Con el reciente cierre de temporada el Head Coach de Argentina destacó el crecimiento de la Liga Femenina en los últimos años. A su vez analizó el presente de la Selección Mayor de cara a la AmeriCup de México.
En los albores de 2017 se producía uno de los acontecimientos más importantes y disruptivos para los aficionados al deporte. Durante esos meses iniciales la dirigencia apostó por el desarrollo y crecimiento del básquet femenino con el lanzamiento de la primera Liga Nacional, un proyecto serio que buscaba afrontar la profesionalización tan necesaria y requerida por la categoría y sus protagonistas. Seis años más tarde de ese desafío el país cuenta con uno de los certámenes más prestigiosos y afamados de la región.
En épocas pasadas esa realidad era totalmente diferente y adversa donde las principales figuras reclamaban una estructura acorde que permitiera encarar un certamen mucho más competitivo en contraste de lo que sucedía en el exterior. Para Gregorio Martínez, Head Coach de la Selección, esto ya es un motivo de celebración y orgullo:
“Los que venimos de este lugar estamos contentos. A veces no ponemos en valor esa cantidad de temporadas ininterrumpidas. Hace 7 años nosotros estábamos buscando una entidad que organizara el torneo y hoy tenemos una liga establecida y con la mitad de los equipos compitiendo en la liga masculina”, comenzó.
Gregorio es de las voces más autorizadas en el ambiente. Fue el principal artífice de la consagración de Unión Florida en la temporada inaugural de 2017, un equipo increíble que entre sus filas contó con Melisa Gretter, Diana Cabrera, Daniela Benvenuto y Marta Tudanca, entre otras estrellas. Con la entidad bonaerense se adjudicó otros 3 títulos nacionales: La antigua Liga de 2005, el Argentino de Clubes de 2012 y la SuperLiga de 2015.
Como punto fuerte e importante para fortalecer la competición, 9 clubes se comprometieron a participar de los próximos 4 años del certamen: Ameghino, Berazategui, Instituto, Montmartre, Obras, Pacífico, Quimsa, Riachuelo y Rocamora. A esta iniciativa se le suma el creciente interés de varios clubes de La Liga Nacional de presentar equipos en la categoría, una exigencia colectiva que a esta altura encuentra su respaldo en una política institucional que apunta con ampliar y jerarquizar la rama.
“El básquet femenino es maravilloso. No hace falta obligarlos, sólo hay que seducirlos e integrarlos al proyecto. También hay que hacerlo con los entrenadores para que se animen a dirigir. Es igual que con los varones, hay que dirigir a deportistas de altísima calidad”, continuó Gregorio con su alegato.
Aciertos y propuestas dirigenciales que promovieron una expansión territorial que tiende a igualar las bases y a generar mayor equidad en el deporte sin distinción de género,
“Esa fue una política y la reivindico. Estoy convencido de que La Liga Femenina va a seguir creciendo, eso se ve a las claras y hay datos que son objetivos: cantidad de jugadoras en Argentina y con una Liga que se juega en un contexto de una crisis económica que no cesa”.
Sin embargo esta situación económica también permite descubrir a nuevas juveniles que bajo otro contexto quedarían tapadas. Una oportunidad para mostrarse, desarrollar sus capacidades, habilidades y poder adquirir hábitos profesionales que en otros momentos eran inusuales.
“Si la situación fuese otra capaz habría hasta 50 jugadoras más en Argentina. Hay montón de jugadoras repartidas en distintas categorías de Europa que podrían nutrir nuestra liga pero tenemos ese condicionante económico. Hoy nos damos cuenta de eso porque tenemos la liga. Si no tuviéramos la liga ni siquiera valoraríamos eso. Ojalá que la economía ayude, que la liga crezca y podamos traer a esas jugadoras que mejorarían el nivel”, sostuvo el DT.
Gregorio afrontará un año con enormes desafíos junto a la mayor. En ese arduo calendario de competencia se destaca la AmeriCup en México, los Panamericanos en Chile y en caso de clasificarse la ventana Preolímpica de noviembre. La meta es clara y una sola:
“Los dos primeros van derecho a la ventana de febrero y del 3° al 6° van al repechaje. Vamos a ir a buscar un lugar en el repechaje. Es difícil pero tenemos con qué hacerlo”.
En los últimas semanas la oficina central de FIBA en la Américas anunció que la ciudad de León, Guanajuato, será sede de la AmeriCup Femenina 2023, evento que se organizará entre 1 al 9 de julio en el Domo de la Feria. Argentina consiguió su pase luego de atesorar la medalla de plata en el Sudamericano celebrado en San Luis durante el mes de agosto de 2022.
Un staff idóneo y competente que articula su trabajo con las categorías formativas de cara a los próximos certámenes internacionales como son el FIBA Américas U16 de junio, el Mundial U19 de julio en España y el Sudamericano U17.
“Estamos haciendo un gran reclutamiento con jugadoras muy altas y que tienen muchas posibilidades de crecimiento y progresión”, realzando así los resultados conseguidos por los programas interdisciplinarios de la Confederación. Entre ellos se destacan los campus, las concentraciones y los sucesivos Planes de Desarrollo Federales planificados en el interior del país.
Para cerrar, Gregorio dejó buenos presagios para los años posteriores:
“Tenemos un mejor futuro que el presente, que tampoco es malo. Si seguimos con ese plan de desarrollo nos vamos a encontrar una contextura mucho más alta y con jugadoras que claramente podrían ser el futuro de la Selección Mayor”.