Tras caer ante Estados Unidos, Luca respaldó al equipo. “Tenemos que seguir creyendo en lo que somos y no perder la identidad, como en estos dos partidos”. Hernández hizo autocrítica moderada. "Estamos al 50%".

Argentina cerró la preparación olímpica con una derrota ante Estados Unidos, anfitrión del cuadrangular disputado en Las Vegas, en el que nuestra Selección también fue superada por Australia y Nigeria. Tras el partido, y pensando en los 13 días que quedan para el debut ante Eslovenia (el lunes 26 a la 1.40 de nuestro país), el entrenador Sergio Hernández y el base Luca Vildoza hablaron en conferencia de prensa.

“Para ser honestos, no estábamos listos”, inició Luca. “No estábamos preparados para un partido de este estilo. Ellos cambiaban la marca todo el tiempo después de una cortina. Nosotros somos un equipo que juega mucho pick and roll y ellos borraron eso. Tenemos tiempo para recuperarnos, aunque esta derrota duela. Tenemos más de diez días para seguir trabajando y mejorando. Sé que es duro pero no es para tanto. Es sólo una derrota en nuestro camino. Tenemos que seguir adelante”, animó el marplatense.

Vildoza, flamante incorporación de los Knicks, fue preguntado por un periodista neoyorquino sobre cómo se sintió enfrentando a algunos de los mejores jugadores del mundo, siendo que posiblemente vuelva a enfrentarlos la próxima temporada si la franquicia hace uso de su opción. “Creo que tengo que mejorar en general. Estoy tirando muchos triples sin razón, sin pensar mucho. Sé que puedo hacerlo mejor, sobre todo en defensa. He estado haciendo esto en Europa por dos o tres años y sé que puedo hacerlo acá, a este nivel. Hoy fue un examen para mí, al enfrentar a los mejores jugadores del mundo, y me sentí muy bien. Perdimos y sé que tengo que mejorar. Debo seguir trabajando para adaptarme a esa línea de triple. Sé que al coach (Tom Thibodeau) le gustan los equipos que defienden duro, así que tengo que mejorar en eso. Estoy muy feliz por ser parte de los Knicks, una franquicia histórica. Desde pequeño soñaba con llegar ahí, y cuando lo logré el coach me estaba esperando. Pude hablar con él, siendo que es uno de los mejores en la liga. Para mí es muy especial. Es una chance muy grande de cumplir mi sueño”, desarrolló.

Antes de retirarse de los micrófonos, Luca hizo un balance sobre lo que fueron estos tres encuentros amistosos previos a Tokio. “Fue una prueba bastante buena, de las mejores que hemos tenido. Estos tres equipos están entre los cinco mejores del mundo y nos exprimieron al máximo. El primer partido lo hemos jugado bien, más allá del último triple que fue por un descuido, pero creo que demostramos lo que realmente somos. Contra Nigeria y EEUU hemos perdido la identidad, jugaron mejor que nosotros. Esto también nos sirve de experiencia. Cuando uno recibe el golpe siempre quiere volver más fuerte. Tenemos 13 días para mejorar y lo haremos en entrenamiento, que es donde todo se intenta mejorar y corregir los detalles en los que no estamos tan finos. Tenemos que pensar que seguimos siendo subcampeones del mundo. Más allá de los resultados que tuvimos en este torneo, seguimos siendo Argentina. Tenemos que seguir creyendo en lo que somos y no perder la identidad, como nos pasó hoy”, concluyó.

Por su parte, el coach abrió con un análisis autocrítico sobre lo que fue este cuadrangular preparatorio en Las Vegas. “En el primer partido estuvimos bien para ser nuestro primer juego. Australia es uno de los mejores equipos del mundo y los llevamos hasta la última bola. No estuvimos súper bien pero sí dentro de nuestra línea, con una rotación muy larga. No nos olvidemos que estamos con 14 jugadores. Es diferente a cuando estás en la competencia oficial, que los recambios son más por el juego que por las oportunidades que uno les da a los jugadores de poder mostrarse. Eso hace que a veces se desvirtúe un poquito el juego. Después, contra Nigeria y EEUU, se dieron dos cosas. Una, que sobre todo sucedió hoy, es que no estuvimos demasiado enfocados en nuestro trabajo y entramos en esa disputa de ver quien corre más y quién juega mejor el uno contra uno. En eso siempre vamos a perder contra EEUU. También hubo muchas cosas forzadas por el otro equipo. A veces hay que reconocer que uno quiso hacer una cosa y el rival no te dejó. No siempre cuando uno pierde identidad es por cuestión de actitud. Muchas veces hay que admitir que el rival hizo las cosas mejor y nos llevó a un terreno que no es el nuestro, como lo hizo Nigeria por su potencia defensiva, que nos hizo abusar del drible y jugar un básquet que no es el nuestro. Hay que aprender de eso. Lo bueno es que ninguna cosa sucede porque seamos un equipo poco serio, indisciplinado o de mala actitud. Sucede porque el rival no lo permite o porque no jugamos el mejor básquet que podemos”, detalló.

Asimismo, Oveja recordó que las preparaciones no han sido el fuerte de la Selección en las últimas décadas, incluso antes de hacer historia en un torneo. “Nos conocemos. No hay partidos de preparación o amistosos en los que juguemos bien. Necesitamos partidos oficiales. No lo sé, es nuestra tradición. Incluso con la Generación Dorada, antes de ganar la medalla, perdimos todos los partidos de preparación. Aun así, no nos sentimos bien hoy. Tenemos buena química, nos queremos mucho, trabajamos juntos, entrenadores y jugadores. Estamos felices, pero no jugamos bien. Lo sabemos e intentaremos encontrar nuestra mejor forma en los próximos 13 días. Tenemos ese tiempo para enfrentar a Eslovenia. Hoy, como equipo, no como grupo humano, no nos sentimos muy bien. No estamos jugando bien”, señaló.

Por último, al ser consultado sobre qué es lo que puso a Argentina entre los primeros cuatro equipos del ranking FIBA, y qué los mantiene allí, el coach contestó lo siguiente. “Somos muy competitivos. Amamos ganar y odiamos perder. Recuerdo después del primer partido contra Australia que dije que no somos un equipo alto o atlético. Tenemos muchos jugadores de primer nivel que son inteligentes, competitivos, y saben jugar juntos. Sabemos lo que tenemos que hacer para ganar algunos partidos. Muchos de ellos están en Europa, otros en la NBA, pero no perdemos nuestro estilo de juego propio, nuestra argentinidad. Eso es lo más importante para mí. Aceptamos victorias y derrotas, pero intentamos jugar de la mejor manera cada partido. A veces jugamos mal, como hoy, pero siempre jugamos como si el próximo partido fuera el último de nuestras vidas. Yo creo que esa es una de las razones por las que podemos mantenernos entre las mejores selecciones del mundo”, respondió Hernández.