superar a Platense en la Reclasificación en una gran gesta colectiva, con la mano caliente de Matías Solanas, ganador del premio al jugador de Mayor Progreso, y la variedad de recursos ofensivos ofrecidos por Sebastián Acevedo. También fue clave la aparición de Tomás Zanzottera, la pieza revulsiva de Diego Vadell, quien produjo mucho daño desde el banco. El Rojinegro es algo más que un gran equipo defensivo: tiene carácter y sabe jugar los partidos importantes, algo que lo llevó hasta la final del Súper 20 en la que cayeron ante Quimsa. Regatas, por su parte, mantiene un equilibrio perfecto entre jóvenes y experimentados. Así es como jugadores de oficio, como Leandro Vildoza -el cerebro del equipo-, Tayavek Gallizzi -interno de jerarquía, subcampeón mundial con la Selección- y el eterno Paolo Quinteros -líder y capitán a sus 42 años- se mezclan con talentos en pleno crecimiento como Martín Fernández -alero explosivo-, Juan Arengo, -anotador exquisito- y Agustín Cáffaro, probablemente el pivote más atlético de la Liga Nacional. Incluso se puede sumar a la ecuación a jugadores más jóvenes como Marco Giordano (21 años) y Juan Pablo Corbalán (22), cada día con más participación en la rotación. El clásico correntino, que se traslada a Buenos Aires, es uno de los enfrentamientos más atractivos de los cuartos de final.

Fotos: La Liga Contenidos.