En el partido más esperado de las últimas semanas, San Antonio se hizo fuerte con su defensa y venció 87-79 al campeón, llegando a 44 triunfos consecutivos jugando como local (35-0 en la temporada). Manu aportó 9 puntos y 3 rebotes. Además, perdieron los Clippers de Prigioni.

Todos los ojos estaban en Texas. San Antonio y Golden State, los dos mejores equipos de la temporada, se veían por segunda vez en la 2015/16. Y la moneda, esta vez, cayó para el lado de Ginóbili y compañía. Los Spurs se vengaron de la caída por 30 puntos en enero y lograron un trabajado 87-79 ante el campeón.

El conjunto dirigido por Gregg Popovich edificó su triunfo con el sello de toda la campaña, su defensa. De esa manera pudo frenar el enorme poder ofensivo de los Warriors, limitándolos a sus peores registros anotadores del curso, tanto para el partido como para el primer tiempo (37). Además, bajó su porcentaje de campo a 37.8% (promedia 49%) y frenó sus triples (9-36) y corridas (sólo 11 puntos de contra). Y, por supuesto, el foco central fue parar a Stephen Curry, quien poco pudo hacer ante la marca colectiva del rival: cerró con 14 tantos y 1-12 en triples, cuando sus medias son de 30.5 y 46.3% a distancia.

En ataque, San Antonio trabajó de manera agresiva cerca del canasto con tres pilares como LaMarcus Aldridge (26 puntos y 13 rebotes), Kawhi Leonard (18 y 14) y Boris Diaw (14 y 8), mientras que Manu también puso su granito de arena. El bahiense colaboró con 9 unidades (3-5 triples) y tres rebotes en 18 minutos de acción.

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De esta manera, San Antonio (récord de 59-10) estiró su invicto en casa a 44 encuentros (está 35-0 en esta 2015/16) y le descontó un partido a los Warriors, que siguen como líderes del Oeste con 62-7.

En tanto, Los Angeles Clippers cayeron en su visita a Memphis por 113-102. Pablo Prigioni sólo disputó un minuto del encuentro y cometió una falta. Su equipo cayó a un registro de 43-25 (4º en el Oeste).