El ala pivote de 18 años y 2m10, uno de los nuevos talentos argentinos que impacta por su potencial y progresos, cuenta su vida en España, analiza su juego y habla de sus expectativas.
Juan Francisco Fernández atraviesa un momento soñado, dando pasos muy importantes en su carrera profesional, pero en la charla con Prensa CAB se muestra cauto y paciente. Casi como un veterano pese a sus 18 años. El chico emigró a España luego del Mundial U17 que se disputó en nuestro país en el 2018 y se sumó al Fuenlabrada, club tradicional de la ACB y desde entonces se desempeña en su cantera, en el equipo de Liga EBA y se entrena con el plantel de ACB. A pesar de su edad, este chico de 2m10 ya tiene un destacado recorrido a nivel internacional. Disputó dos Mundiales con la Selección, ambos con camadas más grandes y el año pasado fue parte del prestigioso Básquet Sin Fronteras Global, que organiza la NBA durante el fin de semana del All-Star para los mejores proyectos extranjeros del mundo. Además, mientras se entrena en el Cenard con sus compañeros, espera con ansias el Mundial U19 de Letonia, donde finalmente va a poder competir con su propia camada, y de alguna forma tiene sueños de poder estar en la Mayor, quizá tan rápido como en este 2021…
Fernández es un ala pivote ágil que encaja muy bien en una posición que requiere talento, capacidad atlética y versatilidad en el básquet actual. Esta temporada promedia 14.2 puntos y 4.9 rebotes para la segunda escuadra del Fuenlabrada que se desempeña en la Liga EBA, cuarta división del básquet español. El equipo marcha primero en su zona con registro de 12-3 y su participación es pieza central del funcionamiento.
-Hace varios años que ya no estás en el país, desde muy chico, ¿cómo fue tu llegada a Fuenlabrada a tan corta edad?
-Estaba jugando en Unión de Santa Fe en ese momento y me convocaron al seleccionado que disputó el TBF U16 de Turquía. Por suerte pude jugar un buen torneo y luego de ese torneo se puso en contacto conmigo y con mis padres un agente que estaba interesado en representarme y quería llevarme a España a probar en distintos clubes. Me gustó la idea e hicimos el contacto. Más adelante, ese mismo año, llegó el Mundial U17, donde me vio y me dijo que había un grupo de clubes que me querían invitarme a entrenar para probarme. Y uno de esos clubes era Fuenlabrada. Vine, entrené y quedé muy contento con todo hasta decidir sumarme al club.
-No debe haber sido fácil tomar la decisión de emigrar desde tan chico. ¿Cómo fue ese proceso en tu cabeza y cómo tomaste esa decisión?
-No te voy a decir que fue una decisión fácil porque no lo fue, pero a esa altura ya sabía que quería vivir de esto y dedicarme a full. Entonces cuando se me presentó la oportunidad, tomé la decisión con ganas. Por suerte tuve a mi familia que me apoyó en todo momento. Igual que mis amigos. En ese sentido, me lo hicieron bastante fácil.
-Ahora es mucho más sencillo mantenerse cerca de los afectos a pesar de la distancia, pero ¿hubo algún momento del proceso en que quisiste volver a Santa Fe, con tu gente?
-Los primeros meses fueron complicados. Me acuerdo que cuando llegué, creía que no iba a extrañar mucho, que yo no era así. Pero los primeros meses lo sufrí. Sobre todo el paso de vivir con tu familia que conocés desde siempre a vivir con compañeros, que son gente que todavía no conocía, de distintos países y costumbres. Pero después me pude ir acostumbrando.
-¿Cómo es un día tuyo allá? ¿Cómo es tu rutina?
-Depende de si estoy en dinámica ACB o no. Cuando estoy con el primer equipo, me entreno a la mañana y a la tarde. Normalmente es la parte física a la mañana y la parte de básquet por la tarde. De todas maneras, si estoy con el segundo equipo es muy similar. Voy al gimnasio a la mañana y a la tarde, tengo práctica con el equipo. Dependiendo de las necesidades del primer equipo, cuando ellos me llaman para entrenar con ACB, me sumo. Estuve entrenando con ACB por semanas consecutivas, pero ahora, con el segundo equipo, estamos jugando dos partidos por semana, así que estoy de lleno dedicado a ese grupo. Porque entrenamos lunes y martes, jugamos el miércoles, descanso el jueves, entrenamiento el viernes y vuelvo a jugar el sábado. Entonces directamente me quedo con el segundo equipo.
-¿Qué metas te ponés a corto y mediano plazo con el Fuenlabrada?
-Te iba a decir
“tratar de ser el mejor”, pero no me sale. Prefiero decir que quiero dar el máximo. No quiero volver de un entrenamiento de ACB arrepintiéndome o pensando que pude dar más. Tratar de dejar todo y mejorar en cada entrenamiento.
-¿Seguís la carrera de los argentinos en ACB, hay alguno que te sirva de inspiración?
-Sí, por supuesto. Todos tienen unas carreras impresionantes, están consagrados. Pero me gustaría hacer mi propio camino. Aprovechar al máximo todas las oportunidades que tenga. Obviamente me gustaría tener la carrera que tienen ellos.
-¿Qué te genera la posibilidad de debutar en ACB, estás tranquilo o inquieto con eso?
-Estoy tranquilo, que el debut llegue cuando tenga que llegar. Todo a su debido tiempo. Estaría muy bueno y seguramente lo disfrute mucho porque sería como un premio al esfuerzo y dedicación que estoy poniendo en estos años.
-Sacándote del día a día y yendo más a tu juego, ¿cuáles creés que son tus puntos fuertes y cuáles tus áreas a mejorar de cara al próximo paso?
-Me sale mucho más fácil decir las cosas que siento que puedo mejorar. Creo que tengo que mejorar mi físico, ser más grande y fuerte, y también mi lanzamiento, tanto externo como de media distancia. Y en cuanto a lo otro, creo que puedo aportar mi lectura de juego y toma de decisiones, me siento muy cómodo leyendo lo que pasa. Además, tengo brazos muy largos y ocupo mucho espacio, esto también me favorece, sobre todo en defensa. El lado defensivo es algo que me gusta mucho.
-¿Con qué cosas sentís que, al entrenar con ACB que es el próximo nivel, quedás expuesto y en cuáles te sentís al mismo nivel?
-En donde más se nota la diferencia es en el físico. Hay algunos jugadores que son muy fuertes y en el momento te das cuenta que ahí te falta un poco. Pero en defensa y en la parte táctica me siento muy bien y que no se nota tanto la diferencia.
-Has jugado Mundiales y otros torneos con las Selecciones formativas, más el Básquet Sin Fronteras de la NBA en el All-Star. Se genera ruido, sobre todo externo, ¿cómo lidiás con las expectativas?
-Cuando viene desde afuera, sea malo o bueno, trato de no pensar mucho en eso. Soy bastante exigente conmigo. Mis exigencias ya son suficientes. Por suerte tengo a mis agentes (Ignacio Peña y Víctor Belinchón) que me ayudan mucho en esos temas. Trato de no pensar en lo que dicen los demás y seguir entrenando. Soy una persona que no se conforma con casi nada, cada vez que consigo un objetivo quiero ir por el que sigue.
-En cuanto a la Selección, la camada 2002 está en un proceso bastante accidentado. No pudiste estar en el Sudamericano U17 por el cambio de fecha y no se jugó el FIBA Amércias U18 por el Covid. Pero ahora se viene el Mundial. ¿Qué te genera todo eso que se viene?
-Me genera mucha ilusión, porque más que nada, la mayoría de los torneos que jugué con la Selección fueron con categorías más grandes. Pero el primer torneo fue con la 2002 y fue una experiencia muy linda. Tengo muchas ganas de juntarme y volver a ver a mis amigos porque hace mucho que no los veo. Sería muy lindo que se vuelva a juntar el grupo.
-¿Qué fue lo más fuerte que viviste representando a Argentina?
-Lo que más me acuerdo fue el Mundial U17 de Rosario y Santa Fe. Sobre todo en el primer partido, contra Francia, que empezó a sonar el himno y la cancha estaba llena. Se me puso la piel de gallina escuchando a la gente cantar. Fue increíble. Además se jugó la segunda fase en Santa Fe, mi ciudad. Recuerdo que jugamos contra China, tuve un buen partido y estaban todos mis amigos y familiares en la tribuna. Fue muy lindo que me puedan ver representando al país.
-¿Genera algo distinto ponerte esa camiseta?
-Soy muy competitivo, siempre quiero ganar, esté en el equipo que esté y juegue contra quien juegue. Pero si estoy representando a país eso se multiplica por diez. Es algo que me gusta mucho y me pone muy contento.
-Mencionaste las ganas de volver a jugar con la Selección para verte con tus amigos. No es la primera vez que escuchamos eso sobre la Selección Argentina. ¿Cómo son esos lazos que se crean?
-En el primer torneo que jugué, éramos todos muy chicos, tenía 15 años. Y al ser tan chico necesitás rodearte de gente con la que reírte y distraerte. Enseguida te hacés amigos. Y en esa dinámica en la que estás en un hotel concentrado, está buenísimo llevarte bien con tus compañeros, lo disfrutás mucho más. En ese torneo logramos una conexión muy buena que sigo teniendo con algunos. Y eso es muy lindo porque después se transmite en la cancha. Se nota cuando te entendés al mirarte nomás. También cuando decís algo y la otra persona no se lo toma a mal porque ya sabe cómo sos y por qué lo decís.
-Además de las formativas, ¿qué metas te ponés con la Selección?
-Mi meta es jugar en la Selección Mayor. No te voy a mentir. Quiero debutar con la Mayor. Me preparo para eso. No sé cuándo será pero quiero dar lo mejor cuando tenga la oportunidad.
-¿Hay alguien con el que quieras compartir equipo?
-Sí obvio, quiero jugar con Scola. Ojalá me den los tiempos. Tampoco sé si puedo decir Scola, porque mirá si lo lee y se enoja porque dije esto. Pero es un jugador con el que comparto posición, sería un lujo poder aprender de él. De todas maneras, hay excelentes jugadores y me encantaría compartir cancha y aprender de cualquiera de ellos.
Fotos: Baloncesto Fuenlabrada de Alba Pacheco / FIBA / Album Personal / NBA