El refrán popular reza que para saber amar hay que saber sufrir. El Alma padeció para cerrar una historia en la que protagonizó excelentes pasajes, pero en definitiva se cargó la victoria en el bolso.

Tras el triunfo frente a Croacia, el comandante de la tripulación Sergio Hernández entregó sus sensaciones primarias. “Muy feliz, le ganamos a un rival muy duro, sólido y de primer nivel mundial”, arrancó el coach. Luego se refirió al tercer cuarto decisivo, de tremendo funcionamiento de Argentina, y sostuvo: “Parecía que lo habíamos quebrado, pero el básquet demostró otra cosa. Era raro que ganáramos por veinte, lo mismo si lo hacían ellos, pero pasa. Quizá es extraño que se nos escape una diferencia así cuando ellos no jugaban a nada, pero se jugaron la vida, sacaron a los grandes y nos complicaron. Así como las piernas pasaron factura en el último cuarto”.

Para culminar su análisis, el entrenador ponderó el rendimiento de El Alma, ya que exteriorizó: “Se ganó jugando bien, además de intenso. La rotación fue más corta, eso se sintió en algunos jugadores, que estaban cansados. Se ganó con juego y corazón”.

Como es habitual con su lectura atildada y medida, el capitán Luis Scola también aportó conceptos muy interesantes. En relación con los momentos claves, el ala pivote soltó: “En el tercer cuarto tuvimos un empuje muy fuerte, esperábamos la remontada de ellos y se vino. Dejamos de jugar un poco en el último y eso es un problema, pero vamos a aprender de esa situación”.

El base Nicolás Laprovittola redondeó una tarea muy productiva, en otra muestra del excelente nivel de la pareja de armadores de Argentina. El hacedor de juego contó sus impresiones, en plena zona mixta, y describió: “Muy feliz, dos partidos y dos victorias. El encuentro de hoy era muy importante para nosotros porque era un rival que venía de un triunfo importante. Tuvieron fuerzas para remontar, así como nosotros contamos con la suerte y el poderío para aguantar ese golpe”.

Con respecto al difícil último cuarto, Laprovittola razonó: “Tuvimos pérdidas que no solemos cometer. Sin embargo dispusimos de la experiencia para cerrar el juego y Manu nos dio una mano muy grande”.

Para finalizar, el base ejemplificó el pensamiento reinante en el grupo, dado que dictaminó: “Tenemos un lindo equipo, pero no logramos nada todavía. Hay que seguir por este camino”.