Con Luka Doncic, los balcánicos están invictos (13-0) y buscan dar el golpe en su primer JJOO. Efectividad, ritmo y aceleración son las virtudes del equipo que se impuso en Kaunas y se clasificó a Tokio.

Argentina debuta en el grupo de la muerte ante un rival de cuidado, que llega con confianza tras ganar el repechaje de Kaunas y adjudicarse un boleto a Tokio. Desde la 1:40 del lunes, el combinado de Sergio Hernández se verá las caras ante Eslovenia, la cenicienta de la competencia, con el indomable Luka Doncic como su figura estelar, con el que viene invicto desde que el NBA juega en su selección (9-0 en el Europeo que se ganó en 2017 y 4-0 en el preolímpico de Lituania).

El base de Dallas Mavericks llega a su primer Juego Olímpico tras finalizar sexto en la votación al MVP de la fase regular en la NBA, con promedios de 27.7 puntos, 8.6 asistencias y 8.0 rebotes. Poco después de terminar su temporada, lideró a su país hacia el máximo certamen internacional de básquet, al superar a Angola, Polonia, Venezuela y Lituania.

A sus 22 años, el talentoso Doncic continúa desarrollando su juego y se encuentra lejos de alcanzar su techo. A su versatilidad, manejo de fundamentos y lectura de juego le agregó potencia física y explosividad, lo que lo llevó a consagrarse como estrella en la NBA. En su selección, su rol no difiere del que cumple en los Mavs. Lleva la pelota, maneja los tiempos del equipo y toma decisiones. Crea espacios con gran facilidad, mediante fintas o cortinas, detecta líneas de pase y ejecuta a la perfección. Es un experto en la toma de decisiones, lo cual brinda gran confianza en su entorno.

Más allá de su calidad y talento, hay un dato que no puede escaparse de este análisis: Eslovenia nunca perdió con Doncic en cancha. Desde su debut en la mayor, con 18 años, el conjunto balcánico ganó sus 13 partidos. Sin él, perdieron nueve de los 12 partidos que jugaron en el clasificatorio a China 2019. Sin embargo, el desafío para Argentina no sólo reside en frenar a Doncic. A su alrededor, los europeos consolidaron un núcleo firme que juega en armonía al ex Real Madrid. Uno de sus pilares es Mike Tobey, el gigante tirador de 2m13 que nació en EEUU y juega para el Valencia. Experto en bloqueos, de gran movilidad (sin ser veloz) y dueño de una excelente mecánica de tiro.

Vlatko Cancar, compañero de Facu Campazzo en los Nuggets, es otra pieza fundamental. El ala pivote de 24 años es el comodín del equipo, capaz de acomodarse a las circunstancias de juego y aportar en el área que se necesite. Una de sus mayores virtudes es el triple. Castigó con cuatro de ellos a Lituania en la final del Preolímpico, y promedió 56.2 % en el torneo, con 2.2 conversiones por juego.

Entre tanta juventud, dos veteranos resaltan sobre el resto. El zurdo Zoran Dragic, quien compartió plantel con Luca Vildoza en Baskonia, se destaca como el más experimentado del plantel, con 32 años y un par de temporadas en la NBA. El otro es Jaka Blazic, escolta revulsivo de 31 años, importante para producir desequilibrio desde el drible y darle descanso a Doncic, incluso cuando él está en cancha.

Entre las virtudes colectivas del equipo, lo más destacable se encuentra en el perímetro. Tanto en defensa como en ataque, Eslovenia se caracteriza por ser un equipo intenso, que presiona desde la primera línea y no pierde oportunidad de contragolpear. En ofensiva, se caracterizan por el cuidado del balón y la buena selección de tiros, más allá del vértigo constante que impulsa Doncic desde la base. En el preolímpico jugado hace un mes, promediaron 26.8 asistencias, sólo nueve pérdidas, y un 46% de efectividad a distancia (15 triples convertidos por juego), números de excelencia, incluso tratándose de un torneo que duró cuatro partidos, pero que fue de máxima exigencia.

Su principal debilidad se encuentra en el recambio. Ante Lituania, sólo nueve de los 96 puntos del equipo vinieron desde el banco, y fueron convertidos por dos jugadores. Su mejor exponente entre los suplentes es Klemen Prepelic, el vertiginoso guardia del Valencia cuyo principal aporte lo proporciona en anotación. El entrenador Aleksander Sekulic rota poco en los partidos parejos, debido a que la intensidad cae cuando dos o más suplentes entran en juego al mismo tiempo. Otro punto débil puede ser la defensa interior. Si bien son fuertes en el perímetro, y cuentan con la altura de Tobey y Ziga Dimec (2m11), sufren de escasa movilidad cerca del aro y tienden a ceder espacios una vez que rompen su primera línea defensiva, algo que Lituania supo explotar en aquella final (37 puntos en la pintura y 25 tiros libres).

En conclusión, el Alma se enfrentará a una selección que se encuentra en el mejor momento de su historia, con un fuera de serie como Doncic como bandera. Para Argentina, frenar a Luka Magic será una labor colectiva, en la que todos deberán involucrarse y coordinar para que la estrella de los Mavs no logré imponer el ritmo del partido. Los vigentes subcampeones del mundo afrontarán su primer gran desafío olímpico, casi sin margen para el error, y con la oportunidad de demostrar que lo sucedido en China no fue casualidad.

FOTO: FIBA.