Marcos Delía se refirió a la clasificación a cuartos de final y al objetivo planteado de disputar los cruces pesados.

Otro paso más, un nuevo peldaño escalado. Argentina prosigue enfocada en sus metas en el Mundial de China, superando pruebas y accediendo a la fase planificada, que implica ingresar en el grupo de los ocho mejores del certamen.

La victoria ante Venezuela, con mantención del invicto, le permitió comprar el boleto por adelantado a los cuartos de final, merced también al triunfo de Polonia ante Rusia . Con otra actuación convincente, el pivote Marcos Delía transmitió sus concepciones de la meta cosechada. “Tenemos una felicidad moderada, cumplimos el primer objetivo que era pasar a cuartos, meternos entre los ocho mejores. Estamos contentos por como venimos jugando, porque le ganamos a rivales inteligentes y difíciles. Sin embargo, sabemos que ahora viene un partido con Polonia muy importante y vamos a ir por más”, soltó el nacido en Saladillo.

El seleccionado de la Vinotinto implicaba una complejidad, por el conocimiento extremo de ambos, así como rondaba el fantasma de la caída en la final del Preolímpico 2015. Respecto a esta situación, el interno narró: “Sabíamos que iba a ser un partido parecido al de Rusia, muy trabado. Nos conocen, encima con un coach argentino, sabíamos que iban a ponernos un palo en la rueda para no dejarnos jugar. Pero al final se hace difícil seguirnos el ritmo, nos sentimos muy cómodos corriendo y defendiendo con intensidad”.

"Nos sentimos cómodos y los rivales nos respetan"

A la hora de describir las claves del triunfo, Delía manifestó: “Hablamos en la previa que sería una guerra de ritmos, ellos intentarían hacer menos posesiones y nosotros queríamos correr y llevar muchos tiros y ahí estuvo la clave”.

La cita ecuménica avanza y Argentina también evoluciona con el tránsito de los compromisos. Así lo entiende el ex Joventut, que compartió un concepto interesante. “ El equipo va de menor a mayor, vamos teniendo rodaje juntos, más allá que empezamos a entrenar hace rato, este era el torneo que queríamos jugar. Los partidos que cuentan eran estos”, exteriorizó.

El cuadro de eliminación directa se terminará de pintar el domingo, ya que el seleccionado definirá el primer puesto del Grupo I ante los polacos. De esa posición dependerá el oponente en el cruce, que será España o Serbia. No obstante, Marcos prefiere evitar destacar preferencias y conserva el discurso de mirar para adentro. “Todos los rivales van a ser duros y pensar que íbamos a ganar todos por 20, es equivocado. Estamos con la cabeza en nosotros, tampoco tenemos tiempo en pensar en rivales que van más allá que el de mañana. No hay que mirar para el costado, hay que enfocarse en nuestro juego y cuando esté definido el cruce de vamos a pensar en eso. Nos sentimos cómodos y los rivales nos respetan”, concluyó con mucha sapiencia el pivote.