Obligada a asumir un rol protagónico tras la baja de Melisa Gretter, la joven base brilló en su debut con la camiseta nacional.
Camila Suárez fue el factor desequilibrante en la victoria del debut de Argentina en la AmeriCup Femenina. La base de Obras Basket brilló con un asombroso desempeño, llevando el timón del equipo y asumiendo una responsabilidad muy grande dentro de la estructura con la salida obligada de la capitana Melisa Gretter. Lejos de achicarse, a sus 20 años y en su primera noche con la camiseta celeste y blanca, la entrerriana tomó el mando y la rompió como una experimentada más, como si fuera una veterana de mil batallas que luchó contra todos los obstáculos que se le pusieron por delante.
Tan importante fue su tarea que sus 13 puntos, 4 rebotes y 5 asistencias la encumbraron como una de las figuras de la cancha junto a Macarena Rosset, otra pieza clave con una historia tan profunda como conmovedora. La desfachatez de Suárez fue el conductor anímico del equipo, la batalla de David contra Goliat de una joven jugadora que contagió a todas y que en su debut en la Selección absoluta dejó un relato tan anhelado como soñado.
- Muchas emociones juntas, entre los miedos, la incertidumbre, la alegría horas antes de salir a la cancha... contame un poco todo lo que pasó y cómo lo vivieron.
- Sí, sin dudas. Estaba segura de que después de tantas malas iban a llegar las buenas, y finalmente llegaron. Creo que eso nos fortaleció como grupo, porque tiramos todas para el mismo lado, cuando una se equivocaba estábamos todas ahí para levantarla. Y eso es lo que habla tan bien del grupo, de las buenas personas que tenemos acá porque realmente es así. Contenta por lo que se hizo en la cancha, porque nos sirvió para ganar y sobre todo para darles una alegría a las tres chicas que se quedaron en el hotel. Trabajaron muy duro para llegar a este torneo, y que les haya pasado todo eso es un bajón. Pero tengo que decirte que acá nosotras no somos 9 jugadoras, sino 12, porque sentimos en todo momento el apoyo de las tres que no pudieron venir y también de todas las que son parte de este proceso que arrancó a entrenarse desde hace más de un mes. Todo esto nos ayudó a fortalecernos como equipo y desde el día en el que pasaron todas las malas nos hicimos aún más unidas. Creo que eso habla bien de todas nosotras. Es una alegría tremenda haber podido este primer paso.
- ¿Sabían que se iban a encontrar con ese partido?
- Sabíamos que Dominicana iba a ser un equipo duro. No lo conocíamos tanto pero pudimos trabajarlo y hacer lo nuestro para poder quedarnos con la victoria. Teníamos que enfocarnos en defender duro a las jugadoras determinantes de ellas, pero sin dejar de hacer lo nuestro que era esa intensidad y ritmo en ofensiva. Pudimos hacerlo y nos llevamos una victoria importantísima.
- Con todo lo que pasó y la ausencia de Meli, con lo que eso significa para toda Argentina, te cambió el rol y hasta la función.
- Sí. Me cambió mucho el rol, pero las oportunidades llegan y hay que saber aprovecharlas. No pensé que esa oportunidad me podía llegar tan rápido, tener la oportunidad de debutar y hacerlo de esta manera. Pero la verdad es que me deja muy contenta. Pasó todo esto con las chicas y tenía que afrontarlo, asumir esa responsabilidad mayor quizá. Cuando nos hisoparon a todas en estos últimos días rogaba que demos negativos todas, pero estas son cosas que pasan y ya está. Es una circunstancia, en el camino nos fuimos encontrando con piedras y teníamos que esquivarlas. A veces estas cosas te pueden jugar en contra, pero nosotras estuvimos fuertes y unidas en todo momento, y creo que eso es lo que se vio reflejada en la cancha porque lo hicimos por todas y cada una de nosotras.
- ¿Cómo fue esa previa?
- Tuve muchísima ansiedad, unos nervios tremendos, pero cuando pude pisar la cancha dejé todo eso de lado y jugué haciendo lo que sé hacer, lo que me trajo hoy hasta acá, lo que hice durante la Liga y en todo este tiempo que estuve entrenando. Súper contenta por lo que pasó. Fue un debut soñado.
- ¿Te lo imaginabas?
- No lo imaginaba tan así, pero sí sabía que iba a dar lo mejor de mí en todo momento, todo lo que el equipo necesite de mí. De eso no había ninguna duda. Es mi juego, soy así, y creo que esa esencia no la voy a perder porque es algo que me caracteriza.
- ¿Qué me podés decir de Puerto Rico?
- Es un rival muy duro, pero lo que jugamos contra Dominicana nos hace pensar que si repetimos las cosas buenas que hicimos vamos a tener buenas posibilidades. Ojalá sea otro partido así de lindo como el de ayer. Ahora vamos a ver video y ya estamos pensando en cómo afrontarlo. Hay que mantener esa intensidad tanto defensiva como ofensiva, vamos a darlo todo. Ahora de acá en más es todo para arriba. Obviamente no todos los partidos no son iguales, pero vamos a dar lo mejor de nosotras, de eso no tengo dudas. Si hay algo seguro es que nos vamos a brindar al máximo y nos vamos a tirar de cabeza a todas las pelotas, y eso me deja muy tranquila.