Se cumplieron los primeros 12 meses del proyecto más importante que tiene hoy el básquet femenino y el head coach analizó el trabajo hecho hasta ahora y apunta a más para el 2022.

Desde el primer momento se sabía que estábamos ante el proyecto de mayor importancia en el básquet femenino. El Programa Nacional Formativo (PNF) comenzó allá por enero con 102 jugadoras seleccionadas, reclutando a más de un centenar de chicas distribuidas a lo largo del país con el foco de edad de entre 13 a 17 años y con un gran porcentaje cumpliendo un requisito importante como la altura (70% de ellas midiendo 1.80 o más). El objetivo es y será desarrollar, formar jugadoras a temprana edad, convertir a jóvenes en atletas ya desde los 14 años, educándolas, brindándoles la herramienta de tener más horas de entrenamiento para su formación y acompañarlas en ese camino con un seguimiento propio de la Selección. Hace unos días, se realizó el cierre del primer año del PNF.

"El sábado pasado hicimos el cierre del primer año del PNF", cuenta Gregorio Martínez, Head Coach de la Selección femenina, en charla con Prensa CAB. "Lo hicimos con más de 200 chicas, de las cuales 100 están por arriba de los 1.80 metros o pisándolos, y eso nos pone muy contentos. Es un trabajo de todo el año tratando de apuntalarlas a ellas", continuó el entrenador, dejando en evidencia que la talla de las jugadoras tuvo un aumento.

Martínez agregó la forma en la que está implementada el PNF, para acoplarse a los trabajos en los clubes que vienen haciendo las jóvenes y que la carga horaria de trabajos semanales se cumplimente de la forma que se necesita. Ya dentro del programa, cada jugadora recibe una rutina. Todo esto potenciará a cada una de las chicas para que lleguen a ser atletas en un futuro más cercano.

"Está pensado para complementar el trabajo de los clubes, que se hagan entre 12 y 15 horas semanas de entrenamiento entre el club y lo que nosotros podemos aportarles desde la CAB. Tenemos 7 entrenadores y 3 profes que dan los Zoom tres veces por semana cada uno, las chicas se van acoplando a los trabajos en la medida que van encontrando los horarios, que puede ser a la mañana, a la tarde o a la noche. El profe les da una rutina de pesas para que la sigan, una rutina técnica también para completar las horas de entrenamiento que necesitamos que hagan las chicas para que se conviertan en atletas a más temprana edad. Que tengan la cantidad de horas de entrenamiento que les permita evolucionar", explicó Gregorio.

Y agregó: "Lo que se busca es la evolución. Vamos a nenas desde los 13-14 años, y obviamente con la posibilidad de hacerlo todas tienen su rutina de pesas y su rutina de técnica, además de hace un relevamiento médico también y se está en contacto con ellas. Ahora, después de 11 meses y medio, terminamos de transitar el primer año".

Sin dudas el PNF 2028 es una de las piedras angulares del futuro del básquet de nuestro país, comenzando a desarrollar hoy una base muy grande de jugadoras que en los próximos años verá los frutos de todo este trabajo.

"La verdad es que el proyecto más importante que tenemos, y el que nosotros más focalizamos porque es el que nos va a permitir ver evolucionar a estas chicas, con el objetivo de incrementar la cantidad de jugadoras altas que tenemos desde siempre que son muy pocas. Si nosotros logramos que de estas más de 100 chicas que miden más de 1.80 metros se conviertan en jugadoras de básquet, dentro de 4-5 años vamos a tener jugadoras de un tamaño determinado, que también va a permitir que lleguen mejor preparadas y con un nivel de entrenamiento que nos va a permitir crecer".

Y va por más, porque por supuesto que el PNF llegó para quedarse como esa herramienta de complemento. La actividad cesará apenas unos días, ya que el 10 de enero del 2021 que se avecina se retomarán los entrenamientos. Esto con la novedad de que Mariano Marcos, quien ya desde este año estuvo a cargo del programa y que ahora asumirá como nuevo coordinador de Selecciones Formativas Femeninas. Además, la posible inclusión de los campamentos regionales es toda una novedad que se sumará para el año próximo.

"El PNF ahora vuelve el 10 de enero, ahí volvemos a la carga. A esto el año que viene, ya estando a cargo de Mariano Marcos, le vamos a sumar campamentos regionales, donde podamos encontrarnos con estas jugadoras que están en el PNF y otras más, pero tener algún contacto personal independientemente de que estén o no en el grupo de la Selección. Esperemos que la situación también nos lo permita, pero tenemos planificado 8 campamentos a lo largo del año por distintas regiones del país. Será otro paso más dentro del PNF. Con Mariano (Marcos) vamos a tener un coordinador de formativas que va a estar en ese día a día".

"Tenemos las herramientas. Hoy somos 10 entrenadores y 4 profes, los cuales 7 entrenadores trabajan directamente en el Zoom, mientras que los demás estamos monitoreando y siguiendo. Todo el cuerpo técnico de la Selección trabaja en el PNF, Karina (Rodríguez) más que nadie, pero estamos todos desde el head coach hasta el último profe que se incorporó que fue Matías (Podestá). Porque para nosotros el PNF es absoluta prioridad. Después obviamente, queremos ganar en la U18, en la U17, en Mayores... pero lo más importante creo que es esto que estamos haciendo con el PNF pensando hacia adelante, en ese cambio de paradigma que buscamos".

Gregorio Martínez explicó justamente para qué se implementó este PNF, entendiendo dos detalles importantes que aparecen como un déficit del básquet en general: la cantidad de horas de entrenamiento en los clubes, clave para poder pulir detalles del físicos y técnicos; y la talla, que es importante obviamente para proyectar a futuro un equipo de nivel internacional y competitivo.

"Este trabajo está pensado en cambiar el paradigma del básquet femenino de nuestro país. Nosotros hoy tenemos problemas graves: el primero es la cantidad de horas de entrenamiento que tienen las jugadoras en sus clubes, que en general se entrenan solo tres veces por semana y con esa carga horaria de 2 horas aproximadamente; y el segundo es la talla, un detalle no menor y serio a la hora de competir. Y en eso nos enfocamos. ¿Cómo hacemos para que entrenen más y tener jugadoras más altas? A eso vamos. ¿Cuándo? Sabemos que no es de la noche a la mañana, esto hay que empezarlo ahora para que dentro de 5-6 años podamos tener, de 100 jugadoras de entre 18 y 23 años, 50 que estén preparadas para jugar y por arriba de los 1.80 metros... algo que es mucho más de lo que tenemos hoy".

En resumen, la base se jugadoras en el PNF fue incrementándose con el correr del año. Pensado en su entonces para un número de 50, a la hora de rastrear jugadoras la cantidad se duplicó y eso tuvo el apoyo de la CAB. Por supuesto que el trabajo constante de los entrenadores y preparadores físicos del staff de la Selección, brindándose en cada Zoom durante todo el día y aplicando esa carga horaria complementaria para las jugadoras, también resalta la importancia de la labor mancomunada de todo un equipo que trabajó y trabaja de forma incansable.

"Esto fue pensado en un inicio para 50 jugadoras, pero cuando empezamos el rastrillaje nos encontramos con 100, y al plantearles este tema a la CAB la Confederación nos dijo que vayamos para adelante con las 100... y por ahí fuimos. Ampliamos la cantidad de entrenadores, pusimos más profes, y todos hicimos un esfuerzo un poco más grande porque queremos darle lugar a todas. Buscamos y necesitamos que las jugadoras entrenen más, que tengan una cultura deportiva distinta, y que eso se traslade también al tamaño de la jugadora. No es excluyente el tamaño, pero sabemos que en nuestro deporte es un tema importante. Empezamos el año con 50, después fueron 100, y después fueron 100 más las de menor talla de 1.80 porque también queremos involucrarlas. En definitiva, terminamos con más de 150. Y todo esto se puede lograr gracias al esfuerzo y el trabajo de los profes, de los entrenadores, y también el apoyo y acompañamiento de la CAB que lo hace posible", cerró Martínez.