Con el sabor agrio de la derrota, pero con la conciencia tranquila por el tesón desplegado, los protagonistas del combinado nacional compartieron sus concepciones de la caída 81-73 contra Lituania.

Fiel a la experiencia en el máximo estamento, el escolta Carlos Delfino analizó el partido: “Sabíamos que iba a ser durísimo, es uno de los candidatos a medallas, son jóvenes, altos, inteligentes y corren. Nos trabaron nuestro juego de los puntos fáciles que veníamos haciendo y se nos cerró el aro. Dependimos de Manu y no estuvimos finos los más grandes en el cierre del encuentro. Hay que ser inteligentes y mejorar”.

En la búsqueda de otorgar el valor exacto a la derrota, el perimetral aportó un concepto muy interesante: “No hay que ser muy optimistas cuando ganás, ni muy pesimistas cuando pasa esto. Esto es así y lo bueno de la experiencia es que te da este entendimiento. Ahora vendrá un capítulo nuevo, de esto se aprende, se mira mucho video, se borra lo malo y se mejora lo bueno”.

Por su parte, Emanuel Ginóbili también soslayó una lectura similar al Lancha, ya que razonó: “No somos una banda hoy, ni somos unos fenómenos cuando le ganamos a Croacia, somos el mismo equipo. Hoy jugamos un partido flojo, las veces que nos enloquecimos un poco ellos nos la hicieron pagar. Es un pena porque estábamos en una buena situación, pero Lituania es un equipazo y nos sacó una diferencia que no pudimos recuperar”.

En la continuidad de su capacidad de análisis, Manu explicó: “Por primera vez en el torneo, y diría que en varias semanas, nos vimos en dificultad y no supimos cómo reaccionar. Es un buen aprendizaje, podemos sacar algo positivo de esto”.

Para cerrar, el bahiense volvió a remarcar la complejidad que acarrea la competencia y la realidad de la Argentina. “No vinimos acá como favoritos, estamos jugando contra el subcampeón de Europa, le ganamos a una potencia como Croacia y ahora tenemos dos paradas muy difíciles contra Brasil y España”, concluyó.