La base de 27 años está disputando el Torneo Federal Femenino con Peñarol y analiza en esta entrevista su actualidad como madre y jugadora.
La vida de todo deportista afronta desafíos que, desde afuera, pocos imaginan. La marplatense Micaela Sancisi, quien se encuentra disputando el Torneo Federal Femenino con Peñarol de Mar del Plata, equipo que tuvo su gira por Buenos Aires del 14 al 17 de mayo, es un ejemplo: en los primeros encuentros correspondientes a la zona Metro Sur, en los que el conjunto de la costa consiguió un récord de 2-1, la base de 27 años fue protagonista de una foto especial donde se la ve junto a Salvador, su hijo recién nacido, luego del encuentro ante Deportivo Berazategui.
Durante el receso que se produjo en el torneo debido a la situación sanitaria que vive la Argentina en torno a la pandemia del COVID19,
Prensa CAB se comunicó con la jugadora para conocer sobre su actualidad.
“El año pasado antes de la pandemia estuve a punto de dejar de jugar, pero al final charlé con Belén Villafañe -entrenadora- y Celeste Selent, y me convencieron para jugar con ellos, después obviamente con todo lo que pasó quedó trunco. Después decidí ser mamá y la vuelta era un poco una incógnita, pero apenas me dieron el alta hablé con Belén nuevamente para ir a probar y ver como me sentía, por suerte fue todo bien y con mi pareja que fue el principal apoyo decidimos que iba a volver a intentar jugar y organizarnos con los viajes”, cuenta Micaela sobre este último año.
Hija del futbolista profesional Daniel Sancisi, probó con la pelota en los pies de chica, pero finalmente se decidió por jugar con la pelota en las manos, se enamoró del básquet y construyó una carrera. Sus primeros pasos los hizo en el Club Quilmes de Mar del Plata, donde jugaba con varones bajo la dirección técnica de Nicolás Mengoni. Ya de chica demostraba ser una jugadora interesante. Formó parte de la Selección Nacional desde los 14 hasta los 19 años, cuando tuvo la posibilidad de viajar al Mundial U19 de Lituania, en el año 2013, torneo en el que Argentina finalizó 14 de 16 equipos con récord de 2-4.
“A veces se hace más pesado que otras, sobretodo cuando hay un poco de falta de sueño y cansancio. Pero también lo uso como una desconexión un poco, es el único lugar donde me desconecto totalmente. Obviamente cuento con el apoyo de Nahuel, mi pareja, mis viejos y mi suegra que se organizan para cuidar a Salva cuando tengo que entrenar, sino sería un poco complicado”, asegura Sansisi sobre los malabares de ser mamá y jugadora.
Pero no es algo a lo que no esté acostumbrada, ya que previamente supo ser jugadora y estudiante. El estudio siempre fue importante para la base de Peñarol, por lo que luego de su formación en el básquet local, a sus 18 años Micaela cumplió un sueño: se fue a los Estados Unidos para jugar y estudiar en la American University de Washington. Con este paso se convirtió en la primera jugadora formada en Argentina en llegar a la NCAA, una puerta que abrió y que al día de hoy muchas jóvenes continúan cruzando.
En su vuelta al país siguió su formación y comenzó a estudiar para contadora pública en la Universidad XXI. En su faceta como jugadora tuvo la posibilidad de volver a vestir la celeste y blanca, esta vez con el equipo Universitario con quienes disputó tres Mundiales, tres Sudamericanos y los Juegos de Taipei 2017 y de Napoli 2019.
Pero ser mamá es muy diferente a estudiar y entrenar. El mayor cambio en una mujer, además de la enorme responsabilidad, es su físico. Sancisi comenta su actualidad:
“Fisicamente todavia estoy encontrándome un poco, me cuesta organizarme los tiempo para agregar gimnasio, asique como puedo voy tratando de suplantar eso. Fueron casi dos años sin hacer ejercicio entre pandemia y bebé”.
A nivel nacional la base jugó en Social Lanús, antes y después de su paso por USA, y también vistió la camiseta de Lanús, equipo con el que disputó la Superliga 2015 con Berazategui. Luego tuvo un paso por Temperley y en 2017 aprovechó al máximo la oportunidad de vestir la camiseta de Estrella de Berisso en la primera edición de la Liga Nacional. Tras volver a vivir en Mar del Plata jugó el Federal en Neuquén, pero su idea era quedarse en casa con la familia, por lo que la opción actual de Peñarol era perfecta.
“El balance que hacemos del fin de semana es muy positivo. Logramos ganar contra dos equipos muy duros y contra Lanús se nos escapó al final, pero la diferencia es poca de cara al partido de vuelta. Si se nos hizo muy pesado físicamente porque jugamos 3 partidos en 3 dias pero nuestros rivales no y creo que por momentos se nos notó un poco cansadas”, analiza Micaela sobre el primer fin de semana de competencia. Y luego completa sobre los entrenamientos previos:
“La verdad que el equipo se preparó muy bien, muchas horas de cancha juntas y de gimnasio. Implica un esfuerzo grande para todas porque muchas además de jugar y nuestra vida personal, trabajamos. Pero creo que ese esfuerzo que hacemos a diario para entrenar después se transmite en la cancha. Como objetivo a corto plazo es hacer unos buenos partidos de local y clasificar a la próxima ronda”.