En la primera entrega de la sección que repasa los encuentros más relevantes de Argentina en los Juegos, viajamos a Atlanta para revivir el debut vs el Dream Team a través de los recuerdos de Espil y Wolkowyski
Atlanta, Estados Unidos. 1996. Un nuevo Juego Olímpico empezaba, pero no era una edición más, sino que traía un condimento especial: la Selección Argentina de Básquet volvía a participar del evento deportivo más grande del mundo después de 44 años. Y como si fueran pocas las emociones, el primer partido enfrentó a la albiceleste contra el local, el Dream Team que se había consagrado cuatro años antes en Barcelona 1992.
“Fue todo soñado para nosotros, nunca habíamos estado en un evento así. Enfrentar al Dream Team era un sueño. Nosotros los veíamos por televisión y los teníamos ahí adelante nuestro”, recuerda Juan Espil, quien terminó como máximo artillero del encuentro con 27 unidades, y fue el cuarto máximo goleador del campeonato con 22,6 puntos por partido.
El cotejo finalizó 96-68 a favor de los locales, pero el combinado dirigido por Guillermo Vecchio fue un duro hueso de roer.
“Hicimos un gran partido, sobre todo un muy buen primer tiempo, donde el trámite fue parejo. Incluso nos fuimos al entretiempo dos puntos abajo nada más, y jugándole de igual a igual”, relata Espil.
- ¿Te acordás cómo fueron las horas previas a ese debut?
- Era todo muy emocionante, sobre todo cuando había personalidades que vos veías por televisión, y vos pensabas que eran fenómenos, que ganan millones de dólares y nosotros íbamos a estar enfrentándolos y compitiéndoles de igual a igual. En el fondo sabías que no les ibas a ganar, pero vos querías hacer un buen partido.
Para Atlanta 96, Estados Unidos repitió cinco ganadores de la medalla dorada en Barcelona 92, con el que fue el verdadero Dream Team: Charles Barkley, Karl Malone, Scottie Pippen, John Stockton, y David Robinson. A esos, para esta nueva aventura se sumaron: Anfernee Hardaway, Grant Hill, Reggie Miller, Hakeem Olajuwon, Shaquille O'Neal, Gary Payton y Mitch Richmond.
El plantel de Argentina estuvo compuesto por Marcelo Nicola, Daniel Farabello, Luis Villar, Ernesto Michel, Marcelo Milanesio, Diego Osella, Fabricio Oberto, Jorge Racca, Esteban Pérez, Rubén Wolkowyski y el propio Juan Espil.
Justamente a Espil lo defendieron tres jugadores distintos: primero Reggie Miller, después Mitch Richmond, y por último, Pippen, quien le clavó una uña en el brazo y le dejó una cicatriz.
“Cuando me defendía Reggie Miller le pregunté dónde iba a jugar la próxima temporada, porque él no tenía equipo todavía, y me dijo que seguramente siguiera en Indiana, e intercambiamos algunas palabras”, recuerda Espil, y agrega:
“Había muchas personalidades al costado de la cancha, el que más me acuerdo es Arnold Schwarzenegger, y para nosotros era soñado de verdad. Fue una experiencia para contarle a todo el mundo”.
. ¿Te llamó la atención algo, en aquel momento, la forma en que jugaban?
- La facilidad que tenían para generar cosas, y físicamente eran muy superiores. Todos gigantes, corrían la cancha, y tenían mucha facilidad. Ellos no se preparaban tanto para esos torneos, solamente iban después de la temporada, y jugaban. Eran jugadores inimaginables de poder enfrentar. Habíamos jugado contra Jordan en el 92, es verdad, pero seguir enfrentándolos era otra cosa. Argentina siempre iba subiendo de a un escalón. Se venía gestando un buen futuro, porque por momentos competíamos igual. A nosotros nos costaba mucho jugar contra todos esos equipos.
Ese equipo de Vecchio hacía una jugada particular, donde el pivot le ponía una cortina a un tirador para que salga a tomar el tiro de tres puntos. Después de varias oportunidades en las que Wolkowyski dejó solo a Espil, invirtieron roles y Juan puso un back-pick para que el colorado defina luego de una gran asistencia de Milanesio.
“Hacíamos cosas lindas, y eso quedaba más vistoso por el rival a quién se lo hacíamos”, sostiene Espil.
“Shaquille O’Neal llegó a pasar, pero yo se la agarré arriba y la volqué, entonces esa quedó como la gran jugada. Para nosotros, jóvenes, corríamos, saltábamos, pero fue la única que pudimos hacer, porque después, uno contra uno de abajo, imposible que le tires”, detalla Rubén Wolkowyski.
Justamente, el Colorado es quien recuerda que cuando promediaba la primera mitad (en aquella época aún se jugaba con dos tiempos largos, en lugar de cuatro cuartos) se cortó la luz en el estadio.
“No me olvido más a Vecchio, riéndose, diciendo que parecía que estaban con miedo”, narra el pivote chaqueño.
“Me imagino que para ellos, jugar con Argentina en ese momento, era como un partido de entradita en calor, tranquilo, de a poquito, que después lo ganan al final. Sin desmerecer todo lo que hacíamos nosotros, que teníamos un gran equipo, pero no era del nivel para ganarle a Estados Unidos. Nosotros a ese torneo todavía íbamos a sacarnos la foto con las figuras”, precisa el ex jugador desde España.
“Me acuerdo chocar en un rebote con Barkley y era como querer mover una heladera llena, era imposible moverlo. Y no era muy alto, pero era fuertísimo”, subraya.
- Eras uno de los más chicos de ese plantel. ¿Cómo asimilabas todo lo que estabas viviendo?
-
Imaginate lo que era para mi, con 22 años, verlos a ellos, y jugar ahí. Es como que parece que vienen de otra galaxia, pero después uno le va perdiendo el respeto. A mí me encantó estar ahí, era lo máximo estar adentro de la Villa Olímpica y debutar contra el Dream Team. Nos pusieron la vara muy arriba, y encima después venía Lituania. Yo no creo que ellos supieran dónde quedaba Argentina, a quién le ganaban, o los jugadores que tenían. Después del 2002 ya sabían clarito dónde quedaba nuestro país.
Síntesis del partido
Estados Unidos 96: David Robinson 18, Shaquille O’Neal 13, Grant Hill 10, Charles Barkley 9, Mitch Richmond 9, Scottie Pippen 8, Reggie Miller 6, Hakeem Olajuwon 6, John Stockton 6, Karl Malone 5, Penny Hardaway 4, Gary Payton 2.
Argentina 68: Juan Espil 27, Marcelo Nicola 13, Ruben Wolkowyski 9, Marcelo Milanesio 8, Jorge Racca 6, Ernesto Michel 2, Esteban Pérez 2, Diego Osella 1, Fabricio Oberto, Daniel Farabello y Luís Villar.
Parciales: 46-44 / 50-24