San Antonio arrancó la final de la mejor manera y superó 92 a 88 como visitante a Miami. Emanuel Ginóbili, de buen partido, aportó 13 tantos y tres asistencias en casi media hora. Parker y Duncan, claves para los texanos. El segundo juego se desarrollará el domingo, también en Miami.
Los Spurs jugaron un partido inteligentísimo y se llevaron un triunfo que vale oro. Como visitante, los dirigidos por Popovich lograron opacar, gracias a una fuerte defensa, a la figura del local, LeBron James y se pusieron 1 a 0 en el arranque de la final de la liga más importante del mundo, la NBA.

Los texanos siempre corrieron de atrás y debieron trabajar muchísimo para emparejar una historia que hasta el tercer cuarto le era adversa. Si bien el dominio no era absolutamente del local, estos siempre manejaron las acciones hasta que llegó el último período donde la visita sacó a relucir su mejor juego y mediante un 23-16 consiguió quedarse con el éxito.

La labor del argentino Emanuel Ginóbili fue buena ya en 29 minutos que estuvo en cancha logró marcar 13 importantes puntos (2-6 en dobles, 2-5 en triples y 3-4 en tiros libres), brindar tres asistencias y recuperar dos balones. Por su parte, el base francés Tony Parker fue fundamental con 21 unidades (9-18 en tiros de cancha), secundado por el veterano Tim Duncan, quien sumó 20.

En el anfitrión y como dijimos antes muy bien contendido, LeBron James sólo marcó 18 puntos. Si bien cerró el cotejo con un triple doble, gracias además a 18 rebotes y 10 asistencias, la figura de los Heat desapareció en el último cuarto que fue cuando más se lo necesitó.

La historia, que se define al mejor de siete juegos, ahora continúa el domingo 9 (21 horas) cuando vuelvan a verse las caras, otra vez en el American Airlines Arena.

Patricio Gioia
[email protected]