A poco más de 24 horas del debut, el head coach muestra su confianza luego de casi una semana en Tokio. Cuenta en qué focalizó y se mejoró desde el arribo a Japón y analiza la fórmula para vencer a Eslovenia.

Quedan poco más de 24 horas para el debut y la Selección ultima los detalles para llegar lo más afilado posible al duelo contra la Eslovenia de Luka Doncic, invicta desde que el base estrella de la NBA juega con su seleccionado. Ya quedaron atrás las tres derrotas en los amistosos y algunas dudas que el equipo pudo generar en su producción. En aquella parte del proceso, el ritmo era la clave, nadie esperaba que el funcionamiento fuera aceitado y la ejecución, tan fina. Por eso, desde la llegada a Tokio, hace seis días, el cuerpo técnico nacional se enfocó en la profundidad del juego y Sergio Hernández ha quedado conforme.

“Hemos entrenamos bien desde la llegada a Japón. Tal vez no la cantidad de tiempo que hubiésemos querido, porque acá tenés dos opciones de tiempo en cancha, 50 minutos o 1h20, pero le sumamos bastante trabajo físico en el gym de alto rendimiento que hay en la villa y el tiempo en campo lo hemos aprovechado bien”, fue la primera reflexión que hizo Oveja en charla con Prensa CAB para luego, sí, dar mayores detalles. “El equipo está más enfocado en su versión más táctica. Nos hemos puesto más detallistas con nosotros y también con Eslovenia, nuestro primer rival. Incluso hemos hecho hincapié en algunos aspectos de España, en especial lo que tiene parecido de Eslovenia, por ser el siguiente partido”, resaltó el head coach.

También dio precisiones sobre cómo ha avanzado en lo táctico. “En Las Vegas decidimos darle rinda suelta, en forma intencional, a un ritmo de juego casi alocado, para encontrar nuestro adn, más allá de saber que esto podía causar errores. Pero en Tokio ya bajamos un cambio y nos pusimos más tácticos y ordenados. Confío en que este sea el plan que nos permitirá llegar bien a la competencia. No tenía dudas antes y menos ahora que vamos a llegar bien para el comienzo”, aseguró. No hay resabios de preocupación, si alguna vez los hubo. “Yo estoy tranquilo porque este equipo siempre ha respondido bien en las situaciones límite, desde hace años”, analizó. Aunque, claro, volvió a dejar claro la dificultad del contexto. “Lo que no me deja tan tranquilo (se ríe) es que los rivales son muy buenos. Eslovenia y España son dos equipos que pueden ir por el oro y nos tocan ambos para arrancar el torneo. Luego veremos a Japón, hoy más una incógnita. Cuando lo analicemos, tras los dos primeros partidos, sabremos mejor para qué esta. Los otros dos rivales son más comprobados y nos ocupan más por estar primeros”, completó.

Eslovenia llega entonado a su primer Juego Olímpico. Impactó en Kaunas al ganar el repechaje, superando al local Lituania en la final, con un equipo de buen ritmo de juego, con buenos actores de reparto y, en especial, un encendido Doncic, quien promedio 21.3 puntos, 11.3 asistencias y 8 rebotes, además de sumar un triple doble -31, 13 y 11- en la final. Un equipo que repite siete jugadores del campeón europeo 2017 –no está Goran Dragic-, incluyendo a Vlatko Cancar, el compañero de Campazzo en los Nuggets que promedió 11.2 puntos y 56% en el repechaje. Otra figura es Mike Tobey, el pivote de 2m13 del Valencia que aportó 15 puntos, 63% triples y 7.5 rebotes.

¿Oveja tiene la fórmula para ganarle? “Ojalá la tuviera (se ríe). Tal vez vamos a tener una idea más acabada de lo que le molesta y lo que no, luego del partido. Por lo pronto, sabemos que tiene poder de gol en todas sus líneas y que deberemos defender muy bien, igual o mejor que en el Mundial, basados en el scouting que mis asistentes preparan día a día. No tenemos que jugar con el freno de mano puesto por el miedo a perder. Nos enfrentaremos al mejor jugador del mundo hoy, pero no debemos achicarnos. Al revés, hay que doblar la apuesta, subir el bloque, correr, abrir espacios y jugar dinámico sin dejar de ser ordenados. Necesitamos estar en un gran día para ejecutarlo”, cerró.