El máximo dirigente de FIBA compartió sus sensaciones de la propuesta elevada por Consubásquet de ser nombrado como presidente honorario.
En el marco de la asamblea de elección de autoridades de la Confederación Sudamericana de Básquet, que se desarrolló en Paraguay, se propuso la moción para disfrutar de la presidencia honoraria de FIBA del argentino
Horacio Muratore. El nacido en Tucumán ocupa el máximo cargo del ente internacional hasta la finalización del Mundial de China, que se desarrollará del 31 de agosto al 15 de septiembre.
En diálogo con el
sitio oficial de CABB, el dirigente argentino expresó sus impresiones de esta propuesta y sostuvo: “Me llenó de orgullo y satisfacción, no me lo esperaba. Me dio felicidad sobre todo porque surgió de Consubásquet, que es el ámbito que me ha dado fuerzas para seguir adelante, sin las federaciones de Sudamérica no hubiese llegado hasta aquí”.
El presidente de FIBA amplió sobre los pasos a seguir, por eso especificó: “Es una propuesta, ahora tiene que ir al buró central y si se aprueba llegará al congreso. Ya me siento muy satisfecho, es como mi familia Consubásquet, trece años de presidente y trabajando por todos. Creo que hice muchísimas cosas y es bueno que lo reconozcan”.
-¿Te genera orgullo como argentino tu trabajo en FIBA?
-Me alegra mucho porque el puesto que tengo ha llegado con mucho sacrificio, mucha gente que ha ayudado, es un cargo que enorgullece a la Argentina. Es el primer presidente de los deportes colectivos grandes que tiene nuestro país. La verdad que lo llevo con mucha satisfacción y también siempre con la bandera argentina. Es como que la gente no lo comprende donde realmente estoy, pero no me preocupa.
-¿El cargo implicó todas las responsabilidades y complejidades que imaginabas?
-Desde el año 2002 que soy miembro representando a América. Inclusive cuatro años antes yo iba con José Claudio Dos Reis y Federico Slinger y los acompañaba cuando FIBA estaba en Munich. Mientras he sido presidente de FIBA Américas también he sido vicepresidente de FIBA, no participaba de las grandes decisiones, en la mesa chica, pero me hacían compartir todo. Sabía a dónde llegaba y qué era lo que tenía que hacer. Estoy feliz porque se han cumplido todos los proyectos. Ha sido una presidencia muy fuerte, con mucho trabajo, cumpliendo objetivos y lanzando otros como el de desarrollo que era mi obsesión. Satisfecho de que hemos podido cumplir con todo. Me voy con la felicidad.
-¿Cómo vivís estos meses finales de tu gestión?
-Estamos coronando este nuevo sistema con el Mundial, hay mucha gente acá en China trabajando, no es fácil, son ocho ciudades de distintos criterios algunas y realmente con mucha fuerza. Va a salir un torneo extraordinario, ya lo podrán ver en el sorteo del sábado por streaming. Tenemos dos grandes embajadores como Yao Ming y Kobe Bryant que van a estar mañana acá. Será un espectáculo mezclado con música. Los chinos quieren hacerlo a toda orquesta así que por eso estamos ayudando. Con esto se va a cumplir el más grande objetivo que teníamos, si bien hemos cumplido los 3X3, programas de desarrollo de las federaciones que los lancé yo en Sevilla cuando me eligieron y felizmente ya estamos trabajando. Hemos recorrido 180 federaciones, sabemos qué es lo que necesita cada una, es un plan fuerte que va a ayudar definitivamente a las federaciones nacionales. Obviamente ellos también tienen que ayudar a este proyecto. Asimismo, los mezclamos a los ministros de deporte y en algunos países que es muy importante a los comités olímpicos también. Realmente estoy contento, voy a dejar la presidencia y eso me llena de orgullo, se ve que la gente que me ha nombrado honorario ha visto todo. Recientemente tuvimos el cambio del secretario general por el fallecimiento de Patrick Baumann, que fue justo en mi país, doble pena para mí, además un gran amigo. Tuve que tomar la decisión del reemplazo, se la planteé al ejecutivo y busqué la persona que pensaba que más se iba a adaptar a las necesidades de FIBA y creo que no me equivoqué con Andreas Zagklis, que trabajaba muy cerca de Patrick, porque era director de departamento de legales de FIBA.
-¿Qué mundial esperás?
-Era una de las ideas potenciar el mundial, creo que lo vamos a conseguir, los equipos están muy entusiasmados. Al correr los años de realización quedaron muy próximos a los Juegos Olímpicos y así unimos los dos eventos más grandes. Fuimos inclusivos al elevar a 32 participantes también. Creo que va a ser el mejor mundial de todos los tiempos.
-Al generarse tantas expectativas, ¿intuís una suba del nivel?
-La organización es bestial, al realizarse en un país en ocho ciudades, por eso abrimos la posibilidad de la organización en multi países como será Filipinas, Indonesia y Japón. Estamos seguro que nos va a ir bien, de hecho, ya tenemos equipos trabajando con los próximos anfitriones.
-Otro de los grandes puntos de la gestión fue el crecimiento del 3X3, ¿estás satisfecho con su desarrollo?
-Ha superado las expectativas que teníamos, algunas federaciones no lo han entendido y están viendo ahora las posibilidades de trabajar. Por suerte cada vez son más las federaciones que lo organizan, ha sido increíble conseguir que el COI lo apruebe y estoy seguro que después de Buenos Aires 2018 la gente de los Juegos Olímpicos quedó muy conforme. Además, todos los world tours, los challengers y los mundiales de la disciplina son impresionantes, ha permitido que surjan países como Mongolia, Kazajistán o Andorra, quienes entendieron que son oportunidades de jugar torneos internacionales. Creció mucho y nos pone contentos.
-El sistema de ventanas generó mucha aceptación, ¿Cómo lo analizás?
-La opinión general ha sido positiva, lo que vimos en las ventanas potenció nuestro proyecto y lo vamos a seguir adelante. Algunas cuestiones son perfectibles, los que critican lo hacen con intenciones, son opiniones subjetivas, no objetivas como la mayoría, como la NBA que ha estado a favor. Esas voces adversas son entidades económicas, que solo quieren lucrar, pero no se pueden equiparar con nosotros, que solo nos dedicamos a desarrollar el básquet en todo el planeta. Hemos propuesto soluciones y no hubo caso. Es cierto que nos duele que haya ligas nacionales que no manejen a sus clubes y federaciones que no manejan sus ligas. Ahora tenemos la Champions League que los incluye a todos, no vamos mirar a los costados, siempre seguimos para adelante.
-¿Cómo la ves a la Selección para China 2019?
-La pongo de ejemplo cuando me toca el tema de las ventanas, sobre todo para aquellos países, que fueron unos pocos como Eslovenia o Croacia. Aparecieron nuevos equipos y jugadores, yo estaba preocupado por Argentina porque no estaban disponibles varios basquetbolistas por la Euroliga, pero surgieron otros valores y lograron la clasificación. Al igual que España o Francia, que se quejaban, pero dispusieron de jugadores que no habían estado en la Selección y salieron adelante. Todos se han dado cuenta del valor de este formato de clasificación y considero que se ha fortalecido mucho.
-¿Qué le dirías aquellos dirigentes argentinos que sueñan con emular tus pasos?
-La dirigencia en Argentina siempre ha sido vocacional. Como digo siempre son héroes anónimos que nos han llevado a crecer. Nunca se ha homenajeado a toda esa gente que trabaja en los clubes. Es eso, gestionar, aportar y olvidarse de los malos momentos, porque hay un contexto que no nos ayuda, ya que nuestro país tiene altibajos increíbles que evita tener continuidad para proyectar. A los dirigentes les diría que sigan con su esfuerzo, que lo que hacen es muy valorable. Nosotros vemos el valor del básquet para salvar vidas, a través de la fundación llevamos el deporte a lugares del mundo difíciles. Y se ayuda a mucha gente. Eso es lo que más vale, la satisfacción de un chico. Yo nací como dirigente del Mini Básquetbol y gozo más viendo sonreír a un chico que cuando veo un partido de una selección mayor. En el mundo no pueden creer que dentro de los estatutos obligamos a los clubes a tener Mini Básquet para competir, eso nos dio una base increíble. Así se logra que los niños y niñas se enamoren del deporte. Por eso contamos con tantos héroes anónimos, con ellos no dejaremos nunca de estar en una buena posición como país en el básquet.
Foto: FIBA.
Juan Martinich
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