Desde Prensa CABB armamos un top 15 de jugadores entre las categorías 1998 y 2002 (18 y 22 años), con sus datos y características. Presente y futuro de nuestra fábrica de talentos, la Liga Nacional.
“Debemos valorar lo que es el básquet argentino y la forma en que nacen sus talentos. Si Gabriel Deck emerge desde Colonia Dora significa que nosotros tenemos joyas escondidas en cualquier punto del país. Y si nuestra Liga Nacional potencia jugadores para que después vayan a Europa a completar su recorrido, la Selección termina saliendo subcampeona del mundo y hay no menos de 12 scouts de la NBA preguntando por nuestros chicos, entonces tenemos que -con humildad y respeto- sacar pecho de la competencia, los jugadores y entrenadores que tenemos”. Con orgullo, el entrenador Silvio Santander hablaba de la escuela argentina en una entrevista con la Liga Nacional, dando en la tecla de esta cuna de talentos que es el básquet nacional, en sus distintas categorías.
Si hablamos de la Liga, desde su creación en 1984 hasta su actual 37° temporada, la competencia doméstica ha sido una fábrica de jugadores. Sin ir más lejos, 11 de los 12 subcampeones en el Mundial de China 2019 a los que Silvio hace alusión dieron sus primeros pasos en la LNB. Incluso, hay tres de aquel plantel que se desempeñan actualmente en La Liga, como es el caso de Máximo Fjellerup, Agustín Cáffaro (ambos en San Lorenzo) y Tayavek Gallizzi (Regatas de Corrientes). El único que no debutó en primera dentro de nuestro territorio fue Pato Garino, quien a sus 16 años se topó con la chance de continuar en Estados Unidos.
Los clubes de barrio y playones municipales de cada rincón del país funcionan no sólo como educadores de un deporte específico, sino también como centros de contención e inserción social fundamentales para nuestros pibes. Desde allí, se abre una valiosa posibilidad para que, con el apoyo estatal y las herramientas de articulación adecuadas, pueda forjarse una recíproca y próspera relación: mientras que las ligas se nutren constantemente de nuevos actores, los chicos pueden encontrar en el básquet un lugar para su formación e incluso su futuro.
Sin la capacidad de infraestructura ni el biotipo ideal de jugador, la escuela argentina ha ido paulatinamente tomando preponderancia en el mapa mundial. Tiempo atrás se apuntaba a trabajar por caso como los norteamericanos, serbios o españoles, quienes sin duda fueron históricos dominadores de este deporte. Hoy, aún con nuestras desventajas, con una economía golpeada y una sociedad todavía inclinada masivamente hacia el fútbol, el básquet nacional sigue pisando con firmeza dentro de la elite internacional. La buena y permanente instrucción de los entrenadores, la aplicación de un método de enseñanza global, las puertas abiertas por los ejemplares de la Generación Dorada y los más recientes éxitos obtenidos por el grupo que continuó con su legado, son algunas de las causas generadoras de una noble consecuencia: el respeto propio y ajeno por nuestro producto.
En este contexto, 20 clubes continúan animando la Liga. Hoy, con el reinicio de la 20/21, es notable el crecimiento de los jóvenes que encabezan las nuevas camadas. En un nuevo formato establecido de urgencia, sin descensos, con una seguidilla de partidos poco habitual y con el agregado de aquellos jugadores que deben perderse cotejos debido a los contagios, los más pibes ganan minutos y protagonismo. Por eso, con la colaboración de algunos entrenadores de Liga, desde
Prensa CABB decidimos presentar un listado con los 15 mejores prospectos del semillero nacional, tomando en consideración los deportistas nacidos entre los años 1998 y 2002 (ver aclaración). Mientras algunos de ellos comienzan lentamente a tomar rodaje y confianza, otros se muestran como intérpretes principales de sus respectivos equipos, incluso en ciertos casos habiéndose ganado la convocatoria para la última cita de la Selección conformada íntegramente por #TalentosDeLiga
CLASE 1998:
MATIAS SOLANAS: Escolta, 1m92 y 22 años.
Matute, quien milita en San Martín de Corrientes desde 2017, ya no es una promesa sino una realidad. Afianzado en el quinteto titular de Diego Vadell, es la principal carta de gol del equipo y uno de los máximos artilleros de La Liga con 15.3 puntos de promedio, además de aportar 3.6 rebotes en 29.5 minutos. El oriundo de Paraná (Entre Ríos) cuenta con muchos recursos a la hora de anotar, su lanzamiento de tres, tanto a pie firme como en movimiento, es su arma primordial. Elevó en gran manera su comprensión en el juego de pick and roll y ha mejorado su capacidad atlética, lo que le permite generar nuevas variantes en acciones de rompimiento y 1vs1. Como cuestiones a pulir, deberá seguir progresando en sus aptitudes físicas y atléticas, y trabajar el control del balón desde ambos perfiles.
SANTIAGO VAULET: Escolta, 1m94 y 22 años.
El cordobés, hermano menor de Juan Pablo, ha superado los diversos problemas físicos que lo alejaron de las canchas durante años, y se consolida en el Peñarol de Carlos Romano. Además de haber incrementado su poder de anotación (9.7 puntos en 28.1 minutos), Santiago aporta 4.7 rebotes, demostrando además una gran capacidad atlética en campo abierto y acciones de 1vs1 en el ataque. Destacándose por su potencia física a la hora de llegar al aro, deberá seguir desarrollando su tiro exterior en movimiento en busca de ampliar su abanico ofensivo.
LEONARDO LEMA: Alero, 2m03 y 22 años.
Formó parte de la convocatoria de Gabriel Picatto para la ventana FIBA que se disputó a fin de noviembre. El pampeano de Atenas de Córdoba es, posiblemente, la mejor proyección de los últimos tiempos en La Liga. Combina potencia física con destreza de fundamentos y capacidad anotadora, manteniendo un promedio de 14.8 puntos en 29.9 minutos. Puede ocupar varias posiciones consiguiendo ventajas desde sus facultades atléticas y su longitud (6.8 rebotes). El trabajo de perfil hacia su mano izquierda y el tiro de tres en movimiento serán esenciales en el crecimiento del chico nacido en General Pico.
LEANDRO CERMINATO: Ala-Pivote, 2m02 y 22 años.
Fiel al estilo del básquet moderno, el joven de San Lorenzo presenta como características destacadas el tiro de tres puntos a pie firme y una estupenda capacidad atlética para correr el campo y finalizar. Promedia 3.4 puntos y 2.6 rebotes en 9.6 minutos en esta Liga. El nacido en El Palomar ha demostrado una alta evolución en su comprensión del juego y el desarrollo de su IQ. En pos de potenciar su ofensiva de frente al canasto, deberá afianzar sus fundamentos en el manejo del balón y perfeccionarse en el lanzamiento.
LAUTARO BERRA: Pivote, 2m08 y 22 años.
No es casualidad que sea otro de los últimos convocados a la Selección: se presenta como uno de los internos de mayor talla en el país, lo cual le permite tomar 3.9 rebotes de promedio. El chico de Obras muestra un excelente juego de continuidades cerca del canasto, utilizando muy bien su cuerpo en el espacio para generar definiciones acertadas, con buen toque (8.9 puntos en 20.7 minutos). El oriundo de Firmat (Santa Fe) deberá persistir tanto en su tiro de media distancia como en su mecánica de libres.
CLASE 1999:
FRANCO BARALLE: Base, 1m78 y 21 años.
Fue también citado por Piccato para vestir la celeste y blanca en los duelos ante Chile y Colombia, destacándose en el primer partido, siendo clave para destrabar el juego. También se destacó en la final de la Champions que le permitió a Quimsa superar a Flamengo en la final. Como buen armador, el de Quimsa se destaca en el control de los ritmos del juego, aportando goleo al puesto con su versatilidad para el tiro de tres. Con buena capacidad anotadora (8.6 puntos en 21.8 minutos por juego), será necesario para el cordobés trabajar en su físico y en la toma de decisiones en velocidad.
FEDERICO ELÍAS: Escolta, 1m88 y 21 años.
El bahiense refleja la virtud de lanzar a velocidad con notable efectividad. Es un especialista en este apartado: 17.5 puntos en 28.7 minutos en esta joven temporada. Siendo dinámico e intenso en su movilidad sin balón (3.1 rebotes de promedio), el pibe de Weber Bahía Basket deberá enfocarse en el juego con la pelota en sus manos y en afinar cada vez más su selección de tiros.
CLASE 2000:
MARCO GIORDANO: Base, 1m88 y 20 años.
Desafortunadamente, debió ser desafectado de la última citación argentina por contraer Covid-19, pero estuvo entre los 15 convocados gracias a su enorme talento y potencial. El rosarino es un anotador sobresaliente (8.6 puntos en 19,5 minutos), capaz de generarse espacios de tiro a partir de su habilidad en el control del balón y sus variados fundamentos que le permitieron brillar en el 3x3, disciplina en la que fue campeón olímpico de la juventud hace dos años. Posee muy buen tiro de tres puntos, y lectura para atacar en el pick and roll y 1vs1. Aportándole también a Regatas un promedio de 3.8 rebotes y 1.9 asistencias por partido, deberá mejorar sus capacidades físicas de desplazamientos y madurar en su visión del juego.
JUAN ESTEBAN DE LA FUENTE: Alero, 1m98 y 20 años.
Es un jugador atlético, dinámico a campo abierto y de muy buena mecánica en su tiro exterior incluso en movimiento. Con una estadística actual de 5.8 puntos y 4.4 rebotes en 22.7 minutos de promedio, el marplatense que se desempeña en Olímpico de La Banda deberá continuar desarrollando sus fundamentos en el juego con balón y la toma de decisiones.
FAUSTO RUESGA: Alero / ala pivote, 1m98 y 20 años.
Otro jugador con potencial de la gran camada del 2000. También de la escuela de Weber Bahía Basket, presenta una formidable capacidad atlética (7 rebotes de promedio), con mucha potencia para definir tanto en transiciones como en el 1vs1 cerca del canasto y hacia ambos perfiles (10.1 puntos en 29.3 minutos), virtudes que quedaron ratificadas en su tremenda volcada ante Regatas, hace días, que se viralizó como pocas veces le pasó a un nacional con una jugada así. Esto ratifica por qué fue el ganador del torneo de volcadas de los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018. Tiene un aceptable tiro de tres a pie firme, pero tendrá que madurar su lanzamiento exterior dinámico y ejercitar su lateralidad con el balón.
CLASE 2001:
BAUTISTA LUGARINI: Alero / Ala pivote, 2m03 y 19 años.
Uno más de los que integraron la Selección en la última ventana FIBA. El de Weber Bahía Basket presenta facilidad y buenos gestos técnicos para el juego de 1vs1, un peligroso tiro de tres puntos -con un rango poco habitual para nuestra liga- y gran versatilidad para su longitud (11.5 puntos, 5.2 rebotes y 2.4 asistencias en 25.6 minutos de juego). La lateralidad con el balón es una cuestión a trabajar en el futuro del oriundo de San Nicolás de los Arroyos.
TOMAS CHAPERO: Pivote, 2m08 y 19 años.
El santafesino es dinámico y atlético a campo abierto. Demuestra un respetable tiro de tres y, por supuesto, cuenta con gran talla para llegar al canasto con facilidad (2 puntos y 2 rebotes en 10.4 minutos). Weber Bahía Basket es el lugar perfecto para pulir las dificultades que aún manifiesta en sus desplazamientos y control del balón.
CLASE 2002:
MAXIMO ARAUJO: Escolta, 1m83 y 18 años.
El de San Francisco (Córdoba) exhibe variedad de recursos para generarse su tiro a velocidad, junto a una muy buena utilización de los cambios de ritmo y las detenciones. A pesar de su juventud, es determinante en el equipo de Atenas desde sus acciones de 1vs1 (6.6 puntos en 18.6 minutos), aunque debe mejorar su tiro de tres puntos con balón controlado.
FRANCO MENDEZ: Escolta, 1m88 y 18 años.
Con participación en convocatorias juveniles argentinas, el correntino se ha vislumbrado en este reinicio de competición como la nueva promesa de San Martín. Es un jugador con mucho carácter, personalidad y fortaleza física. Manteniendo un promedio de 3.8 puntos y 2.2 rebotes en 12.8 minutos, expone un desequilibrante juego de 1vs1, debiendo mejorar principalmente su toma de decisiones en velocidad.
FEDERICO COPES: Alero, 1m98 y 18 años.
Con pasado en el Torneo Federal vistiendo la camiseta de Los Indios de Moreno, se muestra como una de los mejores proyectos, produciendo para Platense un promedio de 4.5 puntos en 11.6 minutos. Corre bien la cancha, tiene recursos en la penetración hacia ambos perfiles y un aceptable tiro tanto a pie firme como en movimiento. Será fundamental para su futuro continuar trabajando en su físico, su lanzamiento y el desarrollo de su lectura del juego. En 2018, participó del Mundial U17 de Turquía e integró el equipo latinoamericano en los NBA Academy Games.
Aclaración: se decidió tomar los prospectos a partir de la clase 1998 (hasta 22 años) porque en la 1997 hay varios jugadores jóvenes ya consolidados como figuras de la competencia, como Máximo Fjellerup (escolta-alero, 1m98), que fue mundialista en China 2019 con la Selección. También está Fernando Zurbriggen (base, 1m85), quien brilla en Obras y ya tuvo una buena participación en la última ventana FIBA. Otros valores muy interesantes son José Defelippo (escolta, 1m86) y Santiago Ferreyra (base, 1m86), ambos en San Lorenzo, haciendo sus primeras armas en la más alta categoría del básquet nacional. Y Tomás Monacchi (alero, 1m96), de gran crecimiento e impacto en el andar de Peñarol de Mar del Plata.