Tanto Juan (30) como Nico (28) son parte de la lista de 14 jugadores que dispone el Che García para esta segunda ventana. Felicidad pura para los hermanos cañadenses y este distendido mano a mano con ambos.

El camino rumbo a la segunda ventana ya está en marcha. En vísperas de lo que será una verdadera fiesta en el Templo del Rock de Obras, Argentina se prepara para dos nuevos desafíos en los Clasificatorios rumbo a la Copa del Mundo FIBA 2023. Primero se enfrentará a Venezuela este viernes y luego el sábado hará lo propio frente a Panamá. La expectativa crece y el equipo de Néstor García quiere seguir dando pasos sólidos de cara al sueño mundialista.

Particularidades si las hay, en la Selección hoy existe un dato de color interesante: los hermanos Brussino. Tanto Nicolás como Juan volvieron a encontrarse para compartir un mismo equipo, algo que no sucedía desde 2012 cuando representaron al seleccionado de Santa Fe en el Argentino de Mayores que se disputó en Chaco. Casi diez años después, vuelven a juntarse y representando a Argentina, y en charla con Prensa CAB hablaron de todo lo que respecta a esta posibilidad de jugar juntos y los compromisos que se vienen para la Selección.

Por un lado, Nico (28) se metió en Modo Argentina desde el fin de semana pasado, ya liberado de sus compromisos en Europa y volviendo a representar al país tras estar en los Juegos Olímpicos de Tokio del año pasado. El más chico de los hermanos está en la Selección desde 2014, un jugador de vuelo internacional que se transformó en una pieza crucial dentro de la estructura del equipo, además de ser uno de los pilares de este proceso.

"Me encontré con un equipo muy bueno. Es la primera vez que los vi a todos juntos, tanto entrenadores como jugadores, así que estoy muy ilusionado y contento. Voy adaptándome a lo que quiere el Che, a los sistemas y a cómo se comportan mis compañeros, pero estos primeros dos días fueron muy interesantes y buenos. Hoy me toca estar en ese grupo del medio con un poquito más de experiencia que antes y que alguno de los chicos de ahora, así que trato de ir ayudando a los nuevos. Se viene un desafío muy importante tanto en la ventana como para lo próximo, así que acá estamos a disposición de lo que nos piden, para seguir demostrando que podemos seguir luchando por un puesto alto en el ranking", comenzó explicando el alero.

Viene firmando un valorable rendimiento en el Gran Canaria de la ACB. En su 5° temporada en la elite española, el alero está firmando 7.2 puntos y 3.6 rebotes en 23 minutos por juego. Todavía viene entrando en ritmo ya que a raíz del Covid-19 no pudo terminar de desplegar toda su plenitud en esta 2021/22, pero su calidad es indiscutible. "Empecé muy bien la temporada. Tuve altibajos después del Covid-19, que lo tuve dos veces, pero desde hace un mes y medio estoy en plenitud física y me estoy encontrando cada vez mejor, subiendo mi nivel. Espero que esta etapa final de la temporada y esta ventana sean el paso adelante que necesito dar. Espero estar en condiciones, preparado y listo para afrontar eso", explicó

Por su parte, Juani (30) viene brillando en Quimsa, el puntero de La Liga Nacional. Es el gran conductor del líder de la competencia, ubicándose dentro del top 10 de máximos asistidores y con números muy interesantes: 11.7 puntos, 3.2 rebotes y 4.5 asistencias por partido. Desde hace ya un par de años se convirtió en un jugador importante de La Liga, por calidad y maduración en su juego, un nivel que despertó el consecuente llamado del Che García para integrar la Selección. Debutó en la primera ventana del pasado mes de noviembre, y ahora volvió a ser convocado.

"Cada entrenamiento, cada comida y el estar juntos hace al grupo, al equipo, y eso se está notando y viendo en los entrenamientos. El grupo está muy bien, se entrena de una forma muy buena y lo queremos llevar a cabo en los partidos. Ojalá que se dé", cuenta Juani, el mayor de los Brussino.

Los dos Brussino comenzaron a jugar en ADEO de Cañada de Gómez, su ciudad natal. Y ya desde ese momento seguramente soñaban con una posibilidad como esta, lejana en aquel entonces pero tan cercana como real y soñada por estos días. Ninguno de los dos puede ocultar la felicidad que los inunda, sabiendo que no es un caso tan común que pueda darse en una selección nacional y disfrutando de estos momentos que viven.

"La última vez fue en un Argentino en 2012, ya hace muchos años. Cuando vimos la lista fue una emoción tremenda tanto familiar como individual, y ahora estamos compartiendo tiempo de Selección y hablando un lenguaje del básquet que antes no lo teníamos, porque cada vez que nos veíamos era fuera de la cancha y hablábamos poco de algunas cuestiones que sí hablamos hoy. Ahora, al estar jugando juntos, nos decimos de mejorar esto o lo otro, nos apoyamos y ayudamos, y eso a nivel personal es algo que lo estoy viviendo mucho y me gusta. Me gusta tener ese tipo de conversaciones con él y compartir los entrenamientos. Son emociones que estoy disfrutando", comenta Nico.

Juani quiere sacarle todo el jugo posible a estos días que comparte junto a su hermano, no quiere proyectarse aún con lo que podría significar compartir unos minutos dentro de la cancha y conectarse en alguna acción de juego, porque son cosas que se sabrán más adelante cuando el Che defina los 12 de cada partido. No obstante, nada quita que estos sean momentos valiosos que se atesoran y disfrutan al máximo.

"Es especial y distinto. No quiero ni hablar de poder darse la posibilidad de compartir equipo y estar juntos dentro de la cancha, pero lo que uno está viviendo ya desde esta semana y la previa, desde que salió la convocatoria, con los entrenamientos que estamos compartiendo y vivir un montón de momentos que hacía años que no vivíamos, es muy lindo. De mi parte me permití disfrutarlo, aprovechar y absorber cada momento. El día que se termine y cada uno tengamos que volver a nuestros lugares, quedarán estos lindos recuerdos", cuenta el base.

Al álbum de fotos de la familia Brussino le falta esa imagen de poder vivir juntos la experiencia Selección. Juani entiende eso a la perfección, lo sabe, aunque no deja de ser un agradecido por todo lo que ya hoy está viviendo junto a su hermano. Lo vivieron en la selección de su asociación, luego en la provincial y ahora la meta está en poder hacerlo con la albiceleste.

"Son momentos que quedarán, recuerdos hermosos que uno viendo esas fotos de Cañada, de Santa Fe y ahora, se reflejan el trabajo, el sacrificio, las ganas, el deseo y que el sueño que uno tuvo desde chiquito se está cumpliendo. Más que agradecer, vivirlo y compartirlo, no se puede pedir más. Obviamente no hay que quedarse sólo con eso, el día de mañana cada uno deberá seguir con su camino, su trabajo y objetivos, esforzándose para que no quede sólo en un recuerdo sino que el día de mañana se vuelva a repetir. La verdad, lo que venga de ahora en adelante para mí es puro agradecimiento y felicidad. Me lo planteo así, quiero tomarlo así, no pensar en si estoy o no, de si jugaremos juntos o no, sino de disfrutar estos momentos y aprovecharlos", reflexiona el armador de la Fusión.

Nico en tanto agrega: "Estamos cumpliendo un sueño. Todos los que tienen hermanos y juegan al básquet pienso que sueñan con jugar juntos. Nosotros habíamos jugado en la selección cañadense, en la santafesina, y nos faltaba hacerlo en la Selección Argentina. Ahora estamos a un pasito de cumplirlo... con esto ya estaríamos (se ríe)". ¿Se les dará la chance de estar juntos en cancha?

Ya pensando en los compromisos ante Venezuela y Panamá, el chip se activa cuando ambos se sientan a analizar lo que serán ambos partidos que tendrá Argentina en la inminente segunda ventana FIBA. La misión del seleccionado dirigido por el Che García es acercarse cada vez más al Mundial 2023, y para ello necesitará ganar ambos encuentros que empezarían a allanar la clasificación.

"Sabemos que Venezuela viene ya con una cantidad importante de años jugando juntos, con un muy buen básquet. Trataremos de que con nuestra localía y los jugadores de mucha jerarquía que tenemos poder dar un paso adelante y enfrentarlos sabiendo que es un rival complicado. Después es básquet. Hay que tratar de jugar de la mejor manera, disfrutar y ganar, que es el objetivo y para lo que nos preparamos. De Panamá se habló menos porque ahora estamos enfocados en Venezuela que es el primer partido, que para nosotros es clave", analiza Juani. Mientras tanto, Nico va por la misma línea y habla de la complejidad que representarán ambos cotejos: "Venezuela y Panamá son rivales muy duros. Se juegan mucho y nosotros también, así que van a ser compromisos muy intensos, físicos, y esperamos poder estar a la altura. Creo que tenemos mucho material, con mucho talento para poder afrontar estos juegos y conseguir las victorias".

Pero está claro que Argentina se prepara para recibir una nueva fiesta en esta segunda ventana. El esfuerzo y el trabajo que implica volver a jugar en el país, tener la posibilidad de hacerlo con las tribunas vestidas de celeste y blanco, junto a la calidez de nuestra gente, invita a soñar con que puedan darse esos buenos resultados que la Selección necesita. Por supuesto, todo esto es un condimento extra y los Brussino lo saben.

"La última vez que jugué acá fue antes del Mundial de China. Es una motivación extra estar presente con nuestra gente, con los amigos y la familia. Me pone muy contento", dice Nico. "Ni hablar que ser locales es importante, eso se siente en todo momento. Representar al país y que toda la gente nos pueda ver y acompañar es un plus que seguramente a la hora de estar en la cancha nos va a jugar una buena pasada. Lo disfrutaremos. Poder representar a tu país, estando en él mismo, y que toda la gente del básquetbol argentino y las familias se puedan acercar y acompañarnos serán un gran apoyo. Sabemos la importancia que tienen estos juegos, el carácter para afrontarlos va a ser muy importante en este proceso nuevo que se está generando y que queremos seguirlo de la mejor manera", cierra Juani.

Tribunas colmadas, amigos y familiares presentes alentando a la Selección en esta nueva ventana. Y para la familia Brussino será una doble fecha especial con la posibilidad de poder disfrutarlo por duplicado, con Juani y Nico viviendo lo que alguna vez fue un sueño y hoy poco a poco se transforma en una bella realidad.
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