Días atrás concluyó una extensa serie de entrenamientos para las camadas U17 y U18 en el CeNARD. “Vimos un progreso notorio e increíble”, explicó Mariano Marcos, Coordinador de Selecciones Formativas.
Un mes y medio de concentración, con horas y más horas de entrenamientos, y más de 40 jugadoras convocadas en ese periodo. La Selección Argentina finalizó por estos días una de las reuniones más masivas y extensas de trabajo en el CeNARD, con las camadas U17 y U18 que se preparan para tres torneos claves: Mundial U17, y Sudamericano U18 más FIBA Américas U18. La importancia de haber concentrado durante más de seis semanas, lo que significa algo inédito junto con la marcada evolución en fundamentos que pudo verse en cada una de las jugadoras, es sin dudas el punto más claro a subrayar.
Si bien se rotó en cuanto a jugadoras y sus fechas de ingresos, algunas entrando a concentrar con leve diferencia de días respecto a otras, este campamento de la Selección bien puede dividirse en tres etapas: del 15 al 31 de enero con un primer grueso de jugadoras, del 1° al 12 de febrero con un segundo grupo, y finalmente del 12 al 22 con la tercera tanda. Como se decía, no fue tan estructurado en fechas, sino que siempre los grupos fueron mutando, agregando jugadoras y con otras salientes tras finalizar sus entrenos, pero siempre trabajando con 20 o más jóvenes.
Los entrenamientos estuvieron bajo la supervisión general del Head Coach de la Selección, Gregorio Martínez; acompañado por el Coordinador de Selecciones Formativas Femeninas, Mariano Marcos; y junto a los asistentes Sebastián Silva, Sandra Pavón, Rocío Pérez, Laura Lali González, Ignacio Navazo, Agustín Lukac, Paula Budini y Eduardo Chino Aguilar. Además, contó con la preparación física de los profes Gisela Marcos Castillo y Matías Podestá.
En palabras de
Mariano Marcos, el balance que arrojó esta importante concentración de jugadoras es algo que debe resaltarse. Teniendo en cuenta que fueron desarrollando diferentes trabajos en cuestión, el norte principal apuntó a la mejora individual de cada una de las jóvenes convocadas. Los primeros días de trabajo, acentuando cuestiones con las jugadoras más altas de ambas camadas (13 jugadoras de las 20 citadas en primera instancia son jugadoras de 1.80 metros o más), dejaron un gran saldo.
“Fueron seis semanas y media de trabajo. Del 15 al 31 de enero trabajamos con las más altas, con 15 días de laburo de técnica individual a pleno, sumando también técnica colectiva defensiva y ofensiva, y ya en los últimos días empezamos a jugar. Vimos un progreso notorio, increíble, y nos fuimos más que contentos. Un poquito nuestro objetivo era ese, porque entrenamos sin bases, sin tantas perimetrales que a veces no tienen demasiado contacto con el balón y nosotros les dimos la posibilidad de que lo tengan, para que todas puedan jugar en todos los puestos. La verdad es que fue muy bueno, nos fuimos fascinados”, explicó el Coordinador de Selecciones Formativas.
Sobre el trabajo que se trazó durante todo febrero, manteniendo la misma línea del desarrollo individual, Marcos agregó:
“A partir del 1° de febrero tuvimos dos subgrupos, varias chicas que se quedaron de ese primer grupo de enero junto a otras chicas que se sumaron, ya con perimetrales, donde también la evolución fue fantástica y se apostó muchísimo al desarrollo individual de las jugadoras. Y desde el 11 de febrero se hizo otro quiebre en el cual se fueron varias más de las chicas que estaban desde el 15 de enero y además chicas que tenían que ir a sus equipos de La Liga Femenina, y con ese grupo que se sumó desde ese día terminamos de ver un total de 45 jugadoras”.
El entrenador, que previo a su actual rol de Coordinador se desempeñó como especialista en técnica individual y que trabaja en el básquet desde hace más de veinte años, explicó que cada jugadora se llevó una serie de tareas para seguir profundizando de manera personal y en sus respectivos clubes, apuntando a que continúen su desarrollo y que los frutos de estas labores se vean reflejadas de acá a un determinado periodo. No hay que olvidar que en este caso también tiene mucha influencia el PNF, que sirve como herramienta complementaria para que las jugadoras puedan cubrir la carga de horas semanales de entrenamiento que necesitan y donde también la Selección puede realizar un seguimiento detallado.
“A cada una de las chicas se les hizo una devolución personal con una serie de drills que les damos opcionalmente para trabajar y mejorar, con cosas que para nosotros deben seguir entrenando solas, y lógicamente los preparadores físicos hacen otro tipo de seguimiento también independientemente de que estén o no convocadas en la próxima concentración que sería para el Sudamericano U18 a partir de mediados de marzo”.
Un dato no menor es la cantidad de jugadoras representantes de diferentes federaciones del país, amplificando la base de trabajo y captando talentos de diferentes puntos, ya fuese por ser jóvenes que participan del PNF como así también con jugadoras que fueron vistas y observadas en algunos torneos del año pasado a los que acudió el CT de la Selección (Juegos de la Araucanía, EPADE y los Binacionales, por citar algunos casos). Tal es así como la lista tuvo jugadoras provenientes de Buenos Aires, Capital Federal, Chubut, Córdoba, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz y Santa Fe, con varias chicas teniendo su primer contacto con el seleccionado nacional en esta concentración.
Dentro del ranking FIBA y con respecto a los seleccionados menores femeninos, Argentina hoy está 3° en América y 1° en Sudamérica. Si bien esta es una cuestión resultadista, también es algo que va de la mano con los trabajos y el paso a paso que vienen desarrollando las divisiones formativas. Sobre esto, Marcos demuestra la confianza y el compromiso que tiene para con este proceso, sabiendo que el objetivo es seguir apuntalando al básquet femenino y a su crecimiento rumbo a las próximas citas internacionales.
“Las chicas mejoraron muchísimo y se vieron resultados muy buenos en cada una de ellas, con un volumen de entrenamientos que se siguieron en todas estas semanas que nos dejó muy conformes. La realidad del femenino no es la misma que la del masculino, y nosotros queremos cambiar eso. Me parece que podemos empezar a hacerlo con estas camadas, y para eso tenía y tiene que haber muchísimo trabajo detrás, para llegar mejor a los torneos que se nos vienen. Tenemos mucha confianza de poder lograrlo”, explicó.
Entre tanto, Argentina ahora espera por su próxima concentración para esta camada, recordando que será la categoría U18 la primera en reactivarse ya que tendrá por delante el Sudamericano del próximo mes a disputarse de local en Buenos Aires (del 3 al 9 de abril en cancha de Obras Sanitarias). Ese mismo certamen será clasificatorio al FIBA Américas U18 (del 6 al 12 de junio); y luego la categoría U17 tendrá el Mundial de Hungría (del 9 al 17 de agosto).