Semanas atrás, la Federación de Básquetbol de Tierra del Fuego celebró su Asamblea Extraordinaria donde además de adecuar su estatuto a lo establecido por el Programa de Institucionalidad CAB, eligió nuevas autoridades.
Por mayoría, resultó electa la lista encabezada por Griselda Argüello, quien tiene una historia muy particular. Comenzó su vínculo con el básquet como jugadora y pasó por todos los puestos posibles hasta lograr un hecho histórico: ser la primera mujer en la historia del básquet fueguino en conducir los destinos de la Federación.

“Llegar a la presidencia de la Federación es un honor pero también implica un gran desafío porque significa tener la oportunidad de liderar, trabajar para el bienestar y el crecimiento del básquet acá en nuestra provincia”, comenzó diciendo Argüello con Prensa CAB.

Acerca de su historia, relató: “Vengo trabajando con la Federación desde hace un año aproximadamente. Yo era dirigente de un club anterior a asumir la presidencia y desde ese lugar empecé a involucrarme de a poco con todo lo que conlleva la federación en sí, a conocer, a ir tomando un poco de experiencia de lo que es el manejo de cancha. Lo que primero me acercó a la Federación fue que desde el club necesitaban a alguien que fuera delegado. Entonces, me ofrecí yo. Era jugadora en principio. Me ofrecí y comencé a ir a las reuniones de Federación, a escuchar, a entender de qué se trataba un poco más, cómo era en general el manejo de todo”.

Y añadió: “El jugador va a la cancha y ve que ya está todo listo, que están los árbitros dispuestos, la mesa de oficiales, pitan el silbato y arranca el partido. Pero no ve todo el trabajo oculto que hay detrás de todo eso. Para que podamos llegar al fin de semana a jugar todos esos partidos, o al día del partido que nos toque jugar, hay todo un trabajo que no se ve, que es un trabajo invisible, como le digo yo. La verdad es que está bien que el jugador por ahí desconozca eso, porque su tarea principal en este caso es entrenar, concentrarse en su juego, en su entrenamiento. Y para eso estamos los dirigentes, para ocuparnos de esa parte”.

“Lo que hice fue anotarme en un curso de oficial de mesa. Empecé a trabajar en la mesa de oficiales, hice planilla digital durante un tiempo importante y después dije bueno, ¿por qué no arbitrar? Hice el curso de arbitraje, comencé a arbitrar categorías formativas, después seguí con las categorías mayores y cada vez me fui involucrando un poco más, me fue llamando más la atención el básquet desde ese otro lado. Dejé de jugar obviamente, me dediqué pura y exclusivamente a lo que era el arbitraje, a lo que eran las mesas de oficiales. Llegó el día en que llegó la propuesta de hacer una renovación de autoridades y decidí hacer ese siguiente paso, que era formar parte de la Federación para poder trabajar desde adentro”, explicó apasionada.

Ya enfocada en los próximos desafíos, Argüello señaló: “Creo que estoy lista para hacerlo. Tengo el entusiasmo y la dedicación intacta y quiero dejar una huella positiva en este tiempo que yo esté en la presidencia. La intención final que tengo es que podamos trabajar en conjunto con los clubes y con la CAB para que los jugadores y jugadoras se puedan desarrollar”.

“Tierra del Fuego es una provincia chica. Si bien hay muchas oportunidades deportivas, el básquet puntualmente en esta provincia no es una de las actividades que más atrae. Tenemos como principal objetivo masificarlo. Tenemos la desventaja del clima que nos quita la oportunidad de también desarrollarlo al aire libre, que sí o sí debe ser en una cancha cerrada, calefaccionada, que tiene que cumplir con ciertos aspectos para poder llevarse adelante la disciplina”, dijo analizando la situación actual del básquet fueguino.

“La idea es trabajar para eso, para atraer a más gente al básquet y que se involucren más con el deporte; que haya más jugadores, más entrenadores, más árbitros, capacitar más oficiales de mesa. Se necesita más gente en el básquet y hay que trabajar para eso”, concluyó.