Argentina se quedó con un muy duro duelo sudamericano por 69-63, cerrando el Mundial de Hungría con un triunfo. Maza (14 puntos), Bazán (13) y Marín (12) lideraron al equipo de Silva.
Cierre positivo para la U19 en Hungría en el clásico sudamericano que definió las últimas colocaciones del torneo. Quizá no fue la mejor exhibición de ambos equipos ni el puesto que hubiesen deseado pelear en un principio, pero la realidad de hacerle frente a un nivel tan alto como este Mundial, hicieron que dos muy conocidos rivales se encuentren en esta instancia. Terminó siendo un final feliz para la Selección, que le ganó a Brasil por 69-63 y se quedó con el 15° puesto del certamen.
Triunfo merecido para un combinado nacional que había luchado tanto por tener una nueva alegría pero que, por errores propios y virtudes de los rivales que se topó en el camino, no había podido sumar otro festejo más allá de aquel conseguido ante China Taipei en la segunda jornada (finaliza con récord de 2-5). La actitud y el empuje no habían sido suficientes, y por tal motivo para las U19 no era lo mismo irse con una derrota hoy.
Este equipo de Brasil, a pesar de no haber podido ganar ningún juego en el torneo, había vencido a Argentina en las semis del Sudamericano U17 de hace dos años (61-60, repitiendo varias caras este año) y, con ese antecedente, en la antesala ya se podía prever un partido muy luchado. Ese pálpito fue acertado: duelo trabado y disputado, con errores y aciertos pero impredecible en todo momento. Se resolvió en los últimos minutos, con un triple de Maga Vílches que encaminó el triunfo argentino a falta de un minuto. Costó y mucho, pero se festejó al fin.
Una vez más, como pasó en algún otro partido de este torneo, el buen arranque albiceleste no logró sostenerse con el correr del tiempo. Y es que más allá de que se mostraron garras en los minutos iniciales, apoyado por los buenos arrestos de Marín y el trabajo de Buzzetti cerca del aro para tomar una distancia de 10-2, la mala toma de decisiones posteriores a ese pasaje puso en peligro todo.
Se equivocaron los caminos, a veces yendo más al choque y con esa falta de efectividad que siempre fue un difícil problema de resolver, y eso le abrió las puertas a un Brasil que aprovechó cada desatención defensiva, que cargó a Argentina de faltas rápidamente y que encontró oportunos tiros desde el perímetro para darlo vuelta. La Selección quedó abajo por 7 tantos en un abrir y cerrar de ojos, y si bien el pozo no fue profundo porque siempre aparecieron bombazos alentadores (Tondi, Bazán y Baccarelli), la clave pasó por una Maza que no permitió que el rival se despegue.
Cuando las papas quemaron, fue Mili quien tomó el protagonismo con mayores responsabilidades en ofensiva, dando una bocanada de oxígeno crucial. Ese acierto de la sunchalense permitió el acecho constante, y cuando eso se conjugó con los puntos rápidos de Marín, todo volvió a equipararse.
Brasil iba a responder siempre ya fuese con Maisa o Adrielly, quienes lideraron cada aparición del oponente. No obstante, y cuando el panorama se nublaba cada vez más con una nueva diferencia que parecía difícil de alcanzar, la aparición de Bazán le dio el último empujón que se necesitaba para despertarse definitivamente. La macielense metió dos bombazos casi consecutivos que encendieron a toda Argentina, y desde ahí se confeccionó una mejoría defensiva que apoyó ese envión (desde la confianza pero también desde plantarse mejor e ir a la carga del rebote).
Algunos oportunos aciertos brasileños impidieron que la Selección logre controlar el cierre con tranquilidad. Y no fue hasta ese último minuto que llegó ese triple incisivo de Vílches para dibujar puras sonrisas en el banco argentino. Fue victoria final para decirle adiós a un torneo de absoluto prestigio, en el que las U19 tuvieron que combatir ante una realidad mundial que tiene la vara muy alta y en la cual deberá seguir trabajando con el deseo de equiparar mucho más esa línea. Independientemente de ese balance, la experiencia ganada y el camino que continuará trazando este grupo de jugadoras no se detendrá aquí, y hacia ello deberá seguir apuntando.
Fotografías: FIBA