A sólo días de consagrarse campeón de la primera Liga Federal Formativa U15 con Unión Central, el cordobés, de gran actuación, expresó su emoción y su anhelo por seguir conquistando sueños.
Tras el Súper 8 de la Liga Federal Formativa U15 que se disputó el último fin de semana, Unión Central de Villa María se consagró como el primer campeón en la historia de esta competencia. Y quien estampó su firma en el juego decisivo fue Iván Prato, el ala-pivote que lideró la victoria ante Bolívar con 25 puntos y 20 rebotes.
El cordobés de 15 años viene apuntando su apellido en las últimas convocatorias de la Selección Argentina U17 y U18, dando varios años de ventaja con respecto a sus compañeros y rivales. Pero con sus 2m08 y una buena cantidad de recursos tiene con qué emparejar tal diferencia.
Tras el festejo con su club, nos comunicamos con el jugador no sólo para compartir la alegría del logro, sino además para presentarles la radiografía de un talentoso y humilde chico que tiene tan claras sus fortalezas como sus debilidades, sabe el camino que quiere seguir y se permite soñar en grande.
-Se llevaron la primera Liga Federal Formativa U15 de la historia en una final para el infarto. ¿Qué sensaciones te quedan del título obtenido?
-Sabíamos que el Súper 8 sería durísimo, pero no sólo queríamos el título, también éramos capaces de conseguirlo. En la final salimos relajados, al contrario del resto de los partidos donde buscamos presionar, imponer nuestra impronta y ganar a toda costa. Parecía que se lo llevaba Bolívar, pero en los dos minutos finales lo dimos vuelta y fue una euforia terrible. Lo festejaremos por mucho tiempo, porque es un logro del club pero también algo histórico a nivel país.
-¿Qué te pasó cuando viste que tu volcadón se viralizó y fue furor en los medios?
-Es verdad que nos estaba viendo mucha gente, pero jamás pensé que tendría tanta repercusión. Vi la volcada en muchos canales y páginas, y si bien es muy lindo que compartan una jugada tuya, también me hubiera gustado que muestren otras de mis compañeros, porque lo realmente importante es haber representado de esa manera a nuestro club.
-En un básquet moderno que prioriza cada vez más el juego dinámico y lanzamiento externo, sos un interno de talla pero que también puede manejarse muy bien de frente al aro. ¿Cómo describirías tu estilo de juego y qué aspectos buscás pulir en el corto plazo?
-Soy un ala-pivote penetrador y, si bien no tengo un gran lanzamiento, puedo encestar algún triple. Pero el tiro es muy necesario, por lo que debo mejorarlo lo más rápido posible. Y me considero un buen defensor en la altura, pudiendo hacer muchas tapas como sucedió este torneo, pero todavía me cuesta contener el 1vs1, por lo que tengo que trabajar en mi paso de caída y mis desplazamientos.
-¿Qué se siente haber integrado convocatorias tan importantes como lo fueron la Selección U17 de Leo Gutiérrez y la U18 de Herman Mándole?
-Es un orgullo llevar la palabra ‘Argentina’ en el pecho, es una sensación indescriptible, y con ambos entrenadores aprendí muchísimo. De Herman me llevo algo más del costado personal, de la rutina, de los hábitos, ya que nos exigía mucho en la dieta y el cuidado del cuerpo. Mientras que Leo es muy estricto en la cancha, había entrenamientos que nos ponía a correr porque estábamos desconcentrados o haciendo mal las cosas, y eso pocos entrenadores lo hacen, impone un gran respeto por todo lo que sabe y la clase de jugador que fue.
-Disputaste Premundial U17 de México en 2021, y Sudamericano U18 de Venezuela y Mundial U17 de España este año. ¿Qué experiencias te llevaste?
-Sí pensaba que podría jugar el Sudamericano U15 que está por venir, pero nunca me imaginé en una U17 y menos una U18. La mejor experiencia para mí fue el Premundial de México, con sólo decirte que me quebré en cada uno de los tres cortes, y en el definitivo no podía parar de llorar… Uno de mis compañeros estaba al lado, y pensó que yo había quedado afuera, pero eran lágrimas de alegría. Aunque a nivel de rivales, elijo el Mundial de España, donde los resultados no acompañaron pero competir contra países de todo el mundo y conocer nuevas culturas fue algo único.
-Contame cómo es un día normal en tu vida, donde combinás el deporte con los estudios y la vida social.
-Me levanto 7.30 aproximadamente, desayuno y me voy al gimnasio o a jugar al handball para mi colegio. Al volver, hago la tarea y cocino, porque mi mamá está trabajando en ese momento. Y la verdad que me defiendo, mi especialidad es la napolitana con puré… (Se ríe). Luego tengo clases de 13.00 a 19.00, y al salir voy a entrenar con U15, U17 y Primera hasta las 23.00. Los fines de semana, cuando tengo algún tiempo libre entre partidos, aprovecho para juntarme con amigos.
-¿A qué jugadores tenés como ejemplos?
-Ginóbili, dejando de lado lo excepcional que fue como jugador, me gustaba mucho por su personalidad y bajo perfil. En cuanto a mentalidad, creo que la de Kobe es la mejor a la que uno puede aspirar, siempre buscando ser mejor cada día. Y a quién admiro y me marcó muchísimo, por ser tal vez más contemporáneo a su carrera, es LeBron.
-¿Cómo es Iván Prato fuera de la cancha?
-No soy ni parecido a lo que muestro en la cancha, porque cuando juego puedo parecer un poco ‘fantasma’, pero en realidad soy de perfil súper bajo. Hoy tal vez publico más fotos en mis redes y, cuando juego con la Primera del club, los más chicos me piden que les firme sus camisetas. Generar eso me parece algo muy especial, pero intento mantener mi esencia y seguir por el camino de la humildad.
-¿Cuáles son tus próximos objetivos y qué sueños perseguís?
-Mi meta más cercana es quedar en el equipo que juegue el Sudamericano U15 entre el 16 y el 20 de noviembre, y si eso ocurre intentaré hacer el mejor papel posible representando a Argentina. Y mi sueño, como el de casi todos en este deporte, es llegar a la NBA. Pero si no fuera posible, quiero desarrollar mi mejor versión y jugar a mi mayor nivel, ya sea en Euroliga, ACB o Liga Nacional.