Ezequiel Lavayén pasó por CABB Radio y describió el curso de preparación física aplicada al básquet, que se realizará el 23 de noviembre.
En una sana costumbre de todas las medianoches de los domingos, se vivió otra edición de
CABB Radio, que se emite por
FM Club 947, en esta oportunidad con una jugosa charla con el preparador físico
Ezequiel Lavayén. El entrerriano navegó por diversas temáticas de su área y principalmente detalló las particularidades del eminente segundo curso de preparación física aplicada al básquetbol.
-¿Cuáles serán las particularidades de esta edición del curso?
-Es una apuesta global, más allá que estemos identificados con lo formativo, porque se disertará del Mini Básquet, lo relacionado con el básquet internacional con los profes del Baskonia y del Zenit. Además de las especificidades del ámbito de selecciones con Manuel Álvarez y Marcelo López. También todo lo referido a la Liga Nacional, la Liga Argentina y el Torneo Federal. Por eso digo que será una propuesta global, ya que habrá una serie de actores que tratarán de cubrir todas las necesidades.
-¿Alcanzarán las ocho horas para tanta transferencia de conocimiento?
-La capacitación es permanente y diaria, este curso hace que se mantenga la llama viva de un plan estratégico que lleva tres años, que uno de los puntos importantes es la capacitación, pero con otras cosas como tener un perfil de jugador de formativas o protocolos de entradas en calor o el desarrollo de evaluación y rendimiento. Dentro de la capacitación queremos mantener activa una población como los preparadores físicos que aportan mucho en el rendimiento de los jugadores. La jornada va a tener muchos disparadores que son tendencia hoy en el mundo del básquet, tenerlas ahí como referencias. En un día se busca es tener ese espacio, mantenerlo vivo, mostrar un pantallazo de lo que se está hablando en el mundo del entrenamiento.
-En algunas ocasiones cuesta transferir estos contenidos en ciertas estructuras que no disponen de todos los recursos.
-Yo vivo en una ciudad muy chica, nosotros entrenamos y competimos con las mismas herramientas que tienen todas las federaciones. Me gusta mucho la tecnología, pero también el básquet argentino siempre se va a adaptando. A partir del Mundial de China hubo un cambio del perfil de jugador a un juego más veloz. En China, la selección mostró un modelo de juego que tenemos que replicar en todos los jugadores que están abajo, que es esto de porqué estar tan estacionados si no tenemos talla, ni tanta envergadura. Tenemos que preparar a los jugadores para eso, es cierto que la tecnología nos ayuda a medir lo que pasa, pero lo más importante es tener la pelota, el tiempo y las intenciones de estar enseñando y constantemente corrigiendo y enseñando para el desarrollo de la formación. La tecnología ayuda muchísimo, pero no hay que olvidarse de entrenar.
-¿Una de los desafíos de los preparadores físicos pasa por afinar la motricidad en los jugadores de talla y envergadura?
-El conocimiento hoy está en todos lados, el tema pasa más por cuánto juega un jugador de elite y cuánto entrena. Tenemos los números, hemos hecho con estos departamentos con muchos profes que hacen seguimiento. Por ejemplo, la clase del U17 esta yendo al gimnasio una vez cada 3.67 días, dos días a la semana. Esos tiempos no están para formarlos y equilibrados, pero la mayoría estamos observando eso, es algo que se habla, jugadores con mayor grado de estructura para competir a nivel internacional necesita trabajo para eso. Tenemos jugadores en Argentina, pero necesitamos ampliar la base de jóvenes con talento, pero sobre todo que tengan la mayor cantidad de herramientas técnicas. El básquet argentino da jugadores, la pregunta es si nosotros los estamos potenciando en la edad justa. Por ejemplo, Campazzo dio el salto de potenciarse a nivel europeo con 26 años, tenemos que tratar que nuestros jugadores se potencien a los 21 o 22 años. No esperar que ingresen a un sistema de competencia como la Liga para entrenar correctamente.
"El básquet argentino da jugadores, la pregunta es si nosotros los estamos potenciando en la edad justa"
-En esa línea, ¿Bolmaro se acerca a ese ideal?
-Por algo a muchos jugadores se les ofrece irse a temprana edad. Aunque eso no quiere decir que este sistema también saca jugadores. Vamos al caso de Bolmaro, de enero a mayo de 2019, que termina el ciclo en Barcelona, jugó 19 partidos. Había jugadores como Reyes que disputaron 51. En la semana a semana, en el control de cargas, Bolmaro era un chico que presentaba que jugaba sábado o domingo, 21 o 22 minutos, pero de lunes a viernes tenía mucho trabajo individual y grupales de cuestiones específicas. Estaba entrenándose, lo estaban formando para lo que ahora se le iba a dar.
-¿Complica que en el país hay muchas competencias para los jóvenes?
-El básquet es como una economía regional, en algunos lugares se juega más, en otros menos. El tema es el jugador de elite, esos 50 que tenemos seteados. A veces muchos jugadores de elite compiten mucho más de lo que es aconsejable, ahí se producen desequilibrio de lo que tendría ser un programa de desarrollo y se transfor en un ciclo de competencia. Tenemos un perfil de jugador, sabemos cuál es la talla promedio de un 1-2, un 3-4, un 5, entre los 16 y 18 años.
-En las competencias internacionales de formativas se ve que las potencias cuentan con jugadores más armados y más atléticos.
-Junto con los españales y los italianos somos el tercer escalón atlético del mundo del básquet, en nivel formativas. Sobre todo en la edad crítica de 15 a 17 años, donde encontrás mayores diferencias, porque nuestros jugadores no están desarrollados completamente. Argentina es número 5 del ranking mundial, está entre los ocho mejores hace 20 años, quiero decir que hablamos comparándonos con las potencias. Tenemos una base sólida y podría estar mucho mejor.
-¿Falta conciencia de que los preparadores físicos deben trabajar en las divisiones menores?
- Lo que queremos el día de mañana es institucionalizar la actividad. Así como están los entrenadores con el carnet, queremos que se desarrollen PFs con carnet. Lo importante es que el tema se está hablando y se sabe de la necesidad. Claro que es un momento difícil plantearle a una institución que tendrá la obligación de poner preparadores físicos. Hay que pensar que dentro del servicio que brinda el básquet se dedican a la salud y del cuerpo.
-¿Qué otras especificaciones podrías marcar de este segundo curso?
-Esta es la segunda edición, la primera la hicimos en un formato de cinco lunes, de tres horas cada jornada, ahora cambiamos el formato para hacerlo más en cancha. También estará la posibilidad de verlo por streaming. Ya tenemos más de 100 inscriptos, pero la idea es difundir y seguir atacando con esta metodología de trabajo que empezamos hace cuatro años. Queremos que los institutos de educación física se involucren, y que los chicos y chicas lo vean como una salida laboral ingresar como profe en el básquet. Queremos empezar a mantener la llama viva del año pasado, que cada vez más se conozca un poco más esta metodología de trabajo.
-¿Cuáles fueron los principales cambios que se hicieron en la preparación física en los últimos años?
-Lo que más fue cambiando es el volumen de trabajo aeróbico, antes en la década de los 90 corrían afuera, después en el 2000 lo hacíamos adentro de la cancha, después avanzamos y hoy directamente todo el mundo juega y controla la carga. Una pretemporada actual es dos semanas de trabajo general. El motor principal del cambio es cómo jugás, qué movimiento regenerás, a esos movimientos replicarlos para que sean eficientes y cuidarlo para que no tengan lesión.