En el arranque del cuadrangular en Xingyi, Argentina cayó ante Australia por 78-62. Mañana se enfrentarán a las locales.
Saliendo con Gretter, González, Boquete, Santana y Burani, nuestra Selección le imprimió un gran ritmo al primer cuarto.
Jugándole de igual a igual a la potencia que es Australia, la escuadra criolla generó juego y buenas opciones de tiro iniciando con un pick sobre eje de cancha, y utilizando pocos segundos de posesión.
En el campo propio, nuestras chicas optaron mayoritariamente por cambiar en el perímetro, buscando robustecer la pintura para que el rival no tenga segundas oportunidades. Con ese panorama, llegaron al promedio, distanciadas por la mínima (8-9).
Allí comenzó la rotación nacional. Rosset, Fiorotto y Marchizotti ingresaron por González, Burani y Santana, y un par de acciones más tarde, Pérez y Durso hicieron lo propio por Boquete y Gretter.
Si bien sobre el final la presión oceánica causó algunos problemas, un par de ajustes alcanzaron para solucionar el inconveniente y terminar el primer capítulo dejando una buena imagen.
El arranque del segundo cuarto completó el movimiento de plantilla, saltando al campo Llorente y Leiva; esta última haciéndose protagonista, sobre todo en ataque.
A la Argentina le llevó un par de minutos volver a sentirse cómoda en el parquet. Luego de llegar a estar abajo por siete (26-19), un tiempo muerto solicitado por Cristian Santander ayudó a recuperar la brújula.
En poco más de cuatro minutos Las Gigantes establecieron un parcial de 9-2, para equiparar el electrónico en 28, y trasladarle los problemas a su rival. Sin dudas, fue uno de los mejores pasajes de nuestras chicas en el match.
Firmes en defensa, la suerte no quiso que terminaran arriba al irse al descanso largo: un triple a la carrera, y pasando mitad de cancha, le dio la mínima diferencia a las australianas (35-34).
Ya de regreso de zona de vestuarios, el cansancio comenzó a notarse. Las horas de vuelo, sumadas al calor, fueron un combo que conspiró con las ganas. Argentina no mostró la misma rapidez de ejecución y lo terminó pagando.
Luego de un inicio de segundo tiempo equilibrado, las isleñas defendieron mejor el pick central, con la grande negando a nuestra base, y obligándola a retroceder un par de pasos para continuar la acción. Con ese movimiento, el resguardo se acomodó, y las opciones de pasar y tomar un buen tiro disminuyeron.
La brecha coqueteó con el doble dígito, situación que se terminó dando al momento de llegar al capítulo final (60-48).
A sabiendas que ambos torneos en suelo chino son un banco de pruebas, Las Gigantes no claudicaron ni se mostraron frustradas. Todos lo contrario.
En ese cuarto periodo subsanaron falencias defensivas, sobre todo, en lo que a rebotes se refiere, y ajustando las ayudas y rotaciones, volvieron una vez más a la carga.
Un doble de Rosset arrimó las diferencias a nueve (54-63) llegando al promedio, y con esa luz se mantendrían hasta la culminación del cotejo. Argentina fue más cuidadosa con las pérdidas (de 6 en el tercero a sólo dos en el último), y dejando una buena imagen, cerró su primera jornada en el cuadrangular de Xingyi.
Mañana, a partir de las 8:00 (hora de nuestro país), el rival será China.
Emanuel Niel
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