El club nació de la unión de tres instituciones tradicionales de Santiago. Así fue dando pasos cortos, creciendo en su proyecto de club, hasta ir logrando títulos: la Sudamericana y la LNB. Ahora agregó la BCL.

Santiago del Estero. Domingo 13 de agosto de 1989. 14.10 horas.

Cerca de 700 personas están reunidas en una asamblea convocada por tres clubes para definir su futuro. Seguir como están, penando, de forma independiente. O unirse. Sumar voluntades y esfuerzos. No es fácil, algunos creen que se perderá la identidad, pero luego de cuatro horas, los socios del Inti, Estudiantes y Santiago BBC, tres instituciones valiosas de la provincia, llegan a un acuerdo: la fusión. Inédita en la región y hasta en el país. Clubes que durante décadas habían sido rivales, habían disputado clásicos y eran canteras referentes del básquet regional, decidían aunar fuerzas para superar los dramas económicos y sociales de una situación coyuntural que los tenía contra las cuerdas. Aquel día, tras aprobar un nuevo Estatuto, nacía la Asociación Atlética Quimsa, nombre derivado de la palabra Kimsa, que significa Tres en Quichua.

Desde un inicio, la nueva institución comenzó a dar pasos cortos pero sólidos, con el fin de ser un referente en el Norte del país y, de a poco, lograr trascender a nivel nacional. Así fue que, en el 2002, logró subir desde la Liga B al Torneo Nacional de Ascenso. En el TNA (hoy Liga Argentina) finalizó octavo, en una buena temporada debut, y en la siguiente avanzó un poco más, terminando sexto. En 2005 llegó a la final de la Zona Norte por el ascenso a la Liga Nacional, pero se quedó cortó ante La Unión de Formosa. Pero una certeza les quedó a todos: se podía. En el 2006 repitió el arribo a la definición pero esta vez no lo dejó escapar. En el estadio de Obras logró el ansiado ascenso tras vencer al Tachero por 3-1, con Marcelo Richotti como su director técnico.

Desde su debut en la elite, los santiagueños demostraron estar a la altura y de entrada terminaron novenos, con marca de 25-23 y tras jugar la Reclasificación para cuartos de final. Transitaba apenas su segunda campaña cuando sorprendieron a todos al llegar a la final, que si bien perdieron por 4-0 ante Libertad, dejó claro que el proyecto estaba firme y que la ambición podía ser absoluta. En la 08/09 vivieron una temporada soñada porque llegaron al plano internacional, con su participación en la Liga Sudamericana. Fueron primeros en su grupo y llegaron al Final 4 que se disputaron en su Estadio Ciudad. Tras ganar los dos primeros encuentros, todo debió definirse en el último juego, nada menos que ante Flamengo. Y aquella vez, un 12 de marzo, los cariocas mostraron más experiencia en el cierre y se llevaron el partido por dos puntos, a diferencia de lo que pasó ayer en la definición de la BCL en Montevideo.

Pero el tiempo le daría revancha a la Fusión. No sólo en 2020, sino más cerquita. Pocos meses después, en la siguiente edición, Quimsa se consagraría en la Sudamericana tras vencer en casa a Minas Tenis de Brasil, Libertad y Sionista durante el Final 4. También sumaría la Copa Argentina en Trelew, ratificando ser siempre un candidato. Pero al club le faltaba algo, ir por la ansiada Liga Nacional. Para eso, en 2014, apostó fuerte, con las contrataciones de Silvio Santander como coach, el Penka Aguirre –hijo pródigo de la provincia-, Diego García y Juan Fernández Chávez, quienes se sumaron a una base que venía consolidándose (con Leo Mainoldi, Gabriel Deck, entre otros).

La conquista del Súper 8, tras vencer a Obras en la final, dejó claro que ir por todo era posible. Había mentalidad, defensa, juego colectivo y un proyecto consolidado a nivel institución. El triunfo por 4-2, en la serie final, ante Gimnasia de Comodoro, le dio la soñada LNB. Pero, claro, a la Fusión le quedaba un paso más. Y lo que faltaba llegó este 30 de octubre del 2020, otra vez a nivel continental. La mayoría creyó que sería muy difícil, que Flamengo llegaba con más figuras y más rodado como equipo, pero la realidad demostró que este Quimsa es capaz de todo. Como en aquel 1989, cuando los socios pensaron en algo más grande que sus clubes y se fusionaron para hacer historia. Como en Montevideo.