Días atrás, la joven escolta participó del NBA Básquetbol Sin Fronteras que se realizó en México, siendo una de las tres jóvenes argentinas que tuvo presencia en el prestigioso campus.
Hace tan sólo días, del 15 al 19 de mayo, se llevó a cabo el prestigioso NBA Básquetbol Sin Fronteras en la ciudad de San Luís Potosí, México. La cita reúne a 60 de los mejores jugadores y jugadoras de Latinoamérica, Canadá y el Caribe; y así como Juan Ignacio Respaud supo consagrarse MVP en la rama masculina, quien tuvo un rendimiento sobresaliente por el lado femenino fue Dagmar Hentschel. La perimetral de Obras Sanitarias participó del campus junto con Angelina Giacone, de Talleres RPB de Villa Gobernador Gálvez, y Juana Amaya, de Harrods Gath y Chaves.
Daky tiene 17 años, es oriunda de Buenos Aires, comenzó su carrera deportiva en el club San Andrés y, desde que se mudó a la institución de Núñez, viene dando claras muestras de crecimiento en su juego. De hecho, pudiéndose desempeñar tanto en el puesto de escolta como de alera con su 1m70 de altura, fue una de las mejores en este evento internacional, destacándose en su faceta ofensiva pero especialmente trayéndose a casa el premio a la Mejor Defensora.
De regreso en nuestro país, la joven ya se encuentra en el CeNARD, entrenando de cara al FIBA Américas U18 que se jugará en el Templo del Rock del 13 al 19 de junio, en conjunto además con la Selección U17 pronta a disputar el Mundial de Hungría. Desde plena concentración, Hentschel dialogó con Prensa CAB para compartir su experiencia al norte del continente, los detalles de un programa de elite y la emoción por el reconocimiento recibido. Es evidente que el futuro está en buenas manos, nuestros chicos y chicas dejan al básquet argentino maravillosamente representado en cada oportunidad.
-Habiéndote formado en San Andrés, hoy jugás para Obras Sanitarias. ¿Cómo te sentís en tu actual equipo?
-Sí, antes de sumarme a Obras en el 2020, jugué siempre para el club San Andrés, desde los seis años. Hoy estoy muy feliz en este club, me siento muy bien, jugando en las categorías U17, U19 y U21, además de haber tenido posibilidades de disputar la Liga Femenina y también el Torneo Federal en Primera.
-Venís de jugar el Sudamericano U18, un torneazo donde se llevaron la Plata. ¿Qué sensaciones te quedaron de ese certamen con la Selección?
-Fue simplemente hermoso. Personalmente, era la primera vez que jugaba como local a nivel Selección, entonces contar con el apoyo de familiares, amigos y toda la gente que se acercó a alentar, fue lo más lindo del torneo. Previo a la final, escuchar a todas esas personas cantando el Himno junto a nosotras, fue una sensación increíble.
-¿Con quién compartiste habitación en el campus? ¿Qué tal la convivencia?
-Al ser tres chicas argentinas, ya teníamos claro que una debería compartir habitación con alguien de otro país, y casualmente me tocó a mí, encima con una brasilera parte del equipo que nos ganó la Final del Sudamericano… ¡Empezamos mal! (Se ríe) Pero no hubo problemas, nos llevamos muy bien, aunque el hecho de hablar idiomas diferentes hizo que no tengamos tanta comunicación.
-¿Cómo era la dinámica de los entrenamientos en el campus?
-Comenzábamos la jornada con estaciones de técnica individual donde había cuatro entrenadores en cada una. Eso estaba muy bueno, porque acá no tenemos tantos técnicos en una misma práctica, entonces podían corregirte a fondo cada detalle. Luego venían los partidos, y a partir del segundo día nos dividieron en tres equipos para jugar un mini torneo entre nosotras.
-¿En qué posición jugaste? ¿Qué entrenadores tuviste en el evento?
-Suelo jugar como escolta o alera, pero en el campus me posicionaron de base, así que al principio no me sentía tan cómoda, pero me fui adaptando y me terminó gustando la función. Los entrenadores que más conocía eran Lea Bolmaro (jugador argentino de Minnesota Timberwolves) y Chris Duarte (jugador dominicano de Indiana Pacers), además de la española que dirigió a mi equipo en la competencia y una norteamericana que se desempeña en la WNBA.
-Cuando llegaste a Obras, declaraste que necesitabas mejorar tu defensa, y ahora volvés del “Básquet Sin Fronteras” como Mejor Defensora del evento… ¿Qué pasó en este tiempo? ¿Qué otras habilidades trabajaron allí?
-Ja, la verdad es que entrené mucho… Es algo a lo que di prioridad y tuve entrenadores que me insistieron muchísimo con el aspecto defensivo porque era una de mis debilidades, como Santiago Petersen en Obras, y Sandra Pavón y Sebastián Silva en la Selección. Y en el campus trabajamos mucho las definiciones, el manejo de balón entrenando diferentes tipos de dribling y cambios de dirección, y también enfatizamos en el pick and roll, en la lectura y los mejores pases para esa situación.
-¿Qué sentís respecto de esta enorme experiencia en México? ¿Qué metas tenés para tu futuro?
-Lo que vivimos es una locura. Cuando recibimos la invitación, no lo podía creer… Que nos llamen de entre tantas jugadoras buenísimas no sólo del país sino de todo el continente, fue algo único. Y me encantaría poder algún día jugar en el exterior, especialmente en Europa.