El exigente calendario de 1995 comenzó con los Juegos Panamericanos. El torneo, que corrió peligro de contar con los participantes mínimos, significaba un compromiso importante para Argentina por ser local. En medio de la disputa de la Liga Nacional el entrenador Vecchio conformó el plantel con la base del equipo del Mundial anterior, más los regresos de algunos experimentados como De la Fuente, Villar o Maggi, tras la lesión que marginó a Montenegro.

Argentina tuvo tiempo, apenas, para disputar dos amistosos en La Rioja, antes del duro debut ante Estados Unidos, cuyo plantel estaba conformado por jugadores profesionales de la CBA. Y el inicio fue con una agónica victoria ante los norteamericanos en un partido espectacular, repleto de emoción. En la segunda presentación los argentinos volvieron a ganar con lo justo, esta vez frente a Uruguay. Una victoria más holgada se logró frente a México, equipo que a punto estuvo de no participar en el torneo. Con Puerto Rico volvió a lograr un triunfo ajustado, que le permitió mantener el invicto. Con todo lo esperado, ante Brasil, en el cierre de la fase clasificatoria, se impuso con amplitud, completando un rendimiento perfecto.

En la semifinal cruzó con Uruguay, pero esta vez no hubo paridad, ya que los argentinos se impusieron sin apremios.

La final, como era previsible, fue ante Estados Unidos y el partido volvió a ser de alto nivel, quedando la victoria final para Argentina, que logró su única medalla de oro panamericana, festejada largamente ante un estadio Polideportivo repleto de público. El tirador Juan Espil resultó el máximo anotador del torneo.