Este sábado la U17 enfrentará a Mali por la Reclasificación del 13 al 16° de la Copa Del Mundo. La palabra de Sofía Novoa en la antesala del cruce.

Cada asistencia a un Mundial es motivo de satisfacción, de entender que es el camino correcto y que establecerá las bases para el desarrollo de la próximas generaciones. Dentro de ese escenario se enmarca el recorrido de la U17 en México. Este sábado tendrá su anteúltimo compromiso por la fase de Reclasificación del 13 al 16° punto. El rival será Mali y se podrá ver en vivo desde las 15.30hs a través del canal de Youtube de FIBA.

En diálogo con Prensa CAB, Sofía Novoa analizó el presente colectivo en estos cinco partidos iniciales en la Copa del Mundo: “Hicimos un gran cambio actitudinal y eso nos llevó a poder competir con potencias como Italia, Finlandia y demás, eso era lo que buscábamos. Si seguimos así podemos jugarle de igual a igual a cualquier equipo. Lo positivo del grupo es que siempre vamos para adelante juntas, acompañadas del cuerpo técnico que está haciendo un trabajo excelente”, en clara alusión al progreso constante del plantel.

Incluso la paridad e igualdad de condiciones contra jerarquías europeas fue notorio y perceptible por todos, aunque todavía persisten pequeños aspectos que declinen la balanza para un resultado satisfactorio: “Siento que hay momentos en los cuales nos desconcentramos y ellas nos meten un parcial el cual después es muy difícil de remontar. Son equipos que aprovechan esos errores para lastimar, entonces tenemos que tratar de mantener nuestra intensidad por mucho más tiempo”, reflexionó la perimetral nacional.

Para Sofi es su segunda convocatoria con la albiceleste, con el reciente recuerdo del bronce en el FIBA Américas U16 del año pasado. “Es un sueño personal estar acá, algo que imaginé desde que empecé a jugar al básquet y hoy lo estoy haciendo realidad. Esto es algo único e increíble. Trabajé mucho y le dediqué su tiempo al aspecto físico y al lanzamiento ya que son dos claves para el juego”. La base de Vélez es una de las integrantes más chicas de la delegación, dando hasta un año de ventaja con el resto de las participantes.

En su trayectoria continental, Mali experimentó una inmaculada campaña de 6-0 para coronarse campeón de la African Championship con la U16 en Túnez, con un diferencial a su favor de 346 puntos como resultante de las 576 unidades generadas y de solo 210 en contra. En comparación a ese certamen, el cuerpo técnico prefirió reemplazar a cuatro de sus jugadoras.

Ya en su permanencia por el grupo B, experimentó una productividad inconsistente que comprometió sus aspiraciones en el torneo. La única alegría deportiva fue durante la jornada inaugural cuando superó al país organizador por 62 a 61, de ahí en adelante hilvanó cuatro derrotas de manera consecutiva.

Existen precedentes históricos entre ambas naciones en la categoría, con un equilibrado balance de una victoria por lado. El primer cruce se remonta a Toulouse 2010 con triunfo albiceleste por 75 a 49; mientras que ocho años más tarde se produjo la revancha ajena 63 a 48. Sin embargo, se trata del cruce más beneficioso para la Argentina en mundiales formativos con un acumulado de cuatro festejos. Los otros registros fueron con la U19 en Natal 1997, Lituana 2013 y el restante en Bangkok 2019.