El entrenador quedó muy conforme con la tarea completa de esta joven Selección. Schattmann y Aguerre también analizaron lo que pasó con Chile y lo que viene con Colombia.

Había indicios en la previa que presagiaban un buen partido de Argentina en el debut en la ventana de Cali. Se notaba un equipo más rodado, con integrantes que se conocían más y estaban con más ritmo y sueltos. Está claro que no es fácil ser joven y ponerte la camiseta argentina, más luego de dos décadas con grandes resultados y un legado que cuidar. Esta nueva Selección, con un promedio de edad de 24 años, había debutado en casa allá por noviembre y se había sacado parte de la presión tras ganar ambos juegos. Ahora, además de confirmar la clasificación a la Americup, quería jugar mejor, dar un paso al frente y seguir en este proceso de seguir dándole pista y desarrollando jugadores de Selección.

“Realmente hicimos un juego muy sólido, por momentos contundente que rozó la perfección. Pudimos llevar a cabo en la competencia lo que había hecho en los entrenamientos. Y lo que habíamos planificado. Enfrente tuvimos a un Chile con algunas bajas, pero ante eso no podíamos hacer nada, sólo concentrarnos en nuestro juego, ser sólidos y no aplanarnos por lo que pasaba con el adversario. No fue que tal vez por ser mejores nos relajamos. Lo mejor fue que respetamos nuestra identidad, provocando errores con nuestra defensa, corriendo y teniendo una muy buena eficiencia ofensiva. Tuvimos lucidez y ejecución para tomar buenos tiros, alcanzando así un alta efectividad”, analizó el head coach Gabriel Piccato.

“Estamos muy contentos por haber logrado el objetivo de la clasificación y, sobre todo, haberlo logrado jugando muy bien. Representamos a una Selección con mucha historia y prestigio, y hoy estuvimos a la altura. Hay muchos chicos que vienen surgiendo muy fuertes, no hay solo una camada… Es importante la oportunidad que están teniendo muchos chicos que se están destacando en la Liga Nacional”, agregó Federico Aguerre, uno de los más experimentados (xx años), quien se destacó como ala pivote abierto y terminó como goleador nacional (18 puntos, con 4-5 triples).

Otro de los veteranos, que lideran con el ejemplo, es Leo Schattmann, la estrella de Boca que mantuvo la capitanía, tras la ventana de noviembre, en parte por la decisión de Tayavek Gallizzi, quien era el elegido por el cuerpo técnico para esta ocasión –no estuvo en la anterior, por contagio de Covid- pero le cedió ese privilegio-responsabilidad a Leo y se quedó con la subcapitanía. “La actitud de Taya fue muy buena y habla a las claras de lo que es como persona, de lo que absorbió de este proceso. Para mí ser capitán es importante, un orgullo, sobre todo en este equipo joven y dentro de la cancha. Espero poder estar a la altura”, comentó en charla con Prensa CABB.

Sobre la paliza a Chile y lo que viene, este lunes, ante Colombia, Schattmann dejó su opinión. “Me gustó mucho la intensidad del equipo en gran parte del juego, algo que estaba planeado y pudimos realizar nuestra identidad en defensa, el agredir al rival, hacerlo sentir incómodo y así forzar errores… También pudimos tener muy buenos porcentajes y todos los que entraron rindieron en muy buen nivel. Está claro que estamos más rodados como equipo, con respecto a la ventana anterior, pero no podemos relajarnos porque Colombia es un equipo muy distinto a Chile, con jugadores atléticos. Igual, más allá de todo, debemos seguir proponiendo nosotros el ritmo, tanto en defensa como en ataque. Así tendremos mejores resultados”, analizó.