Los marplatenses no le dieron nunca chance a los santiagueños, que se vieron desbordados por todos los frentes desde el inicio. Tato Rodríguez y Kyle Lamonte, figuras con 19 puntos.

No fue un partido típico de este Final Four. Los tres anteriores habían tenido, dos de ellos, mucha paridad, y el restante (justamente Peñarol-Espartanos), al menos un momento de incertidumbre.

Aquí fue solo recital de Peñarol, que liquidó a Quimsa en los primeros cinco minutos, sin bajar nunca su rendimiento, sin aflojar en defensa, manteniendo excelentes porcentajes de cancha y dominando los rebotes.

No hubo forma. Aunque el Negro Romano se calentara en los minutos y pasara la raya de lo correcto para terminar diciendo algunas cosas de las que seguramente se arrepentirá y terminará pidiendo disculpas. Si lo hizo para tocarle el orgullo a sus jugadores, podría llegar a tolerarse. Aunque ni siquiera.

La cuestión es que Peñarol tuvo una eficacia en triples muy alta en la primera mitad pero, sobre todo, una defensa asfixiante que, primero, no le dejó convertir siquiera un punto a Román González, que venía de meterle 37 a Halcones la noche anterior.

Tampoco permitió tiros cómodos, menos que menos rebotes ofensivos y dobló con tanta precisión que cada tiro de un jugador de Quimsa siempre tenía, por lo menos, dos jugadores de Peñarol encima.

Así sacó 7, 10, 15 y hasta 22 en la primera mitad. La última chance de los santiagueños (que si ganaban eran campeones anticipadamente), podría decirse que, psicológicamente, fue en la primera pelota del tercer cuarto. Mázzaro falló solito de tres y el ataque de Peñarol terminó con falta técnica a Romano. Telón. No les salía, ni les iba a salir, una sola.

El resto fue más importante para los locales que para Quimsa, ya que la diferencia le sumaba chances a los marplatenses. A Quimsa sólo le servía ganar, y eso estaba claro que no iba a suceder.

Llegó a una máxima de 32 y cerró en 29 (87-58), lo que significa que, si mañana Quimsa vence a Espartanos, le permitiría a Peñarol perder hasta por 15 de diferencia contra Halcones y coronarse de todos modos campeón por segunda vez. Si los venezolanos, en cambio, vencen a los argentinos, será un mano a mano entre Peñarol y Halcones.

Tato Rodríguez y Kyle Lamonte terminaron con 19 puntos cada uno. Números que indican lo que fue el partido: Quimsa tiró 15/62 en tiros de campo (24%) y entre González y White, ¡2/22! Imposible ganar así. También perdieron los rebotes 45-32.