Argentina sigue cosechando alegría en juveniles, producto de la inversión en el rastrillaje, las horas de entrenamiento y la calidad en el trabajo. La palabra de Prigioni, Pelussi, Rodríguez y Marcos

La construcción de un futuro auspicioso está intrínsecamente ligado al trabajo arduo y dedicado en las categorías formativas. Reconocer la importancia de las etapas de formación implica invertir en el crecimiento y la capacitación de los jóvenes, como herramienta fundamental para asegurar un legado deportivo. Es en este período donde quedan arraigados los fundamentos del juego sobre la cual se construye una base sólida y sostenible en el tiempo.

En un contexto deportivo desafiante, la Confederación Argentina de Básquet (CAB) explicitó su compromiso y excelencia en el desarrollo de los jugadores jóvenes nacionales. A través de métodos estratégicos, se fortalecieron los programas de detección en todo el país y se hizo hincapié en la formación integral de los jugadores y jugadoras en aspectos como la educación, la salud y los valores. Decisiones correctas para forjar un ecosistema que nutra esos talentos emergentes en todas sus manifestaciones.

El enfoque en las canteras es una inversión a largo plazo. Al brindar recursos esenciales en estas etapas se allana el camino para la creación de equipos nacionales fuertes y competitivos: "El básquet argentino en Latinoamérica es de vanguardia. Tiene más concentraciones, tiene otro tipo de seguimiento y rastrillaje. Eso marca la diferencia con el resto de los países. Además, el deportista argentino tiene características emocionales diferentes a otros a la hora de trabajar, comprometerse y de mantener la identificación con la Selección Argentina", explicó Mariano Marcos como Coordinador General de las categorías formativas. Una particularidad que se percibe a menudo con la identidad y pertenencia que los protagonistas sienten por el país, dejando de lado otros compromisos para representar a la Selección, razón por la cual aún se conserva un claro protagonismo en los certámenes continentales.

Con el federalismo como prioridad se profundizó en la metodología con el fin de acercar los conceptos de manera equitativa por todo el territorio garantizando las mismas oportunidades sin distinción de su lugar de origen: “En los últimos meses empezamos a conectar con varias provincias los Planes de Desarrollo Federal que ya hacíamos con la rama femenina para empezar a sumar varones y hacerlos mixtos. De esos PDF han surgido jugadores que luego integraron selecciones formativas en este último tiempo. Luego pudimos hacer otro campus en el CeNARD que nos ayudó a encontrar más chicos", agregó Marcos. Esta concepción regional descentralizó las estructuras de formación y fortaleció la participación activa de todos los actores involucrados.

En el 2022, se realizaron 15 convocatorias del PDF para el rastrillaje en todos los rincones del país: Cuyo, Patagonia, NOA, NEA y Centro, donde se observaron más de 800 jugadores y jugadoras en edades tempranas. Varios de los participantes luego fueron convocados a entrenamientos de las selecciones nacionales.

Con el FIBA Américas U16 y el Mundial U19 a la vista para ambas ramas, la CAB, en un esfuerzo conjunto con la Secretaría de Deportes y el ENARD, invirtió para traer a todos los jugadores y jugadoras de dichas camadas que se desempeñan en el exterior, tanto en Europa como en Estados Unidos, para realizar una preparación integral, contando con los planteles completos. Se logró convocar a 10 jugadores del exterior para la U19 masculina, 2 jugadoras para la U19 femenina y seis para la U16 masculina.

La Selección Nacional U16 Femenina, entre campus de desarrollo y Pre-Selección, sumó más de 500 horas de trabajo de preparación, con ocho concentraciones en total. Los varones de la misma camada hicieron lo propio con cuatro convocatorias, incluyendo el campus mixto de verano. En cuanto a las selecciones U19 masculinas y femeninas, que ya venían de un proceso previo en 2022 con el Sudamericano y el FIBA Américas, tuvieron sus respectivas concentraciones pre-torneo con varias semanas de preparación y giras internacionales con encuentros amistosos en Europa.

En las divisiones juveniles también se implementó un esquema propuesto con los directores deportivos que elimina la distinción entre las ramas masculina y femenina. Esta inclusión permitió articular los staffs profesionales de manera equitativa y abrir espacios de discusión que hace algunas décadas eran más difíciles de imaginar. A esta altura la igualdad de género es una realidad tangible. “Siempre fuimos un apéndice de los chicos y hoy por suerte se está revirtiendo. Eso me pone feliz pero la responsabilidad también crece a la par. Trabajamos todos juntos en un mismo horizonte y mucho de eso tiene que ver con las políticas macro dirigenciales. Fabián Borro y Andrés Pelussi me dieron total libertar para implementar los cambios que consideraba relevantes para el femenino”, se explayó Karina Rodríguez.

A esto, hay que sumarle el componente federal en el armado de los cuerpos técnicos. El staff está compuesto por 12 entrenadores y cuatro preparadores físicos, además de los entrenadores de todo el país que son permanentemente invitados a os distintos procesos. El equipo de trabajo se completa con cuatro médicos y diez kinesiólogos que van rotando en cada concentración.

En los últimos años las categorías menores experimentaron importantes logros y una serie de progresos significativos que se fueron intensificado después del parate provocado por la pandemia. Tanto las ramas masculinas como femeninas tuvieron notables actuaciones en los escenarios internacionales con medallas y reconocimiento, además de la clasificación a todos los Mundiales Formativos, en un contexto competitivo en el que solo hay cuatro plazas en cada evento para toda América.

Dentro de esos laureles en el masculino es prioridad remarcar el histórico 5° puesto de la U19 en el reciente Mundial de la categoría disputado en Hungría. También se destacan los subcampeonatos en el FIBA Américas U16 (Xalapa 2021), el Sudamericano U18 (Caracas 2022) y del Sudamericano U15 (Buenos Aires 2022). Otro hito significativo que para resaltar es el 8° puesto en el Mundial U19 de Letonia en 2021.

El básquet femenino está en un constante ascenso desde el año 2021 hasta la actualidad. Desde ese año las chicas lograron un total de cuatro podios regionales que abarca los bronces en el FIBA Américas U18 (Buenos Aires 2022) y FIBA Américas U16 (México 2023), la plata en el Sudamericano U18 (Buenos Aires 2022) y el oro en el Sudamericano U15 de Chile. A estos logros hay que agregar el cuarto lugar en el FIBA Américas U16 de México 2021, posición que les otorgó la clasificación al Mundial U17.

Andrés Pelussi, exjugador y actual Director Deportivo, también brindó su punto de vista. “Hay que destacar el gran esfuerzo de todos para poder cumplir con los objetivos. Esto te alimenta para seguir. Todas las selecciones trabajaron con lo necesario para poder llevar adelante una preparación acorde a los compromisos que afrentaban. Esto es el resultado de meses de trabajo”, apuntó.

La consecución de premios y reconocimientos generó confianza, motivación y facilitó la concepción de elevar el nivel de aspiraciones con desafíos mucho más ambiciosos para los próximos años: “No hay muchos secretos en esto, son muchas horas de entrenamiento. Logramos medallas y resultados que hace muchísimo tiempo no se alcanzaban”, dijo también Karina Rodríguez.

Recientemente, la CAB presentó su Concentración de jóvenes talentos entre 16 y 20 años de la rama masculina en Bahía Blanca. Este grupo, supervisado a la distancia por Pablo Prigioni y el staff de la Selección Mayor, trabajará con el objetivo de seguir potenciando sus capacidades individuales y colectivas y, como broche de oro, tendrá un amistoso en Santiago del Estero contra la Selección Mayor en la previa al Preclasificatorio Olímpico.

El fin primordial de las categorías formativas, como su nombre lo indica, es formar y nutrir de talentos y recambio a las selecciones mayores. Sobre esto y el rendimiento en los recientes FIBA Américas U16 y Mundial U19, cerró Prigioni: “Planteamos una vía joven que nos permita agrupar todo el talento que tenemos en el rango de 16 a 20 años. Tanto el U16 en México como el U19 en Hungría tuvieron grandes actuaciones y queremos que sigan trabajando. Es para destacar lo que hicieron en sus torneos, demostraron un gran nivel y esperamos poder agruparlos para desarrollar el talento que vemos que está ahí”.

Fotos: Gentileza de FIBA