El escolta se reunió con el cuerpo médico de los Bucks y le aconsejaron descansar para recuperarse totalmente de la lesión. El 29 de octubre, frente a Minnesota, Delfino había sufrido una conmoción cerebral. El jugador de la Selección estará afuera aproximadamente dos semanas.
En el partido del 29 de octubre, frente a Minnesota, Carlos Delfino sufrió una conmoción cerebral como consecuencia de una falta de ataque que recibió al finalizar del segundo cuarto y cayó al piso, golpeando con fuerza contra el parquet de la cancha.

“Apenas caí no le di mucha importancia al fuerte golpe, a pesar de sentir dolor de cuello y de cabeza no veía la razón para no seguir jugando. De hecho, seguí en cancha y terminé el partido con un fuerte dolor de cabeza”, cuenta Carlos.

El 30 era el debut de los Bucks en el Bradley Center, “necesitábamos obtener la primera victoria, así que quise jugar como sea, a pesar de tener un lindo chichón”.

En el partido frente a los Bobcats, recibe nuevamente un golpe, un codazo, antes de terminar el partido. Si bien termina jugando sin problemas, a partir de ese momento se empieza a tratar el tema del dolor de cabeza y cuello de otra manera.

“No era algo que pensáramos fuera serio aunque sí de cuidado, como toda lesión, pero nada que me parara”.

Con el correr de los días y, a pesar de los tratamientos, los dolores continuaban. El equipo debía disputar 4 juegos en 5 días y fue en el tercer partido cuando otro golpe en la cara provocó que empeorara la situación.

Con motivo de este nuevo golpe, los médicos del equipo hablaron con Carlos respecto de los riesgos que enfrentaba jugando con esos síntomas. Ya que durante un partido de alta competitividad se juega con un roce y una velocidad que podrían provocar una seria lesión.

Carlos ingresó igual a jugar frente a New Orleans para estar con el equipo pero lo hizo con un fuerte dolor de cabeza. Al finalizar el primer tiempo, al constatar los médicos que además del dolor tenía mareos, no volvió a ingresar.

“En ese momento me di cuenta que no estaba en condiciones de ayudar al equipo, que mi estado no era el adecuado para competir”

A partir del partido frente a los Hornets, el cuerpo médico del equipo decidió bajar a Carlos de la competencia y que no vuelva a jugar hasta que los síntomas no desaparezcan completamente ante la seriedad de la situación.

“Los médicos del equipo y los especialistas que visité han tratado el asunto con la mayor seriedad. Ahora me queda sólo descansar y esperar que pase la tormenta… Uno quiere volver cuanto antes, realmente es frustrante quedar afuera por una lesión así, ya que es muy serio y, realmente, está fuera del control personal…”

Carlos tiene que hacer reposo, descansar y esperar. A pesar de sus ganas de estar con equipo, es importante que se recupere totalmente de la conmoción sufrida antes de volver a jugar.

Fuente: carlosdelfino.com