Maga analizó las últimas presentaciones de la U19 en el Mundial, el duro golpe ante Hungría y lo que se viene, el viernes ante Francia. “Nuestro objetivo tiene que ser que Argentina juegue bien", opinó.
Para la Selección U19 es tiempo de barajar y dar de nuevo, de volver a las bases y levantarse. Los resultados no se condicen con un equipo que se preparó durante más de un año para este Mundial que se disputa en Hungría, y si bien ganar es siempre el objetivo, lo principal de este grupo va mucho más allá: desde la posibilidad de volver a jugar un torneo internacional para esta camada (no lo hacía desde 2019), de buscar ser competitivos dentro de un nivel extraordinario y frente a las grandes potencias, e incluso va desde la felicidad misma que indica el simple hecho de volver a las canchas después de tantos cuidados y protocolos forzados por la pandemia. Ese esfuerzo es el que se está volcando hoy en Debrecen.
No han sido positivos los resultados que tuvo Argentina en estos últimos días, cerrando la primera fase con una abultada caída ante el seleccionado local y una reciente nueva derrota frente a Australia en el cruce de octavos. Ahora, el próximo rival, el viernes desde las 12 horas, será Francia, en la ronda de Reclasificación que comenzará a jugarse para decidir los puestos 9 a 16. Será un duro compromiso ante un equipo poderoso que sorpresivamente viene de caer en octavos frente a Canadá, cediendo su invicto en el torneo.
Más allá de ser un momento particular para la U19, en el cual deberá trabajar para buscar su mejor básquet, también es tiempo de balances para este equipo. Si bien este jueves tendrán jornada libre en el torneo, el combinado nacional se entrenará en Hungría. En la previa, Maga Vílches dialogó con Prensa CAB para analizar las últimas presentaciones de la Selección y el saldo que dejaron. La concentración, el juego en equipo, el grupo de trabajo y el anhelo de una Argentina que quiere seguir creciendo.
-Por momentos se las ve desplegando un buen básquet, cuando se sueltan y tienen otro enfoque, se pasan más el balón, encuentran más opciones y son intensas en los dos costados. ¿Qué deben hacer para que eso se pueda estirar en la mayor cantidad de tiempo posible?
-Creo que tenemos que volver a confiar en nosotras. El equipo anímicamente está súper bien, disfruta cada partido y momento fuera de la cancha, y eso creo que suma un montón para mantenernos con confianza. Igualmente, debemos plasmar mejor todo lo que entrenamos como equipo. Nosotras somos eso, y el problema pasa cuando no podemos jugar como tal. Acá nadie se cree la salvadora, no existe eso. Por eso tenemos que meternos dentro de la cabeza que somos buenas como equipo, y esa es la forma de competir con cualquiera. Ahora vamos a entrenar pensando en el partido que viene enfocándonos en nosotras una vez más, porque hubo juegos en los que por momentos no fuimos ni siquiera nosotras y perdimos sin jugar a lo que veníamos entrenando desde hace tantos meses. Eso es lo que tenemos que recuperar, enfocarnos y volver a confiar en nosotras.
-¿Qué pasó con Hungría?
-Siento que en ese partido no fuimos nosotras, que no fuimos el equipo que sabemos y podemos ser. Si bien tuvimos ese primer cuarto bastante bueno, con intensidad, concentración y actitud, independientemente de que no pudimos meter la pelota, creo que logramos competir. Pero después de eso no se puede rescatar mucho más.
-La impresión es que de ese juego al último contra Australia hubo un cambio. Se perdió, pero pareció que el equipo tuvo otra respuesta, más parecida a la versión habitual. ¿Sentís que lo que pasó contra Hungría, por lo duro que fue, les sirvió para ver la imagen que no quieren repetir?
-Sin dudas que hubo un cambio, porque ahora nos empezamos a fijar nuevamente más en nosotras y eso es lo que tenemos que hacer. Creo que nos sirvió, porque esas mismas sensaciones que te decía cambiaron de un partido al otro. Contra Australia volvimos a ser un poco más nosotras, intentamos ser lo más cerca de nosotras que pudimos, buscamos mucho más plasmar todo lo que trabajamos y entrenamos, y es que realmente estamos preparadas para demostrar eso.
-Entiendo que el tercer cuarto contra Australia fue de lo mejor, más allá de estar muy atrás en el resultado.
- Sí. A decir verdad con Australia arrancamos muy mal, pero siempre buscamos pelearlo y lo intentamos. Ahí estuvo la diferencia. En el entretiempo nos fuimos abajo por una distancia grande pero logramos tener un tercer cuarto bueno que también reflejó un poco que no dejamos de lucharlo al partido. Tampoco es que nos conformamos con eso, perdimos, pero independientemente del resultado nosotras tenemos que jugar como realmente sabemos hacerlo. Nuestro objetivo no tiene que ser ganarle a Estados Unidos, por ejemplo, sino que Argentina juegue bien y a partir de eso competir para ver después a qué nos lleva eso.
-Está claro que los tropiezos pueden existir y que tienen que ser un aprendizaje. Más en el nivel alto de un Mundial, con otro ritmo, otra dinámica y otras sensaciones, el equipo se tiene que acomodar rápido de un juego a otro, y ustedes experimentando un poco todo de golpe ahora.
-Sí, nosotras no competimos como equipo antes de este torneo porque no tuvimos amistosos, la primera vez fue contra Rusia en el primer partido. Quizá haber tenido amistosos antes hubiesen servido para ya de antemano saber cómo te tenés que mover, cómo te van a defender, cómo te van a atacar, el ritmo que manejan los otros equipos... nosotras básicamente estamos experimentando todo eso en este torneo y quizá sea un poco más difícil esa adaptación. Hay cosas que te pasan también sólo dentro de una cancha y en partidos como estos, en la defensa o la intensidad que te puede hacer sentir un equipo rival y de un nivel como este... pero a nosotras nos sirve tener estos torneos, para medirnos, para tener la experiencia de conocer un poco más el nivel al que debemos apuntar y seguir trabajando si queremos dedicarnos a esto.
- ¿Qué es lo que más subrayás que deben repetir?
-Lo mejor que nos sale es pasarnos la pelota y encontrar a la mejor posicionada para que seleccione el tiro. Creo que eso nos hace fluir mejor en ataque y nos genera más confianza en todo, en la defensa, en la actitud, tenemos más ganas, sentimos que todas estamos participando al pasarnos más pelota. Esa fluidez hace que nos sintamos más cómodas y que las cinco en cancha tengan mayor concentración, ya sea para atacar o para defender, tirando para el mismo lado. Esa es nuestra esencia y debemos mantenerla dentro del partido el mayor tiempo posible.
-Ahora se viene Francia, que venía muy bien hasta el cruce de ayer.
-Sí, que fue sorpresa porque terminó primera en su grupo ganando todos los partidos de la primera fase pero perdió contra Canadá en el cruce de octavos. Hoy vamos a ver video de ellas y seguiremos las indicaciones que nos dan. Competir competimos, sin dudas. Hay momentos en los que competimos, demostramos ser competitivas en varios pasajes, pero debemos sostenerlo durante mayor tiempo en el partido porque acá la intensidad y el ritmo son mucho más elevados. Pero sin dudas que la energía del equipo es excelente y realmente estoy muy contenta con este grupo.
-¿Esa unión termina siendo la característica principal de todo? El saber que hubo muchas horas de trabajo y dedicación.
- Sí, ninguna de nosotras se va a ir con la cabeza abajo de acá, porque entrenamos y trabajamos mucho para estar hoy acá. El proceso que hicimos desde que arrancamos a entrenarnos fue excelente, y sabemos que el hecho de que te vaya bien o mal en un partido no define quién sos ni qué hiciste para llegar hasta ahí. Todas lo tenemos en claro, por eso todos los días encaramos cada partido con muchísima energía y entrega.