Tras seis meses de competencia, nuestra cuna de talentos se acerca a su etapa cúlmine. Quimsa-Boca y San Lorenzo-San Martín lucharán por llegar a la final de la Liga. Lo que necesitás para seguir ambas series.

Unos sorprendieron, otros no tanto. Los cuatro mejores equipos de la temporada siguen en carrera por el título, luego de una exigente fase regular, la Reclasificación y cuartos de final, en las que 16 clubes quedaron en el camino. La campaña 2020-21 de la Liga Nacional será recordada por el regreso a la actividad en plena pandemia y los protocolos instaurados para la misma, que permitieron su correcta realización, en una sola sede (Buenos Aires), pero también por la competitividad y paridad que hubo en el certamen.

La temporada ya tuvo a un campeón, Quimsa, consagrado en el Súper 20. Pero aún nos queda lo mejor: la apasionante definición de los playoffs, con grandes figuras y equipos que dejarán todo en la cancha por quedar en la historia grande de nuestro básquet. San Lorenzo -en busca del pentacampeonato-, Quimsa –el mejor de la temporada-, Boca –un histórico que vuelve a ser protagonista con un equipo con mucha experiencia-, y el sorprendente San Martín (C), con su plantel compuesto enteramente por jugadores nacionales, batallarán esta semana en busca de un boleto a la finales. A continuación repasamos todo lo que tenés que observar de los cuatro candidatos al título.

-El ambicioso proyecto de la Fusión y su excelso juego colectivo: Compromiso defensivo, dinámica y distribución de protagonismo, en un plantel estelar con líderes altruistas y al menos dos jugadores de buen nivel por posición. Sebastián González es quien se encarga de establecer el equilibrio perfecto entre experimentados consagrados y jóvenes talentosos, con una rotación larga y una gran distribución de minutos. Así, jugadores de la talla de Brandon Robinson –goleador del equipo-, Diamon Simpson –pilar debajo de los aros- y Mauro Cosolito –gran defensor y tirador a distancia- se reparten su tiempo en cancha con Franco Baralle -base joven con sangre fría y gol, 22 años-, Iván Gramajo -muy buen tirador a pie firme, de 25- y el ecuatoriano Bryan Carabalí, el mejor taponador del certamen, quien tiene 23. Esa fue la fórmula que condujo a Quimsa a la gloria en la Champions League (2020) y el Súper 20, y le permitió quedarse con el N° 1 de la regular. Sin embargo, un golpe en la Champions y tener que sufrir más de la cuenta en la serie de cuartos, ante un Comunicaciones con varias bajas por casos de coronavirus, generó alguna duda. Pese a imponerse por 2-0, los santiagueños no dejaron tantas certezas con respecto al nivel que habían mostrado previamente. Ante el Xeneize, un paso en falso podría dejarlos afuera del certamen.

-Boca, la jerarquía, el oficio y el peso de su historia: Después de siete años inmersos en malos resultados y campañas que dejaron mucho que desear, el Xeneize es nuevamente protagonista de una definición de playoffs, y lo hace con jugadores de gran trayectoria y extranjeros de buen nivel. La base del equipo está compuesta por cuatro “veteranos” como Nico De Los Santos –organizador con buena visión de cancha y gran intuición, 32 años-, Leo Schattmann –tirador excepcional, 33-, Fede Aguerre –interno polifuncional, 32- y Adrián Boccia –alero de buena altura con fundamentos y poder de gol, 38-. A su alrededor, el explosivo pivote bahameño Tavario Miller, el interno defensivo Tony Trocha, oriundo de Colombia, y el Sexto Hombre del Año, Manuel Buendía, un sólido guardia que brinda su energía e intensidad desde el banco. A la corta rotación de Gonzalo García se le suma Martín Leiva, ya con 41 años. Boca puede ser un equipo limitado en cuanto a nombres, pero en lo que respecta al juego, presenta variantes suficientes para adaptarse a cualquier contexto e imponerse ante los rivales más duros. El conjunto azul y oro no será un hueso fácil de roer para Quimsa, como ya lo demostró en la serie ante Gimnasia (2-0), en la que la jerarquía y experiencia de sus veteranos marcó la diferencia en los momentos justos para ganar ambos partidos.

-El tetracampeón, en el punto justo: San Lorenzo atravesó grandes obstáculos a lo largo de la temporada que pusieron en duda su sueño de repetir el título por quinta vez consecutiva. Sin embargo, llegan a las semifinales en el mejor momento del año, con una armonía nunca antes vista en los seis meses de fase regular. Tras quedar afuera del Final Four del Súper 20, surgió la figura de José Vildoza para empujar al equipo hasta el segundo lugar de la tabla, que lo colocó directo en cuartos. A su lado, se fueron afianzando otros nombres importantes, como los de Nico Romano, un ala pivote fuerte y de excelente mano a distancia, o Roberto Acuña, interno potente y defensivo. El regreso de Maxi Fjellerup, luego del desgarro sufrido con la Selección en Colombia, fue la pieza que completó el rompecabezas de Silvio Santander. Con todo su plantel en forma, los de Boedo aplastaron a Instituto y se metieron en semifinales sin dejar dudas: son candidatos a lograr el primer pentacampeonato en la historia de la Liga Nacional. Pero primero, tendrán que batallar ante un San Martín que nunca se da por vencido.

-San Martín, identidad, excelsa defensa y química colectiva: Los correntinos estuvieron a pocos segundos de ser eliminados por Regatas en el juego dos, pero Jonathan Machuca, primero con el doble que mandó el juego a suplementario, y luego con el tiro ganador, les dio una vida más. Ya en el tercer encuentro, no perdonaron. El Rojinegro tambaleó varias veces a lo largo de la temporada, pero siempre se recuperó y siguió luchando de pie. Ya había sucedido, por ejemplo, en el Final Four del Súper 20, en el que cayeron ante Quimsa en un reñido final y terminaron como subcampeones. Previo al comienzo de la 20-21, nadie los daba como candidatos. Diego Vadell, su entrenador, es el alquimista que transformó el plomo en oro. Sin estrellas ni grandes nombres, el DT llenó de confianza a sus dirigidos, sobre todo a los más jóvenes, e instaló una identidad basada en el sacrificio y esfuerzo defensivo, que los convirtió en el aro más difícil de vulnerar en toda la Liga. Si hablamos de jóvenes afianzados en su rol, hay que destacar al base Gastón García, de 22 años, y al talentoso Matías Solanas, de la misma edad, ganador del premio al Jugador de Mayor Progreso en la temporada. Desde el banco, dos revulsivos con mucho carácter y poco ego, como Machuca y Tomás Zanzottera, sin dejar de lado los fundamentos de Javier Saiz ni la versatilidad de Emiliano Basabe. ¿Será suficiente para dar el golpe y eliminar al Ciclón?

Se vienen dos series parejas y emocionantes. Una definición que refleja lo que ha sido una temporada de mucho sacrificio y compromiso. Que vaya la pelota al aire.

Fotos: Marcelo Endelli, Matías García y Rodrigo Valle para La Liga Contenidos.