Los Rockets de Carlos Delfino le ganaron a Oklahoma, evitaron la barrida en la serie y forzaron el quinto partido. El santafesino fue clave con sus 13 puntos desde el banco. Además aportó cuatro rebotes y tres asistencias. Y con una volcada tremenda sobre Durant.
A los Rockets no les quedaba otra. Después de perder los tres primeros partidos, una derrota más hubiera mandado de vacaciones al equipo de Carlos Delfino, pero esta vez le ganó 105-103 a Oklahoma y de esa forma descontó 1-3 en la serie del Oeste. Apoyados por un Toyota Center a full, zafaron de la eliminación y consiguieron una nueva vida en los playoffs. Ahora tienen que ir el miércoles a la casa de los Thunder para jugar el quinto el miércoles. Ya demostraron que no van a tirar la toalla tan fácil…

Carlos Delfino fue clave desde el banco de los Rockets: hizo 13 puntos con 1-1 dobles, 3-5 triples y 2-2 libres. Además, en sus 26 minutos en cancha, agarró cuatro rebotes y repartió tres asistencias. El santafesino tuvo un par de acciones espectaculares que levantaron a la gente. En el cierre del segundo cuarto, clavó dos triples consecutivos y dejó siete arriba a su equipo. Pero lo mejor vino en el tercero, cuando le robó la pelota a Kevin Martin y se la volcó en la cara a Kevin Durant, en una jugada elegida como la mejor del día.

Chandler Parsons (27 con 11-21 de cancha) terminó como figura del local y Omer Asik (17 más 14 rebotes) resultó clave en la zona pintada. No anduvo bien James Harden (15 más 10 pérdidas), pero aparecieron otros nombres y sacaron una pequeña ventaja en el último cuarto. Igual tuvieron que sufrir, porque apareció Kevin Durant en toda su dimensión (38 con 12-16 de cancha) para dejar a los Thunder a dos, Reggie Jackson no acertó un tiro por el empate y Serge Ibaka falló otro sobre la chicharra tras el rebote.

Fuente: Olé